Treinta años
Andrés Barreto González
Hace 30 años el país se quedó sin uno de sus más ilustres personajes, el doctor Álvaro Gómez Hurtado, vilmente asesinado y cuyo magnicidio aún no ha sido esclarecido
Andrés Barreto González
Hace 30 años el país se quedó sin uno de sus más ilustres personajes, el doctor Álvaro Gómez Hurtado, vilmente asesinado y cuyo magnicidio aún no ha sido esclarecido. Para ese entonces el país atravesaba, como hoy, muy turbulentas circunstancias. Una campaña presidencial que había sido permeada por el dinero del narcotráfico, una maltrecha relación con los EE. UU., las peores tomas guerrilleras hasta entonces, y un gobierno que se mantenía endeble tratando de mostrar legitimidad y que se esfumó defendiendo lo indefendible. Ese era el país en el que asesinaron a Gómez Hurtado, uno cooptado por oscuras fuerzas que aún, hasta hoy, han logrado mantener ese episodio en la impunidad, afectando gravemente el derecho a la verdad y la justicia. La muerte de Gómez Hurtado no solo fue un golpe para su familia, fue un ataque contra la decencia en la política, contra la academia, contra la resistencia civil de un hombre cuyas armas fueron la oratoria y las editoriales, un maestro de muchas generaciones, y una figura admirada por muchos quienes veíamos en él las virtudes de un líder que, sin investidura, fue y será más influyente que muchos que han ostentado, sin mérito, las dignidades estatales. Un hombre culto, amable, sencillo, inteligente y con talento artístico, gran orador, que tuvo que cargar el lastre de una memoria política selectiva, que es visceral con quienes les conviene, y complaciente e indulgente con la criminalidad. Debemos insistir en que las nuevas generaciones conozcan la historia de nuestro país, pues ese relato selectivo y vergonzante de hoy, nos ha llevado a que los peores criminales de este país sean alabados como próceres, y las figuras históricas sean olvidadas, como sus magnicidios, en anaqueles llenos de polvo y sombras. Hoy más que nunca necesitamos un acuerdo sobre lo fundamental, hoy más que nunca debemos recuperar la institucionalidad republicana, los derechos, las libertades, el orden, hoy más que nunca, después del proceso 8.000, Odebrecht, la campaña Petro, debemos recuperar la decencia en la política, creo que hoy más que nunca nos vendría bien repasar a Álvaro Gómez Hurtado, valiente denunciante del establecimiento, de las complicidades criminales del 8.000, y de la carencia de moral y altura para dirigir los destinos de la nación. ¿Qué diría Álvaro Gómez de la Colombia de hoy?, impensable que después de décadas de violencia, narcotráfico, miseria y terrorismo, tengamos una Colombia del Siglo XXI que en lugar de avanzar y prosperar, sucumbió ante el discurso vacuo de un charlatán sin rumbo, a quién la inmunidad le ha permitido los peores estropicios, y que no contento con destruir su propia vida, se ha llevado a Colombia por delante. Vamos a recuperar a Colombia, con el trabajo honesto, silencioso y decente de los millones de colombianos y colombianas que hacen posible este país, los que están lejos de micrófonos, curules y corruptelas, los que creen en lo fundamental.
*Ex Superintendente de Industria y Comercio.