Martes, 11 de Noviembre de 2025

Dos caminos privados para mejorar la atención en salud

ColombiaEl Tiempo, Colombia 8 de noviembre de 2025

En medio de los desafíos que enfrenta el sistema de salud colombiano, cada vez más personas buscan opciones que garanticen atención oportuna, menos trámites y una experiencia más personalizada

En medio de los desafíos que enfrenta el sistema de salud colombiano, cada vez más personas buscan opciones que garanticen atención oportuna, menos trámites y una experiencia más personalizada. Dos alternativas privadas ganan terreno: la medicina prepagada y los planes complementarios de salud, modalidades que, aunque suelen confundirse, tienen diferencias marcadas en cobertura, costos y red de atención. De acuerdo con el Ministerio de Salud y Protección Social, los Planes Voluntarios de Salud —que incluyen medicina prepagada, planes complementarios y pólizas de salud— son contratos adicionales al Plan de Beneficios en Salud (PBS). Su objetivo es ofrecer servicios extra o condiciones de acceso preferenciales, sin reemplazar la atención garantizada por las EPS. Estos productos están regulados por el Ministerio y vigilados por la Superintendencia Nacional de Salud, que exige autorización previa para su operación. Desde la perspectiva de Positiva Compañía de Seguros, las diferencias entre medicina prepagada y plan complementario comienzan por su naturaleza. "La medicina prepagada es un servicio voluntario adicional al Plan Básico de Salud que ofrece una cobertura integral y atención preferencial, con acceso a una red privada exclusiva y beneficios premium como habitaciones privadas y menor tiempo de espera", explica Andrés Felipe Uribe Mesa, vicepresidente de Negocios de la aseguradora. Por su parte, los planes complementarios "no buscan ampliar la cobertura, sino mejorar las condiciones del servicio dentro de la misma red de la EPS, ofreciendo rapidez o habitaciones individuales. Son más económicos y no contemplan exclusiones por preexistencias", agrega el directivo. Desde Colmédica explican que la principal diferencia radica en la red de atención y el tipo de contrato. Mientras la medicina prepagada funciona con una red propia o de clínicas aliadas, los planes complementarios utilizan la infraestructura médica de la EPS a la que pertenece el usuario. "La medicina prepagada es un contrato independiente, mientras que el plan complementario mejora el servicio de la EPS, pero no lo sustituye", señalan en la entidad de salud, al aclarar que ambos productos responden a públicos distintos: quienes buscan exclusividad y quienes priorizan agilidad. Así pues, la medicina prepagada ofrece una cobertura más amplia, con acceso directo a especialistas, atención sin autorizaciones previas y servicios hospitalarios de alto nivel. El plan complementario, en cambio, optimiza los servicios del sistema básico, otorgando prioridad en citas, habitaciones individuales y atención preferente, pero mantiene los límites del plan obligatorio. Expertos coinciden en que los costos varían según edad, ciudad y plan, siendo la medicina prepagada la opción con mayor inversión, pero también con mayor autonomía, rapidez y variedad de servicios. El usuario debe revisar cuidadosamente las condiciones, exclusiones y periodos de carencia antes de contratar, pues los beneficios cambian según la aseguradora o la red médica elegida. Además, las prepagadas suelen incluir programas de bienestar preventivo —como asesorías nutricionales, chequeos integrales o acompañamiento psicológico—, mientras que los complementarios se centran en reducir tiempos de espera dentro del sistema tradicional. Impacto en el sistema de salud Los planes voluntarios de salud son un complemento estratégico para el sistema público. Según Uribe Mesa, "al asumir los costos de atención de millones de personas, las aseguradoras privadas contribuyen a descongestionar hospitales y servicios de urgencias, permitiendo que los recursos estatales se concentren en la población más vulnerable". El crecimiento del sector confirma esa tendencia. De acuerdo con cifras reportadas por Fasecolda, las pólizas de salud crecieron entre 22% y 23% entre 2023 y 2025, mientras la medicina prepagada ya supera los 3,8 millones de afiliados. Este aumento refleja una búsqueda de confianza y respaldo ante la incertidumbre del sistema público. La Superintendencia Nacional de Salud advierte que la expansión de los planes voluntarios exige mayor control y vigilancia, especialmente en temas de exclusiones, cláusulas contractuales y tiempos de respuesta. También enfatiza la necesidad de educación al consumidor para que las familias conozcan sus derechos y obligaciones dentro de estos esquemas. A largo plazo, el equilibrio entre los sistemas público y privado puede traducirse en un modelo más sostenible, donde las aseguradoras y entidades médicas privadas apoyen la eficiencia del sistema general sin generar desigualdad. En un escenario de transformaciones profundas del sistema sanitario, los planes voluntarios —ya sea medicina prepagada, plan complementario o póliza privada— se consolidan como rutas paralelas para garantizar acceso, oportunidad y bienestar. La clave para el usuario está en entender qué compra, qué cubre y qué red utiliza, comparando no solo precios, sino servicios y respaldo. Mientras el sistema público busca sostenibilidad, la coexistencia de ambos modelos representa una oportunidad: más opciones para el ciudadano y menos presión sobre los hospitales públicos. Con reglas claras, educación al usuario y vigilancia efectiva.
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