El problema de Petro
Carlos Enrique Cavelier
Por el "problema de Petro" me refiero a las razones por las que se eligió Gustavo Petro: la corrupción de los partidos tradicionales (y los ya no tan tradicionales que picaron la carnada les fascinó), el clientelismo, el amiguísmo, los contratos entregados con tajada, la captura del Estado por los contratistas, la falta general de una extraordinaria administración pública que le resuelva los problemas a la gente a todos los niveles: nacional, regional y municipal
Carlos Enrique Cavelier
Por el "problema de Petro" me refiero a las razones por las que se eligió Gustavo Petro: la corrupción de los partidos tradicionales (y los ya no tan tradicionales que picaron la carnada les fascinó), el clientelismo, el amiguísmo, los contratos entregados con tajada, la captura del Estado por los contratistas, la falta general de una extraordinaria administración pública que le resuelva los problemas a la gente a todos los niveles: nacional, regional y municipal. Ante estos problemas, Petro propuso un Cambio, el cual expuso con total claridad y aprovechando la credibilidad por ser un muy buen congresista -aunque pésimo alcalde- a quien la gente le creía (por lo menos un 52%). A pesar de las promesas incumplidas, el desorden fiscal, la eliminación de los subsidios en el Icetex, la deficiente salud (en particular la de los maestros), gente aún anhela el Cambio, así no sea con Petro. Y lo quiere porque sabe que las cosas se pueden hacer bien, e intuye que si el sector privado funciona relativamente bien, ¿por qué no lo puede hacer el Estado? ¿Por qué no podemos hacer alianzas público-privadas para incidir en tema críticos para la sociedad y que le han quedado grandes al aparato estatal? El Cambio debe iniciar poniendo la casa en orden: seguridad en campos y ciudades. Ya pasaba en los 90 que las guerrillas alimentaban con gente, ideas y recursos a los malandros urbanos. Colombia debe establecer de una vez por todas -luego de firmado el Acuerdo de Paz de La Habana (aunque no les guste a muchos)-, el orden que necesitamos cuando ya se sabe que no hay ideología vigente entre ellos: solo es crimen organizado, punto. Claro que la seguridad por sí misma no es suficiente. El mercado y el Estado tienen que estar presentes y hay diagnósticos que respaldan la idea, solo falta la voluntad de un gobierno y el apoyo de cooperación internacional para lograrlo. Emilio José Archila, Consejero de Paz de Duque estima que con US$3.000 millones, en un solo año (!) se erradicarían las 300.000 hectáreas de coca en Colombia, las cuales le dejan US$15.300 millones a las economías ilegales, según Daniel Mejía, de Uniandes. Además, los cultivos están ubicados en zonas petrolíferas que podrían dar empleo a los raspachines. Pero se debe continuar con la salud, las finanzas públicas, los Ninis, la calidad de la educación básica y media, el acceso de 500.000 muchachos a la universidad bajo mecanismos varios como el de un renovado Icetex, la eliminación de la desnutrición crónica. Sin embargo, está la corrupción, que empieza por el ejemplo del gobernante de turno y sus personas más cercanas. Mientras tanto, el campo hace malabares con la enfermedad holandesa de los combustibles fósiles, los cuales habrá que explotarlos en tándem con las energías renovables. Para lograr esto hay que llamar a los más hábiles dirigentes en lo público y en lo privado para conducir el reto a puerto seguro. Lo decía Galán antes de su asesinato: Colombia necesita un remezón, que fue el revolcón que hizo Gaviria con increíbles resultados.
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