Colombia, entre los países con más muertes evitables y menor satisfacción en salud
edwin caicedo -periodista de salud y medioambiente @CaicedoUcros @SaludET
El más reciente informe ‘Panorama de la salud 2025’ de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) ubicó a Colombia en posiciones críticas en varios indicadores clave del desempeño sanitario
edwin caicedo -periodista de salud y medioambiente @CaicedoUcros @SaludET
El más reciente informe ‘Panorama de la salud 2025’ de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) ubicó a Colombia en posiciones críticas en varios indicadores clave del desempeño sanitario. Aunque el país aparece con una cobertura poblacional del 99 % en un conjunto básico de servicios y una autopercepción de salud sorprendentemente positiva, los resultados generales revelan profundas brechas frente al promedio de las naciones evaluadas. Las cifras sobre mortalidad evitable, recursos humanos en salud, gasto sanitario y satisfacción ciudadana evidencian que la cobertura casi universal no ha logrado traducirse en mejores resultados poblacionales. El contraste entre altos niveles de acceso formal y débiles indicadores de resultados se convierte así en uno de los hallazgos centrales para el país. El informe comparativo, que analiza el estado de salud, factores de riesgo, acceso y calidad, así como los recursos y el gasto, muestra que Colombia obtiene un desempeño mejor que el promedio en apenas 4 de cada 10 indicadores de salud y factores de riesgo, en uno de cada diez indicadores de acceso y calidad, y en ninguno de los indicadores vinculados a los recursos del sistema. Además, en muchos casos la información disponible para Colombia es limitada, lo que deja vacíos importantes en la evaluación integral. Los datos publicados evidencian que Colombia es una de las naciones con menor esperanza de vida entre más de 40 países analizados, con 77,5 años, es decir 3,6 años por debajo del promedio de la Ocde. La mortalidad prevenible alcanza 304 muertes por cada 100.000 habitantes, más del doble del promedio de 145, y la mortalidad tratable llega a 115, frente a 77. La estructura del sistema, marcada por los bajos niveles de gasto y la escasa disponibilidad de médicos, enfermeras, camas de hospital y equipos diagnósticos, configura un panorama en el que las limitaciones estructurales inciden de manera directa en los resultados. Una mirada global El informe general de la Ocde expone que, aunque la mayoría de los países han retomado la trayectoria ascendente en la esperanza de vida, persisten desafíos críticos. En 2023 se registraron más de tres millones de muertes prematuras evitables entre personas menores de 75 años, asociadas principalmente a enfermedades cardiovasculares y cáncer. El documento destaca también el aumento de condiciones crónicas en adultos y el deterioro de la salud mental en adolescentes: en 2022, el 52 % de los jóvenes de 15 años reportaron múltiples molestias frecuentes, frente al 37 % de 2014. Los sistemas de salud, que hoy representan cerca del 10 % del PIB de los países de la Ocde, enfrentan presiones crecientes asociadas a factores demográficos, tecnológicos y de expectativas ciudadanas. Aunque en muchos países la calidad de la atención aguda ha mejorado y se observan avances en cuidados primarios y reducción de hospitalizaciones evitables, siguen existiendo desigualdades profundas y dificultades de acceso, especialmente entre los grupos socioeconómicos más vulnerables. En este contexto general, la posición de Colombia se vuelve más preocupante: si bien comparte los retos globales, parte desde una línea base más rezagada. Por ejemplo, la esperanza de vida en Colombia, ubicada en 77,5 años, figura entre las más bajas de los países analizados por la Ocde. El país se encuentra casi cuatro años por debajo del promedio y, pese a algunas mejoras sostenidas en la última década —según el hemato-oncólogo Luis Eduardo Pino, la expectativa de vida aumentó 3,2 años en ese periodo—, continúa rezagado respecto a naciones con niveles de desarrollo similares o inferiores. Más preocupante aún es la mortalidad evitable: Colombia registra una de las cifras más altas entre los países evaluados. En el informe específico para el país se reportan 304 muertes prevenibles por cada 100.000 habitantes y 115 tratables. Pino, CEO de OxLER y fundador de AIpocrates, señala datos aún más críticos: 419 muertes evitables por cada 100.000 personas, casi el doble del promedio Ocde de 222. Aunque los conjuntos de indicadores difieren entre las mediciones, la conclusión es contundente: Colombia se ubica consistentemente entre los peores resultados en este indicador. El especialista también subraya que el país presenta la tasa de mortalidad materna más alta entre las naciones analizadas (59,5 por 100.000 nacidos vivos) y una elevada mortalidad infantil (16,8 por cada 1.000 nacidos vivos). Se trata de indicadores que, en el contexto de la Ocde, suelen estar asociados a profundas desigualdades estructurales, limitaciones de acceso a servicios de calidad y deficiencias en atención básica. El análisis específico para Colombia revela que el país no supera el promedio Ocde en ninguno de los 10 indicadores de recursos del sistema de salud. Las cifras lo confirman: el país cuenta con apenas 2,5 médicos por cada 1.000 habitantes, frente a los 3,9 que promedian las naciones analizadas, y dispone de solo 1,6 enfermeras por cada 1.000 habitantes, muy lejos del estándar de 9,2. La capacidad hospitalaria también es reducida: Colombia registra 1,9 camas por cada 1.000 habitantes, mientras que el promedio Ocde asciende a 4,2. A esto se suma la marcada escasez de tecnología diagnóstica, con apenas 6 equipos de TC, RM y PET por millón de habitantes, frente a los 51 que, en promedio, operan en los demás países evaluados, un rezago que limita la detección oportuna de enfermedades y la eficiencia del sistema en su conjunto. Estos datos se complementan con el análisis de Pino, quien advierte que la densidad del personal sanitario colombiano "es muy baja" y que estas brechas comprometen la capacidad del país para responder tanto a las necesidades regulares como a eventuales crisis sanitarias. Señala además que el gasto estimado en prevención y preparación ante emergencias en 2023 fue de apenas 31 dólares per cápita, un tercio del promedio de la Ocde (101 dólares). El subfinanciamiento del sistema es un factor estructural evidente: Colombia gasta solo US$ 1.877 per cápita en salud (medido en paridad de poder adquisitivo), mientras el promedio de la Ocde es de US$ 5.967. En términos de PIB, esto representa el 8,1 %, por debajo del 9,3 % promedio. La inversión insuficiente se refleja en la disponibilidad de personal, la infraestructura, la tecnología diagnóstica y los tiempos de atención, generando una presión sostenida sobre la calidad del sistema. La Ocde destaca que Colombia presenta niveles menores de tabaquismo (9,8 %) y consumo de alcohol (4,2 litros per cápita), ambos por debajo de los promedios de la Ocde. Este es uno de los puntos fuertes del país, reforzado por el análisis de Pino, quien señala que estos comportamientos representan un "buen punto" para Colombia. No ocurre lo mismo en actividad física: el 35 % de los adultos no realiza suficiente ejercicio, cinco puntos por encima del promedio. Y la exposición a material particulado PM2.5 es superior al estándar comparativo, con 13,9 microgramos por metro cúbico frente a 11,2. El informe general advierte que, a nivel Ocde, factores como obesidad, consumo de alcohol y tabaquismo siguen siendo motores clave de enfermedad. Aunque Colombia está mejor en dos de estos aspectos, el sedentarismo y la contaminación refuerzan los riesgos poblacionales. A pesar de que Colombia alcanza una cobertura del 99 % de la población en un conjunto básico de servicios, el país logra un desempeño mejor que el promedio en apenas uno de cada diez indicadores de acceso y calidad. La Ocde subraya que no existen datos comparables sobre necesidades insatisfechas, cobertura financiera, detección de cáncer con mamografía o prescripción de antibióticos, lo cual limita el análisis, pero sí muestra una tasa de vacunación infantil contra DTP del 89 %, inferior al promedio; y, además, no hay información de mortalidad a treinta días por eventos agudos, un indicador clave para comparar desempeño hospitalario. La ausencia de datos revela vacíos de información estructurales que dificultan la formulación de políticas basadas en evidencia, al tiempo que sugieren inconsistencias en la vigilancia y reporte del sistema. El informe global señala que, aunque la mayoría de los sistemas de salud del planeta han mejorado en áreas como supervivencia a infarto o derrame cerebral, persisten problemas de acceso, seguridad del paciente y desigualdades socioeconómicas. Además, la carga de enfermedades crónicas y mentales continúa en aumento, así como los comportamientos de riesgo en adolescentes. Este panorama presiona aún más a sistemas como el colombiano, que parten de recursos y resultados inferiores. Con personal insuficiente, baja inversión en salud, limitaciones en infraestructura y una población cada vez más demandante, el país enfrenta un escenario en el que mantener incluso los niveles actuales será un desafío.
77,5
años en promedio
Colombia es una de
las naciones con menor esperanza de la Ocde, con 77,5 años, es decir 3,6 años por debajo del promedio.