Emilio del Río: loco por los clásicos
Especialista en filología latina , el escritor y comunicador español es considerado un "activista de las humanidades clásicas". Premiado por sus pódcast, programas de radio y libros, en Chile dio conferencias y habló de su última obra, "Carpe Diem".
Desde hace cuatro años, Emilio del Río Sanz (1963) conduce el pódcast "Locos por los clásicos", uno de los más populares de la radio pública española, reconocido con el premio Ondas 2024. El filólogo es columnista de "La Vanguardia" y participa en distintos programas de la Radio Nacional de España, donde tiene una popular sección dedicada al latín y la cultura clásica. Son iniciativas que combina con sus labores como profesor titular de Filología Latina en la Universidad Complutense y director de bibliotecas, archivos y museos del Ayuntamiento de Madrid.
De visita en Chile, Emilio del Río -originario de la región española de La Rioja- habló, entre otros temas, sobre oratoria clásica y moderna. "Eres lo que hablas: de la retórica clásica a los discursos modernos" se tituló una de sus conferencias en la Universidad Andrés Bello. Entre ellas se hizo un tiempo para conversar con "El Mercurio" sobre la vigencia de los clásicos en el siglo XXI.
-Su labor en torno a los clásicos va más allá de las aulas académicas.
"Creo que la investigación académica es muy relevante, pero la divulgación también lo es. De hecho, gracias a que hago investigación, puedo realizar divulgación en los medios de comunicación y las redes. Intento acercar a las personas al mundo clásico en forma rigurosa, pero también amigable y con humor. Como decía Chesterton, lo serio no es lo contrario de lo divertido. Lo contrario de divertido es aburrido".
-Su pódcast "Locos por los clásicos" es muy conocido.
"Hoy es el más escuchado en Radio Nacional y, como dice un amigo, no es ni de sexo, ni de cine, ni de terror. Ahí recomiendo autores clásicos, acompañados de buena música moderna".
-¿Hay más interés hoy por los clásicos?
"El estoicismo está claramente de moda, pero se ha colado mucho charlatán. En mi último libro, 'Carpe diem', intento explicar este movimiento filosófico, comento de los estoicos y también de los epicúreos. La clave en estos pensadores es la idea de que tú no controlas lo que te ocurre. Lo único que controlas es tu respuesta a lo que te pasa, según cómo has entrenado tus emociones, el equilibrio interior, la serenidad. Según cómo transites por la vida, te van a pasar mejores o peores cosas. Pero anda mucho charlatán repitiendo sentencias facilonas que atribuyen a Marco Aurelio o Séneca. Los 'homeópatas del alma', como les llamo yo".
-Además de una cierta búsqueda espiritual, ¿qué razones percibe tras este interés por los clásicos?
"Creo que su presencia en el sistema educativo ha bajado, pero sigue existiendo una demanda por ellos, que a veces no se satisface. Actualmente existe un retroceso de la democracia y libertad en el mundo, y creo que esa situación, entre otros factores, tiene que ver con el retroceso en la educación humanista, que nos ayuda a ser ciudadanos más críticos y libres. Hoy pareciera que vamos hacia una humanidad sin humanidades".
-¿Le preocupa?
"Por supuesto. Hay que recuperar el buen debate y todos esos valores que han configurado en Occidente la cultura democrática. Las humanidades ayudan a entender nuestra tradición cultural, la lengua que usamos y también a afrontar el futuro. Según Einstein, solo hay una cosa más importante que el conocimiento: la imaginación. El conocimiento tiene límites y la imaginación no. Y sin imaginación no hay innovación".
-Usted tiene miles de seguidores en X y se ha integrado bien a las redes sociales, que suelen ser denostadas en ámbitos académicos.
"Mi idea es traspasar ahí la utilidad de los clásicos, 'la utilidad de lo inútil', como habría dicho mi amigo Nuccio Ordine. Despotricar contra las redes es como despotricar contra el cuchillo, que sirve para cortar carne, pero también para herir o matar a una persona. ¿Qué hacemos?, ¿prohibimos el cuchillo? Mejor buscamos el justo medio, como hacían los clásicos".
-"La Odisea", de Homero, es un libro que cita con frecuencia. ¿Está esperando la película de Nolan?
"Claro que estoy esperando la mirada de Nolan. La mitología y los grandes relatos clásicos son los pilares de nuestra literatura. 'La Odisea' es uno de esos libros que fundan la literatura occidental y además lo pasas bien con él. Homero nos relata las aventuras de Ulises volviendo a Itaca, después de la guerra de Troya. ¿Y eso de qué te sirve? Hombre, te ayuda a entender que la vida es un viaje, como el de Ulises y que se hace camino al andar, como diría Antonio Machado. O que el viaje está dentro de ti, como expresó Kavafis. Cada uno de los episodios de 'La Odisea' son lecciones morales, como aquel que advierte sobre los cantos de sirena".
-En Chile dio conferencias sobre la oratoria. ¿Por qué le interesa ese tema?
"No solo los políticos les deben hablar a otras personas. Todos nos pasamos la vida hablando en público, y eso tiene una técnica que se puede aprender. Los clásicos son los primeros que escriben manuales de comunicación, te explican qué hacer para ser efectivos en la comunicación, para lograr persuadir. La publicidad, por ejemplo, es una forma de retórica clásica".
-Pero la oratoria clásica tenía coordenadas distintas.
"Lo que se escribió hace dos mil años sobre oratoria sigue siendo de absoluta actualidad, al leer a Cicerón o a Demóstenes, por ejemplo. Aparece ahí la importancia de la comunicación no verbal y la idea de que los ciudadanos, si conocen lo que es la oratoria y sus técnicas, no van a ser engañados tan fácilmente".
-En otro ámbito, ¿cómo llegó a ser director de los museos y bibliotecas del Ayuntamiento de Madrid?
"Me convocó José Luis Martínez Almeida, el alcalde de Madrid. Estoy a cargo de los museos y bibliotecas del ayuntamiento y hemos puesto un especial énfasis en la construcción de nuevas bibliotecas, que son un elementos que aporta igualdad y libertad a los ciudadanos".
-La ciudad de Madrid parece vivir un momento potente en términos económicos, sociales y culturales.
"Madrid está viviendo hoy un momento extraordinario, es un lugar donde hay libertad económica, creativa, cultural. Hay una ebullición de energía vital y de expresiones culturales, lo que lo convierte en un espacio muy relevante, no solo para España, sino para toda Hispanoamérica".