Querido viejito pascuero
Cierto, el nuevo gobierno deberá enfrentar problemas más graves. Pero pelear contra los rayados sería señal de un país más cuerdo y menos "rayado" que en etapas recientes.
Ya tenemos resultados electorales, con Jeannette Jara y José Antonio Kast corriendo en la segunda vuelta. Por favor, apreciado viejito, no te hagas ahora el leso con los regalos de Navidad. Ya hartas votaciones hemos tenido y falta una en diciembre. Así que planifica bien para traerme un lindo obsequio navideño.
Parece que tus finanzas no dan para pedirte un reloj ultrainteligente o un scooter eléctrico. Podría ser algo de artesanía chilena, me encanta la de Rari. Se vende en las tiendas de Artesanías de Chile, aunque han cerrado varias, la fundación está en crisis. Mejor roguemos para que las parejas de los presidenciables Jara y Kast no lleguen con ideas luminosas (como aquella que no quería ser "ni primera ni dama") y dejen a la deriva una serie de fundaciones.
Pienso, más bien, en un regalo "comunitario". Como las concursantes de Miss Universo, que pedían como obsequio soñado "la paz mundial". Pero no te quiero estresar, viejito. La situación está difícil y quien mucho abarca poco aprieta.
Acorde con los tiempos, mi regalo no requiere de tanto presupuesto y seguro sale más barato que la promoción de Michelle Bachelet para la ONU. Quiero pedirte, viejito, una gran campaña pública para acabar -o disminuir- los malditos rayados que inundan nuestras ciudades (y más en tiempos electorales).
¿Te parece raro mi regalo? Date una vuelta por Santiago, Valparaíso, Iquique y otras urbes chilenas. Se vive una invasión oscura, peligrosa y deprimente, que desanima la vida en común y fomenta la suciedad y la delincuencia.
Cuesta entender la permisividad -durante años- frente a quienes tapizan muros rayando groserías y usan las cortinas metálicas de pizarrones. Hace cuatro años, rayaron el edificio donde el equipo de Boric se preparaba para asumir. Camila Vallejo estimó entonces que era una "totalmente legítima forma de expresión". Eso sí, pidió "ojalá encontrar otras maneras", pues era un inmueble de la Universidad de Chile.
Rayar no es un derecho -de ningún sector- y ojalá lo tengan claro Jara y Kast. Hay que subir las penas a los infractores y borrar pronto estos vandalismos. Este sábado vi a afanados funcionarios limpiando los muros del Archivo Nacional. Bien.
Pero también se debe prevenir y educar. Una campaña entretenida -con buenos creativos- debiera educar y transmitir claramente que los rayados dañan a la comunidad. Cierto, el nuevo gobierno deberá enfrentar problemas más graves. Pero pelear contra los rayados sería señal de un país más cuerdo y menos "rayado" que en etapas recientes.
No me falles, viejito pascuero. Me he portado bien (casi siempre).