Sin chilenos: Firmas de China, Corea del Sur y Europa disputan primeras obras del megapuerto en San Antonio
En enero deberán presentar sus ofertas para la construcción de un molo de abrigo y el dragado para una dársena, entre otros. Podrían asociarse con actores locales.
El filtro para participar en la licitación pública internacional de las primeras obras de construcción relacionadas con el Puerto Exterior -o megapuerto- de San Antonio fue exigente. De un total de 36 firmas interesadas -nacionales y extranjeras- en las denominadas "obras de abrigo" por US$ 1.950 millones, solo quedaron en carrera seis competidores de origen chino, surcoreano y europeo.
Estos tuvieron que demostrar a la estatal Empresa Portuaria San Antonio (EPSA) que contaban con un patrimonio mínimo contable de US$ 350 millones y, además, que en los últimos 30 años habían participado en construcciones portuarias de envergadura que involucraran inversiones de por al menos US$ 500 millones.
Los competidores
EPSA informó que en el marco de dicha licitación definió el listado final de empresas y consorcios precalificados que integran el registro para realizar las primeras obras de esta iniciativa.
En la lista final no hay empresas chilenas, pero sí un grupo de compañías internacionales conocidas. Se trata de las firmas Van Oord Dredging and Marine Contractors (Países Bajos); Jan De Nul (Bélgica) y China Harbour Engineering Company (China). Se suman el consorcio Dragados Sacyr Obras Portuarias, conformado por Sacyr Chile y Dragados Agencia en Chile (de España); el Grupo CRCC, integrado por China Railway Construction Corporation International Limited y CRCC Harbour and Channel Engineering Bureau Group Co. (China); y el Consorcio Acciona-Hyundai, compuesto por Acciona Construcción y Hyundai Engineering & Construction Co. (España y Corea del Sur). Estos seis competidores, tres consorcios y tres compañías individuales, suman un total de nueve entidades.
Todas estas empresas y grupos cumplieron "los estrictos requisitos técnicos y administrativos", señaló EPSA, y quedaron habilitados para presentar sus ofertas en la siguiente etapa del proceso de las obras de Puerto Exterior. El cronograma de la licitación considera la entrega de propuestas en enero de 2026 y la adjudicación del contrato en marzo de ese año.
Daniel Ruz , gerente de Puerto Exterior, confirmó que hubo empresas chilenas interesadas en precalificar, las que probablemente siguen conversando con los grupos extranjeros para integrarse a estos y participar en las ofertas. Explicó que el tamaño de las obras y la experiencia requerida complicaban a las nacionales, que necesitan de un socio internacional para competir.
Ramón Castañeda , gerente general de EPSA, valoró la cantidad de preseleccionados. "Empresas con capacidad para este dragado, estamos hablando de 16 millones de metros cúbicos, hay pocas en el mundo que tengan la maquinaria y experiencia. A la vez, las constructoras para proyectos de este tamaño son acotadas, con lo cual los seis precalificados es un número satisfactorio. No hay muchos procesos como este con los que se pueda comparar, es el primer proyecto de este tamaño en 100 años en Chile", comentó.
Trabajos y empleos
Esta licitación -previa a la futura concesión de los terminales del megapuerto- contempla la adjudicación de un contrato de obras para desarrollar un molo de abrigo de unos cuatro kilómetros de extensión, el dragado para la generación de la dársena y el canal de acceso, las explanadas, el acceso ferroviario con dos estaciones e instalaciones de faenas, junto con medidas de compensación y mitigación medioambiental. Esto implicará una inversión de EPSA de US$ 1.950 millones. En este contexto, el Banco de Desarrollo de América Latina y El Caribe, CAF, aprobó este año una operación de crédito por US$ 150 millones con garantía estatal.
Las primeras obras de construcción partirían la primera mitad de 2027 y demandarían unos 2.000 empleos en la construcción.
El plan global del megapuerto involucra inversiones por US$ 4.450 millones, de los cuales US$ 2.500 millones serán aportados por el sector privado, mediante concesiones para la construcción, habilitación y operación de los sitios.
El proyecto se desarrollará gradualmente en cuatro etapas y en plena operación tendrá una capacidad para transferir seis millones de teus al año, equivalentes a cerca de 60 millones de toneladas de carga. Podrá recibir en forma simultánea hasta ocho buques de 400 metros de largo. La primera etapa partiría en 2036.
CChC espera participación local
Alfredo Echavarría , presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), valoró que el proyecto "esté al fin tomando curso. Es evidente que toda demora que afecte a proyectos de infraestructura como ha sido en este caso, genera pérdida de oportunidades para Chile". Indicó que "tratándose de una licitación tan grande, es una buena noticia que lleguen consorcios extranjeros, porque eso refleja el interés del mercado internacional por Chile como destino de inversiones. Esperamos eso sí que muchas empresas chilenas estén también relacionadas con este proyecto a través de contratos asociados a estos consorcios".