Los casos de migraña aumentan casi 60% en el mundo, pero aún falta aprender a reconocerla
El envejecimiento poblacional, el alto nivel de estrés, mayor exposición a pantallas y a ruido por audífonos, así como el consumo de ultraprocesados, estarían impulsando el alza.
Quienes viven con migraña suelen reconocer cuando aparece: náuseas, dolor o presión en la cabeza y, a veces, un aumento repentino de la sensibilidad al ruido o a la luz.
Se trata de un tipo de dolor de cabeza que hoy afecta a más personas que en décadas anteriores, según un estudio global realizado por más de 50 investigadores. El trabajo -que analizó datos de 201 países y territorios- concluye que los casos de migraña han aumentado casi 60% entre 1990 y 2021 a nivel mundial, y que la tendencia continuará al alza hacia el 2050.
El análisis, respaldado por la Federación Mundial de Neurología, muestra que los casos pasaron de 732 millones en 1990 a casi 1.200 millones en 2021, con un aumento de los años con discapacidad por esta afección. Los datos se publicaron en la revista Cell Reports Medicine.
En Chile, se estima que el 12% de la población -más de dos millones de personas- vive con migraña, lo que convierte al trastorno en un motivo de consulta neurológica frecuente. Pese a ello, la patología aún está rodeada desconocimiento, estigmas y poco reconocimiento social, advierten expertos (ver recuadro).
Los autores del estudio atribuyen gran parte del aumento de los casos al envejecimiento de la población. Sin embargo, neurólogos locales apuntan también a transformaciones en el estilo de vida de las últimas décadas.
Estrés, mayor consumo de alimentos ultraprocesados -que pueden gatillar episodios en quienes tienen predisposición genética- y una exposición cada vez más intensa a estímulos como pantallas y ruidos fuertes a través de audífonos, figuran entre los factores que mencionan los expertos.
Adrenalina y cortisol
María Loreto Cid, neuróloga y presidenta de la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía de Chile, comenta que frente al estrés crónico, "se liberan múltiples neurotransmisores, como adrenalina o cortisol, en forma desordenada y permanente, lo que hace que se alteren las vías del manejo del dolor".
Eso, señala la especialista, "en un cerebro genéticamente predispuesto a sufrir migraña, puede hacer que esta se active, y en quienes ya la presentan, que las crisis sean más frecuentes".
Al mismo tiempo, "el estrés causa problemas para dormir, otra cosa que ahora también es común y que se relaciona con que se gatille la migraña", señala Silvia Barría, neuróloga de Clínica Santa María y académica de la Universidad de Chile.
Por otro lado, la masificación de alimentos ultraprocesados "que contienen ingredientes asociados con la migraña, como el glutamato monosódico o GMS (muy usado en sopas, aderezos y productos asiáticos envasados), también puede estar influyendo", plantea Barría.
Para Patricio Sandoval, neurólogo UC Christus, otro elemento relevante es que "en las últimas décadas han aumentado los estímulos a los que estamos expuestos, como mayor uso de pantallas o mayores niveles de ruido por medio de audífonos. Eso también es un gatillante".
El neurólogo explica que "el cerebro migrañoso se adapta mal a los cambios, se satura pronto de los estímulos y se genera la migraña".
Eso sí, los neurólogos destacan que hoy existe más información sobre la patología y mejores diagnósticos. "Antes las personas no consultaban, se conformaban con ir a la farmacia y el cuadro se normalizaba, tratándolo como cualquier dolor de cabeza", agrega Sandoval. Aún así, el subdiagnóstico persiste, aseguran los entrevistados. "Yo veo mucho esto en consulta, que los pacientes confunden los dolores de cabeza y muchas veces no reconocen la migraña. En general, a estos pacientes les cuesta consultar, lo hacen después de tiempo con dolor", comenta Barría.
Terapias
De allí la importancia de reconocer sus características para consultar a tiempo, enfatizan los expertos (ver infografía).
Algo positivo, subrayan, es que existen múltiples tratamientos. Según Cid, el manejo siempre comienza con hábitos.
"Debido a que el cerebro migrañoso tolera pocos cambios, se establecen rutinas de alimentación, horarios de sueño, hidratación durante el día y manejo del estrés", dice la neuróloga.
A eso se suma el tratamiento farmacológico, tanto para tratar el dolor como para prevenirlo. "Existen medicamentos antiinflamatorios y también se utilizan otros denominados triptanes, que son más específicos para migraña", precisa Sandoval.
El neurólogo agrega que también existen opciones inyectables y el uso de toxina botulínica -la misma usada en estética, pero en un protocolo distinto-, por lo que insiste en la importancia de consultar a un especialista para definir la estrategia más adecuada.
Estigma socialAunque la migraña es la principal causa de discapacidad en menores de 50 años, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los expertos coinciden en que aún se necesita generar conciencia sobre su impacto y consultar oportunamente para tener un tratamiento adecuado.
Muchas personas aún no ven la migraña como un factor que impide ir al trabajo o a la universidad a quienes la sufren. "Muchas veces no se reconoce lo invalidante que es", comenta Barría. "Pasa mucho que a los pacientes les dicen '!Ay¡ Ya está de nuevo con dolor de cabeza', sin darle la importancia. Lo que pasa es que el concepto de dolor de cabeza es amplio y ambiguo, pero para quien sufre específicamente migraña, esta puede ser muy discapacitante", enfatiza la neuróloga.