El juez de Crimen Organizado Fernando Islas imputó a su esposa, una empleada y su hijo por lavado de activos; dispuso prisión para las mujeres y una pericia física para el hombre
Redacción El País.Uruguay espera que la llegada de
Luis Fernando Fernández Albín desde
Argentina sea rápida. Las autoridades son optimistas y esperan que en los próximos días los trámites burocráticos estén listos y que el hombre de 38 años, con antecedentes por narcotráfico, llegue a Uruguay. Aquí lo vinculan al cargamento de 2.200 kilogramos de cocaína incautados en
Punta Espinillo en agosto y, aunque la sospecha la tuvieron desde el primer momento, los elementos que abonaron esa teoría llegaron cuando se logró analizar el contenido de los celulares de otros integrantes de la banda, dijeron fuentes al tanto de la investigación a El País.
Mientras en Argentina la policía de ese país detenía a Fernández Albín, en Uruguay se realizaban cuatro allanamientos que desembocaron en la detención de su esposa, una empleada y el hijo de ella. Este viernes, los tres fueron imputados por delitos de lavado de activos. Así lo resolvió el juez de Crimen Organizado de 1
er Turno
Fernando Islas a pedido de la
Fiscalía de Estupefacientes.
Él dispuso que ambas mujeres fueran a prisión preventiva una hasta el 8 de enero y la otra hasta el 24 de febrero y, en el caso del hombre, resolvió que se le realice una pericia física para saber si está en condiciones de ir a prisión. Fuentes al tanto de la investigación señalaron que el joven tiene varias discapacidades físicas.
En los allanamientos se incautaron tres vehículos marca Renault, Chevrolet y Volkswagen, varios teléfonos celulares y documentación.
Como ocurrió en el caso de Luis Alberto "Betito" Suárez, el ministro del Interior,
Carlos Negro, destacó la importancia de investigar conjuntamente el narcotráfico y el lavado de activos. "Seguimos en la senda de pegarle a las organizaciones criminales y pegarles donde más le duele, es decir, en los bienes, en el dinero", dijo en el acto del día del policía caído en el cumplimiento del deber.
"Nosotros no estamos dando señales. Estamos dando acciones, ejerciendo la autoridad, ejerciendo la función de la policía, pegándole a los criminales y a las organizaciones criminales. La respuesta de los criminales y la reacción de los criminales estamos acá para esperarla y para atenderla", complementó.
La detención de Fernández Albín
Este hombre, señalado por la Policía como uno de los "cabecillas" de los grandes grupos narco en Uruguay, había salido de la cárcel en junio luego de haber cumplido pena por su participación en el primer atentado a oficinas del Instituto Nacional de Rehabilitación en 2024 balearon la sede y dejaron una nota que decía "Mendoza, los presos se respetan" y por tenencia de arma de fuego. A los pocos días cruzó a Argentina.
Finalmente, fue detenido este jueves en el barrio porteño de Flores. Se alojó en un apartamento y se desplazaba en dos vehículos diferentes, una camioneta y un auto. Uno de ellos, los guardaba en una cochera ubicada a una cuadra.
La Policía argentina montó un operativo de vigilancia de 24 horas que incluyó cámaras, dispositivos GPS y triangulación de antenas. Con su ayuda, lograron detener a Fernández Albín cerca de la cochera. En su domicilio, se incautó 8.500 dólares, 5.500 pesos argentinos, 2.700 pesos uruguayos, tres celulares, una pulsera, dos cadenas, un reloj, un pasaporte argentino, licencias de conducir, varias tarjetas de débito y crédito, una camioneta y otros documentos, informaron las autoridades argentinas en una misiva a la que accedió El País.
El cargamento por el que fue detenido
La Justicia uruguaya libró una orden internacional para su detención por su presunta participación en una organización criminal que vinculan a Sebastián Marset y que habría sido la responsable de querer enviar un cargamento de 2.200 kilogramos de cocaína a Europa. Los paquetes con droga fueron encontrados por la Policía enterrados en un galpón de una modesta chacra en
Punta Espinillo. Hay otras cinco personas imputadas por su vinculo con el hecho.
Había tres tipos de estampa. Una con un símbolo musical, otra con el logo de la marca de lujo, Hermés, y otra con letras chinas, que significaban "Hong Kong". La estampa con la marca se ha encontrado en envoltorios de cocaína en países como Brasil, Ecuador y Honduras.