La dispar semana poselecciones de los activos chilenos
El peso y el IPSA se vieron agitados, con el dólar pasando desde $930 a $910 el lunes, para luego cerrar la semana en $941, mientras el selectivo iba conteniendo el optimismo inicial. Una excepción estuvo en los bonos, donde las tasas cayeron a la expectativa de un nuevo ciclo político.
La celebración, en algunos casos, duró solo minutos. El lunes pasado, el peso chileno parecía destinado a valorizarse hacia los $900 por dólar, desde los $930 a los que cerró previo a las elecciones presidencial y parlamentaria. Tras unos comicios apuntando decididamente a un cambio de ciclo político, las primeras negociaciones llevaron a la divisa estadounidense a desplomarse hasta los $910, un nivel que, sin embargo, fue visto por el mercado como una gran oportunidad de compra. En dicha jornada, el dólar cerró en $923, tras lo cual no hubo caídas adicionales. Así, el viernes, y tras saltar $13,8, el dólar finalizó en $941, en un período en el que el dólar global tocó máximos en seis meses.
La historia fue algo distinta para las acciones locales. El lunes, el IPSA registró un avance mayor al 3%, pero luego el mercado tomó algunas ganancias. Es que entre los agentes comenzó a instalarse una segunda lectura en torno a los resultados del domingo 16 de noviembre. "La pérdida de mayoría absoluta en las dos cámaras de la derecha ha generado un cambio de expectativas de largo plazo, debido a que las reformas necesarias para que el país vuelva a crecer no están garantizadas", dice Ángel López, gerente general en Valentinus Capital
"Podemos destacar que el efecto elecciones fue incorporado en el IPSA el día lunes, cuando llegó a subir un 3,14% y sobrepasó los 9.900 puntos", dice Guillermo Araya, gerente de estudios. Sin embargo, las preocupaciones en Wall Street, particularmente en torno a una potencial burbuja en las valorizaciones asociadas al frenesí por la IA (inteligencia artificial), así como minutas de la última reunión de la Fed que descartaron, por momentos, la esperanza de un recorte de tasas de interés en EE.UU., contagiaron de paso la Bolsa de Santiago, señala. El IPSA, con todo, escaló 2,34% en la semana.
"Fue una primera semana positiva para el IPSA poselecciones; sin embargo, vemos que el escenario externo terminó opacando el alza que podrían haber tenido las acciones locales", dice Raúl Abatte, managing partner en Cordillera Advisory.
Pero entre los activos chilenos hubo una gran excepción a los vaivenes: "En renta fija, la reacción fue claramente positiva", dice Ramón Domínguez, portfolio manager en MBI, respecto a una categoría en donde las bajas de tasas reflejan alza de precios. "El viernes, previo a la elección, el BTU28 cerró en UF+2,07% y el viernes se transaba en torno a UF+1,97%, lo que implica una caída de 10 puntos base", destaca. "Al comparar con el movimiento del Treasury a 10 años, que bajó de 4,14% a 4,09%, parece razonable atribuir cerca de cinco puntos base de ese ajuste a factores externos y el resto, al componente local asociado al proceso electoral", plantea.
El factor externo y la segunda vuelta
Los activos chilenos reaccionaron de forma dispar a las elecciones del pasado domingo. Ciertamente, la mayor venta de activos desde abril en Wall Street -que comenzó la semana previa y dio paso a un repunte a fines de esta semana- fue relevante en contener la fiesta, pero el resultado en el Congreso también enfrió la celebración. Aun así, tanto el IPSA como los bonos cerraron el período con tono positivo.
"En lo local, hay un mayor nivel de confianza respecto de la continuidad del escenario que se venía anticipando en las encuestas, sin cambios bruscos en la segunda vuelta", dice Jorge Tolosa, operador de renta variable de Vector Capital. "Solo un giro relevante -como una ampliación inesperada de la ventaja de Kast o una mejora marcada en las encuestas para la candidata Jeannette Jara- podría reconfigurar la percepción de los inversionistas", añade.
"Las principales reflexiones para nosotros son dos: en primer lugar, un escenario de segunda vuelta con un triunfo de Kast como el más probable", dice Raúl Abatte. "En segundo lugar, un Congreso que sería neutral para un eventual gobierno suyo, que si bien es cierto no es el mejor escenario, de todas formas es mejor que lo que se esperaba hace unos meses", agrega.
En este escenario, "seguimos con una visión positiva en acciones locales, con una recomendación de sobreponderar, ante múltiplos que siguen siendo atractivos versus su historia", complementa Abatte.
"En síntesis, la reacción política fue positiva, pero el mercado volvió a moverse principalmente al ritmo del escenario internacional", dice Francisco Huilipan, CEO en Traders Academy. "El mercado concluyó que el resultado electoral disminuye riesgos y despeja el panorama institucional, pero también entendió que el avance del IPSA dependerá más de lo que ocurra afuera que de factores domésticos", complementa.
"Tras absorber el impacto inicial de las elecciones, el mercado quedó mirando principalmente el escenario externo", coincide Tolosa. "De aquí al 10 de diciembre, cuando se conozca la decisión de política monetaria de la Reserva Federal, la bolsa chilena va a estar muy marcada por los datos económicos de EE.UU., las tasas de interés y la discusión sobre si los papeles tecnológicos -especialmente los ligados a inteligencia artificial- están sobrevaluados o no".
A nivel local, Guillermo Araya le otorga entre un 90% y 95% de probabilidades a un triunfo de Kast en segunda vuelta, "siempre y cuando no se cometan errores. La ausencia a debates podría obedecer a evitar cometer errores, pero no asistir también podría ser considerado un error", dice el gerente de Renta4.
Menor peso relativo
Lo más llamativo, en cuanto a reacciones poselecciones, pareció observarse en el peso chileno. Es que, pese a que varios anticiparon un dólar encaminándose hacia los $900 con la confirmación de un cambio de ciclo político, la divisa ahora es más cara para los chilenos que a fines de la semana previa: $941 vs. $930.
La moneda local pareció absorber lo peor de ambos mundos. "El peso chileno está recogiendo la incertidumbre asociada a los acuerdos que puede alcanzar el Congreso ante una eventual elección del candidato de derecha, pero también la apreciación del dólar global", dice el economista Juan Ángel San Martín. "En la medida que se anticipen acuerdos y avances, por parte del Congreso, que apunten a mayor crecimiento económico, reducción del déficit fiscal y crimen organizado, el tipo de cambio va a ir convergiendo a su nivel de fundamento que está en torno a $900 por dólar", añade.
Diego Barnuevo, analista de mercados de Ebury, coincide en el diagnóstico. "El motivo de esta corrección ha sido la composición resultante en ambas cámaras del Parlamento. La derecha se verá forzada a negociar a lo largo de la legislatura", sostiene. En este marco, "el partido de Parisi, quien todavía no ha respaldado la candidatura de ninguno de los dos, será clave para la aprobación de las propuestas legislativas del próximo gobierno. Ante un Parlamento más equilibrado de lo esperado entre izquierda y derecha, resulta lógica una reacción tan tibia del peso. En este sentido, la manera en la que se decanten los apoyos del centro político será clave para los mercados y la divisa local", concluye.