La crianza uruguaya analizada a través de los números en Maroñas durante los últimos 20 años
Como lo han hecho, cuantos son y como compiten ante brasileños y argentinos según lo que nos dicen las estadísticas.
Mucho se habla de la "invasión" brasileña que vive Maroñas. Es cierto, hay jockeys, entrenadores, studs y criadores de aquel origen que consiguen muchos y muy buenos resultados.
Desde donde más se insiste con el tema es desde criadores, por eso nos pusimos a sacar números y a analizarlos para ver desde esa perspectiva qué nos está diciendo el mercado en cuanto al origen de los caballos que compiten en nuestro máximo escenario, el hipódromo Nacional de Maroñas.
Para el estudio se tomaron los últimos 20 años, es decir, desde 2006 hasta este 2025 al que aún le faltan cinco semanas para terminar.
En cuanto a los caballos uruguayos, eran 1346 en aquel 2006, para 2011 llegaron por primera vez a 1800 ejemplares y en torno a esa cifra se mantuvieron hasta el 2021 cuando fueron 1750. El récord fue para 2013 con 1834 y en estos años nunca se bajo de 1700. Sin embargo a partir de 2022 hay un marcado descenso hasta los 1596 del año pasado. En esta temporada hay un repunte con 1636 pero aún lejos de los 1800. El dato, en este y en todos los casos refiere a cuantos caballos participaron de al menos una carrera en Maroñas durante la temporada.
Los ejemplares brasileños oscilaban entre 167 y 202 durante la temporada del 2006 al 2015. A partir de 2016 se da un incremento fuerte y se llega al máximo de 379 en 2019. Sin embargo, a partir de allí comienzan a bajar y en las ultimas cinco temporadas están estabilizados en torno a los 300 ejemplares por temporada. De hecho el año pasado fueron 298 y este año van 290.
Los argentinos en tanto ocupaban un lugar importante en 2006 cuando eran 188 pero rápidamente perdieron peso hasta estar muchos años en torno a los 60 ejemplares por año. En 2021 comenzaron a subir, se aceraron a los 100 y atención, en este año ya son 144.
Entonces mientras los ejemplares brasileños pasaron de ser 379 en 2019 a ser 290 en 2025, los argentinos crecieron desde los 60 equinos en aquel mismo 2019 hasta 144 hoy, un incremento de casi el 150% del que nadie habla. En cambio, pese a que los ejemplares brasileños perdieron terreno, la sensación es que invaden el mercado y Maroñas.
En cuanto a la cantidad de ejemplares, Maroñas pasó los 2000 por primera vez en 2011 y se ha mantenido siempre por arriba de ese número, sin embargo tras el récord de 2250 en 2019, hoy tenemos 2070 y el año pasado fueron solo 2023.
Porcentualmente los caballos uruguayos eran menos del 80% en 2006 y 2007, tras ello crecieron hasta estabilizarse en el 87% del mercado entre 2012 y 2015. Ese porcentaje no se sostuvo y han ido cayendo hasta el 79% que se ha repetido durante las últimas tres temporadas.
Los brasileños nunca han sido menos del 9%, tuvieron su pico en 17% en 2019 y ahora llevan seis años entre el 14 y el 15% del mercado.
Eso sí, el análisis de los uruguayos cambia cuando vemos al Phillipson. Su producción ha crecido constantemente hasta marcar un récord este año con 144 ejemplares. De esta forma el 8% de los caballos uruguayos los produce el haras de capitales brasileños que funciona en Solis de Mataojo.
Entonces acá encontramos una alerta, si restamos la producción del Phillipson de cada año, el resto de los haras uruguayos han pasado de los 1800 caballos participantes en Maroñas por temporada a mediados de la década pasada a estar en el entorno de los 1500. Ese un descenso considerable y preocupante si tenemos el objetivo de realizar cada vez más carreras.
Son números que dicen mucho y cada uno sacará sus propias conclusiones en base a ellos.
En los clásicos el cambio es grande
Si el análisis lo centramos exclusivamente en los clásicos de Maroñas, acá, el cambio es grande y sí, los ejemplares uruguayos y por ende los haras de nuestro país han perdido peso. En este caso el análisis lo vamos a hacer con los ganadores clásico de cada generación, comenzando por el 2000 y terminando en la última que debutó, la 2022, siempre considerando solo clásicos de Maroñas.
Si bien hubo excepciones, como la generación 2013 cuando solo 47% de los ganadores clásicos eran uruguayos, en nuestras praderas nacía de media el 70% de los ganadores clásicos, con récord del 83% en los 2010.
Actualmente llevamos cuatro de las últimas cinco temporadas en torno al 50% y eso se agrava aún mas si consideramos que el Phillipson cría buena parte d e esos ejemplares. En la generación 2021, seis de los 19 uruguayos que ganaron clásicos nacieron en el haras de la familia Steinbruch. Y en 2022 con el fenomenal Midshipman aportaron cuatro de los 10 ejemplares. Entonces los haras que se perciben como "100% uruguayos", más allá de que este es un concepto muy discutible, han aportado en dos temporadas apenas 19 ganadores clásicos en Maroñas. En ese mismo lapso Brasil aportó 26 ejemplares. Argentina en tanto solo aportó 2.
La crianza uruguaya afronta desafíos grandes, en cuanto a cantidad y sobre todo calidad, competir y ganar en los clásicos se vuelve cada vez más complicado e inaccesible.
Cambio de época
Para aportar más al análisis, vale conocer los números que las estadísticas de criadores arrojan y aquí es conveniente segmentar por cantidad de triunfos obtenidas cada temporada en Maroñas.
Desde 2006, primer año de la muestra, hasta 2017, el haras Don Alfredo dominó nuestro turf, con varias temporadas en torno a los 100 triunfos y con un récord en 2014 de 133. Tras tres años de liderazgo de la Horqueta, ahora es la época de Phillipson que lleva seis años ganando y que este año por primera vez ha alcanzado los niveles del Don Alfredo. Lleva ya 111 triunfos.
Entonces no es extraño para nuestro turf tener un haras dominante. Sin embargo, atrás del número 1 si vemos cambios. Por ejemplo, pasamos de menos de 200 criadores ganadores a fines de la década del 2000 a tener hoy siempre más de 230.
Otro cambio es que hasta 2016 eran tres o cuatro los haras que ganaban más de 50 carreras, hoy, eso solo lo hace el Phillipson y por eso su liderazgo se nota tanto. Esa baja que se ha dado en el segmento principal no se nota si nos centramos en haras con entre 11 y 50 triunfos, un número que siempre ha estado en torno a los 20 y allí sigue. Mientras que los que ganan entre una y 10 llevan desde el 2010 oscilando en torno a los 200.
Entonces los cambios son dos marcados, Phillipson ocupando el vacio que dejó Don Alfredo mientras que ningún haras puede ocupar el lugar de aquellos que producían 50 o 60 ganadores, ese tipo de haras hoy no existe.