"Mi madre, Ana Bolena", un potente texto con dos excelentes actuaciones

Tres monólogos habían sido hasta ahora las incursiones en la dramaturgia del periodista Juan Antonio Muñoz. Todos sobre personajes históricos. William Skakespeare, en "El sueño de Shakespeare" (2022); María Callas, en "La última noche de Maria Callas" (2023), y la Virgen María, en "María, Mater Dei" (2024). Ahora el autor se autoimpone un desafío mayor con una obra con más personajes. Se trata de "Mi madre, Ana Bolena", que presenta el encuentro ficticio entre Isabel I de Inglaterra (1533-1603) y su madre, Ana Bolena (1501-1536).
Esta producción de la Corporación Cultural de Las Condes presenta una trama situada en el Palacio de Richmond, en Inglaterra, la noche del 24 de marzo de 1603. Isabel I, quien ha reinado su nación durante 44 años llevándola a la prosperidad, se encuentra, a sus 69 años, afectada de salud, agoniza y en medio de signos de lucidez y delirios se le aparece el fantasma de su madre, quien murió a los 35 años decapitada. Esto luego de un juicio viciado en que pese a declararse inocente fue acusada de adulterio, traición, incesto y brujería. Todo esto instigado por su marido, el rey Enrique VIII, quien no le perdonó no haberle dado un hijo varón.
Ambas mujeres prácticamente no se conocieron, ya que al morir Ana, Isabel tenía poco más de dos años. Luego, fue coronada como reina de Inglaterra. Más que cuentas pendientes, requerían tener un reconocimiento, un acercamiento o como dice el texto, lograr el principio de la paz para las dos.
En el diálogo que surge entre Ana e Isabel I, con las preguntas que antes no se pudieron hacer, se cruzan abiertamente los temas del poder, el amor, el legado, la traición, la culpa y el sacrificio. Se puede afirmar también que por lo expuesto -dos mujeres poderosas, que desafiaron a su tiempo y se caracterizaron por su insolencia y determinación-, es también una obra feminista, pero en el buen sentido del término. "Para ser reina entre hombres, no se puede ser cobarde", señala en un momento Isabel. En medio de su conversación surge además la voz en off de Enrique VIII (Sandro Larenas), el hombre que marcó sus vidas.
Juan Antonio Muñoz entrega un muy buen trabajo. Se nota su conocimiento, interés y la investigación efectuada en torno al tema. Hay muchos datos que motivan a interesarse en conocer aún más sobre estas dos mujeres.
La dirección, al igual que en sus tres piezas anteriores, está a cargo de Claudio Pueller. Monserrat Catalá es la responsable del adecuado vestuario y práctica escenografía. Esta última es simple pero útil a lo que se busca dar realce: el texto y la representación. Como telón de fondo, una tela semitransparente, que lleva dibujos de época, a lo que se suma una mesa y silla, que hacen las veces del dormitorio de la soberana.
Los roles protagónicos están a cargo de Ana Reeves (Isabel I) y Katty Kowaleczko (Ana Bolena), dos de las mejores actrices de nuestro medio. Ambas entregan una vez más una sobresaliente y conmovedora interpretación, en que aquí lucen su emotividad y gestualidad. Sus registros vocales son claros y, a la vez, intensos, con los que logran transmitir con excelencia sus parlamentos.
Las dos protagonistas de este montaje, Ana Bolena e Isabel I de Inglaterra, han servido de inspiración a muchas producciones cinematográficas y teatrales. Aquí, se las muestra con un enfoque original e interesante.
"Mi madre, Ana Bolena", de 50 minutos de duración, es corta, pero contundente. Un potente texto, sustentado en dos grandes actuaciones. Muñoz da un nuevo avance en su carrera teatral y los beneficiados son los espectadores.
Centro Cultural Las Condes. Funciones viernes y sábados, a las 20:00 horas, y domingos, a las 19:00. Hasta el 7 de diciembre.