Lunes, 01 de Diciembre de 2025

Agricultura en la macrozona sur: costos de siembra se disparan 300% y superficie plantada cae 50%

ChileEl Mercurio, Chile 30 de noviembre de 2025

Empresarios agrícolas advierten que debido a la inseguridad, bajaron las plantaciones en los últimos 10 años y que costos de siembra de trigo pasaron de $500 mil la hectárea a $2 millones. La macrozona produce el 48% de este cereal que se consume a nivel nacional, el 35% de la carne y el 20% de la fruta. Jessica Marticorena

B ajo un amplio operativo de seguridad, escoltados por Carabineros, contingente militar y PDI, los agricultores de la macrozona sur se preparan para iniciar la temporada alta de cosecha. El repunte evidenciado en los últimos 60 días de ataques incendiarios y atentados a predios agrícolas reactivó una preocupación que los agricultores enfrentan desde hace años, y que ha repercutido en un explosivo aumento de costos de producción y en una caída de las hectáreas plantadas y sembradas.
"Con el estado de excepción constitucional y la Ley de Usurpaciones, se reconoce que, en promedio, la violencia ha bajado, no así la gravedad; no ha disminuido el nivel ni la intensidad de la violencia. Pero, en los últimos dos meses, hemos visto un recrudecimiento de la violencia, hemos tenido hechos violentos mucho más frecuentes, ha aumentado el número de atentados. Y lo preocupante es que esto ocurre cuando está empezando la temporada de cosechas, que es una época muy crítica para el sector", expone Antonio Walker, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA).
Y acota: "No puede ser que en el siglo XXI tengamos que cosechar con protección policial, un país productor y exportador como Chile".
Desde el Ministerio de Agricultura responden a la inquietud empresarial. "El Gobierno desarrolla una intensa labor intersectorial en la macrozona sur destinada a resguardar e impulsar la producción agrícola. En el marco del estado de excepción constitucional vigente, la Región de La Araucanía ha experimentado un avance sostenido en materia de seguridad pública.
En los últimos tres años, los hechos de violencia rural han disminuido en un 67%, lo que representa cerca de 700 eventos evitados gracias a una acción estratégica orientada a fortalecer la presencia territorial, mejorar la capacidad operativa y consolidar una respuesta más eficaz frente a los delitos que afectan a las comunidades rurales".
Desde la cartera agregan que "a mayo de este año, los registros muestran un 49% menos de hechos violentos en comparación con el mismo período del año anterior, consolidando una tendencia descendente que confirma que cada esfuerzo y recurso invertido en seguridad ha generado resultados concretos: más protección, mayor confianza ciudadana y mejores condiciones para el desarrollo local".
Y explican que en diciembre se iniciará la inscripción para el plan de acompañamiento a las cosechas, destinado a brindar resguardo y protección durante la temporada. "Junto a este trabajo intersectorial en materia de seguridad, el Ministerio de Agricultura impulsa diversas iniciativas para fortalecer la resiliencia económica y la continuidad productiva".
La nueva zona frutícola de Chile es la macrozona sur
Conocida como "el granero de Chile", la macrozona sur concentra grandes plantaciones de trigo, avena y raps, "con 400 mil hectáreas sembradas, donde el 50% es trigo. Una zona con una agricultura pujante, que involucra la cadena trigo-harina-pan, que es esencial para la alimentación de la población de Chile", subraya Walker.
Adicionalmente, la fruticultura se ha extendido a las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía, con plantaciones de avellano, manzanas, cerezas y berries . "La nueva zona frutícola de Chile es la macrozona sur, que hoy representa entre el 15% y el 20% de lo que consume el país, pero con un potencial muchísimo mayor", destaca el titular del gremio.
Ahí también hay producción de carne y de leche, "sectores importantísimos que están pasando por un muy buen momento, y hay que aprovechar esta oportunidad para recuperarse de los malos años previos, lo que se pone en riesgo con el repunte de la violencia, que se ha desplazado a las zonas rurales", apunta Walker. Estima que hay 12 mil hectáreas que no son productivas, por la inseguridad.
El timonel de la SNA resalta que la zona, por su potencial agrícola, ha despertado el interés de inversionistas, donde "hay fondos de inversión mirando en qué zona plantar, y la macrozona sur tiene atributos naturales excepcionales, como la disponibilidad de agua, no tiene temperaturas tal altas como las hay en la zona central, tiene suelo, y el que sigamos creciendo ahí dependerá del orden público, de la seguridad, de la certeza jurídica. Siempre se habla de proteger la infraestructura crítica del país, y en la seguridad alimentaria es importante resguardar la infraestructura de caminos, las obras de riego, los molinos, porque no se puede alterar la cadena alimentaria, es vital".
Gastón Caminondo, presidente del Consorcio Agrícola del Sur (CAS) -asociación que reúne a siete gremios agrícolas ubicados entre las regiones de Ñuble y Los Lagos-, también muestra preocupación por el rebrote de la violencia. "No podemos normalizar estar cosechando protegidos por Carabineros, militares y PDI. Eso no pasa en ningún país que se precie de ser potencia agroalimentaria. Ya llevamos más de 20 años enfrentando la violencia, y hay que erradicar de una vez por todas al narcoterrorismo. Ha recrudecido, porque estamos en época de cosecha y en período eleccionario".
A pesar de eso, apunta, es una zona que tiene mucho que ofrecer desde el punto de vista agrícola. "Aquí se produce el 48% del trigo que se consume a nivel nacional y el 35% de la carne que se demanda".
La inseguridad en la zona ha repercutido en un aumento de costos de producción. Si antes se invertían $500 mil para sembrar una hectárea de trigo, "hoy estamos cercanos a los $2 millones", explica Caminondo. Detalla que se han debido reforzar con cámaras, drones, sistemas tecnológicos para evitar robos de maquinaria y equipos, además de seguridad privada.
También influye la escasez de mano de obra en las faenas de temporada -"porque nadie quiere ir a trabajar y exponerse por temor a la inseguridad"-, sumado al alza de los insumos y materias primas, como la energía y los fertilizantes.
Superficie sembrada cae 5% anual
La semana pasada, la Sociedad de Fomento Agrícola de Temuco (Sofo) abordó el tema de la seguridad y su impacto en la agricultura, teniendo en cuenta que ese sector de la Novena Región representa el 9% del PIB nacional, con unas 200 mil hectáreas de cultivos, donde "al menos cinco millones de personas en Chile comen pan que se produce con trigo de La Araucanía y el 60% de la avena se produce acá", destaca el secretario ejecutivo de Sofo, Carlo Rojas. Cuenta que dado lo relevante de la zona, en noviembre de 2026 se realizará en Pucón, y por primera vez en Latinoamérica, el congreso mundial de avena.
Sin embargo, el dirigente pone de relieve que la superficie sembrada de cereales ha ido disminuyendo consistentemente durante una década, "ha caído en torno al 5% anual en los últimos 10 años, porque la inseguridad es fundamental y no hay recambio generacional, a los jóvenes no les interesa quedarse en el campo".
Pese a lo anterior, advierte que los predios agrícolas han enfrentado otras dos dificultades. Una de ellas, el reavalúo. "El último fue en 2024, y en algunos casos en La Araucanía hay predios que han aumentado hasta en 200%. Por ejemplo, hay casos en que un predio el 2019 estaba tasado en $200 millones, el 2020 en $400 millones y en 2024 en $800 millones", detalla Rojas. Agrega que "el Estado asume que cada cuatro años, el sector agrícola es capaz de incorporar tecnología para poder enfrentar una carga tributaria, como el aumento del reavalúo, que va a decantar en un impuesto territorial, que son las contribuciones. El criterio de Impuestos Internos incorpora el potencial de uso del suelo, no el uso efectivo".
A nivel comercial, la realidad es distinta. El gerente general de la firma de tasaciones y servicios inmobiliarios Arenas & Cayo, Teodosio Cayo, subraya que "para compra-venta, ha habido una caída de entre 20% y 25% de los valores de predios de uso agrícola, por el potencial de aprovechamiento del terreno; se vuelven zonas muy complejas desde el punto de vista del uso de los recursos y de la producción. Ha habido un deterioro por el tema de la seguridad".
Otra complejidad para los agricultores de la zona es la carencia de seguros para máquinas, equipos y vehículos, donde "las compañías que aseguran, que son muy pocas, no aseguran contra terrorismo, y no hay seguros que permitan a los agricultores recomponerse después de un atentado", asevera Rojas.
Fuentes consultadas de la industria aseguradora explican que no hay una gran penetración en la industria agrícola y que del total de seguros generales, el sector agrícola representa menos del 1%.
Las compañías que aseguran, que no son muchas, admiten desde el rubro, ofrecen seguros de la mano de Indap, "donde los créditos llevan asociado un seguro".
"En los últimos dos meses, hemos visto un recrudecimiento de la violencia. Y lo preocupante es que esto ocurre cuando está empezando la temporada de cosechas, una época muy crítica para el sector". ANTONIO WALKER, PRESIDENTE SNA.
"En los últimos tres años, los hechos de violencia rural han disminuido en un 67%, lo que representa cerca de 700 eventos evitados". MINISTERIO DE AGRICULTURA.
No podemos normalizar estar cosechando protegidos por Carabineros, militares y PDI. Eso no pasa en ningún país que se precie de ser potencia agroalimentaria". GASTÓN CAMINONDO, PRESIDENTE DEL CONSORCIO AGRÍCOLA DEL SUR.
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