Lunes, 01 de Diciembre de 2025

La falta de profesores hombres tiene su costo: suma estereotipos y agrava la escasez docente

ChileEl Mercurio, Chile 1 de diciembre de 2025

La desproporción de género también limita la diversidad de referentes para los alumnos e impacta en la satisfacción laboral de quienes ejercen en los colegios, advirtió durante su visita a Chile el académico australiano Kevin McGrath, experto en el tema.

En las últimas dos décadas, la planta docente de educación básica en Chile casi se ha duplicado, correspondiendo el 85% de ese crecimiento a mujeres profesoras: por cada nuevo profesor hombre, se calcula que hay seis de ellas.
"Australia y Chile tienen una representación masculina similar dentro de las escuelas. Menos del 20% de sus profesores de enseñanza básica son hombres y debido a que esa representación varía según el establecimiento, puede que algunos colegios no tengan ninguno o que la única figura masculina sea el director", comenta Kevin McGrath, académico de la Australian Catholic University (Sídney) y referente en estudios sobre equidad de género y hombres en las salas de clases.
En el marco del proyecto Fondecyt "¿Por qué tan pocos?" -liderado por Marianela Navarro, académica de la Escuela de Educación de la U. de los Andes y en el que se analizan los factores que inciden en la participación de ellos en la educación básica a nivel país-, McGrath estuvo la semana pasada en Chile, donde participó como expositor en un seminario que abordó los primeros resultados de esta investigación.
"No se puede atribuir la falta de hombres a un solo factor, sino a la combinación de varios. También es importante saber que en la mayoría de los países ellos tiene una tasa de rotación mayor que las profesoras: no solo son menos los que ingresan a la profesión, sino que también son más los que la abandonan si se les compara con las mujeres", explica.
Otras opciones
Un primer factor que aleja a los hombres del aula de educación básica se relaciona con "las expectativas sociales sobre quién pertenece a la profesión docente", dice el académico australiano. Al tratarse de un trabajo que involucra a niños, "se relaciona más estrechamente con rasgos estereotípicamente femeninos".
Influye también el estigma del abuso sexual, que suele estar asociado con el sexo masculino.
"Es un argumento que se repite: decir que no hay muchos hombres porque no se ve apropiado que trabajen con menores, porque no querrían ser acusados de abuso infantil ni nada parecido", indica McGrath.
Si bien para muchas personas este podría ser un factor que predomina a la hora de no optar por la carrera, lo cierto es que al hacer un análisis más exhaustivo, "en realidad, son los factores económicos los que aparecen como una de las razones más sólidas para que los hombres no elijan la docencia", señala el investigador.
La explicación aquí -continúa- es que los hombres tienen más opciones de empleo mejor remunerado en otras industrias, siendo las razones financieras las más convincentes para explicar su deserción. "Las mujeres ganan aproximadamente lo mismo que en otra profesión con un nivel de cualificación similar. Por lo tanto, las mismas razones no serían tan válidas para ellas".
Aunque McGrath reconoce que los salarios de los profesores en Chile han ido al alza en los últimos años, al mismo tiempo "ocurrió que los salarios de otras industrias crecieron también. Y lo hicieron a un ritmo mucho más rápido que lo que ocurrió en la docencia", señala.
Asimismo, un factor que también desincentiva que ellos lleguen al aula tiene relación con que a los hombres se les suelen asignar estudiantes más disruptivos, según muestran diversas investigaciones.
"Es muy común que se considere que los hombres son más adecuados si se trata de roles disciplinarios", dice a modo de explicación el académico, agregando, entre risas, que eso "no tiene mucho sentido".
Ya más serio, añade: "Tanto hombres como mujeres suelen abandonar la profesión docente debido a la alta carga de trabajo que implica, los salarios bajos y las conductas disruptivas de sus estudiantes. Así que, al experimentar este tipo de comportamientos de forma desproporcionada, siendo asignados a estos alumnos con más frecuencia, no es raro que los hombres piensen 'podría hacer algo diferente; esto no es para mí. Es demasiado'".
¿El problema? Cuando el porcentaje de hombres y mujeres es desproporcionado, toda la comunidad puede sufrir consecuencias.
"Un equilibrio entre profesores hombres y mujeres significa que los estudiantes tienen más probabilidades de ver a docentes similares a ellos, lo que contribuye a generar un sentido de pertenencia en la escuela", destaca McGrath. "Cuando los colegios tienen un equilibrio entre docentes hombres y mujeres, estos tienden a tener una mayor satisfacción laboral y son menos propensos a sufrir un trato diferenciado. También cambia la percepción de la enseñanza, valorando tanto las cualidades masculinas como femeninas, y reduciendo los estereotipos".
Un punto clave a tener en cuenta es que a nivel global "se estima que se van a necesitar más de 40 millones de profesores adicionales de aquí a 2030. Si estamos trabajando, de manera predominante, con solo la mitad de la población, nos veremos realmente limitados en la manera de cubrir esas vacantes. Para abordar la escasez de docentes, tenemos que ampliar la reserva de talentos y mirar más allá de la contratación de mujeres. Si no logramos tener empleados en el área, tendremos una falla grave en la educación, y eso supone tener un problema en el pilar fundamental que sostiene a la economía y a la sociedad".
Chile no es ajeno a esta realidad: datos de Elige Educar estiman que este año hicieron falta 26 mil profesores idóneos. Es decir, formados profesionalmente para ejercer en sus cargos.
MedidasEl proyecto Fondecyt "¿Por qué tan pocos? Analizando los obstáculos y facilitadores que inciden en la participación de profesores hombres en educación básica" contempla tres años de investigación. En su primera etapa, en 2024, el foco estuvo puesto en los profesores en ejercicio. Hoy -en su segundo año- se trabaja a través de encuestas y entrevistas con docentes en formación, y para el último año se hará con estudiantes de colegios (y su entorno) previo a la toma de decisión sobre sus carreras.
Al ser consultada por medidas concretas para que Chile avance en atraer y retener a más hombres en Pedagogía en Educación Básica, Marianela Navarro, académica de la U. de los Andes e investigadora principal de este estudio, menciona "campañas de orientación vocacional que cuestionen la idea instalada de que 'la educación básica es un trabajo de mujeres'; mayor visibilidad de docentes hombres como modelos para los jóvenes; apoyos institucionales durante la formación inicial para enfrentar la vigilancia y las sospechas que muchos estudiantes hombres dicen experimentar en sus prácticas, así como protocolos y formación docente que reduzcan la estigmatización". La especialista además señala la necesidad de avanzar "en políticas públicas que promuevan que los hombres también pueden cuidar y educar".
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