La avellana : una gran oportunidad para Chile

El jueves 20 de noviembre pasado asistí al lanzamiento del libro "La avellana, el sabor que conquista al mundo", organizado por la Sociedad de Fomento Fabril. Su autor -Christian Chadwick- narra amenamente la fascinante historia del desarrollo del cultivo de este fruto seco tanto en Chile como en el mundo.
En el libro se explica que el cultivo de la avellana europea (Hazelnut) comenzó en Chile en 1995 por iniciativa de la filial chilena del Grupo Ferrero, una empresa italiana de alimentos dulces con marcas emblemáticas tales como Nutella®, Kinder® o Ferrero Rocher®. En menos de una década, su cultivo se ha expandido rápidamente hasta triplicar su superficie, la que hoy alcanza más de 50 mil hectáreas. Hay más de 700 agricultores que han invertido en la Región del Maule, principalmente. Al día de hoy, la producción alcanza las 100 mil toneladas -principalmente de calidad premium - y las exportaciones son del orden de US$ 100 millones anuales.
En lo que respecta al mercado mundial, señala que las proyecciones de la demanda presentan un crecimiento sostenido del orden de 3% a 4% anual, muy por sobre el crecimiento de la oferta. La demanda crece, porque los consumidores de Europa y Estados Unidos buscan alimentarse de forma más saludable e incorporar más frutos secos en su dieta. La avellana europea se está utilizando crecientemente en la producción de snacks , chocolates y cremas de untar, entre otros, lo que requiere avellanas de primera calidad. La oferta, por otra parte, crece a tasas más bajas del orden del 0,5% anual debido a problemas climáticos, atomización de la tierra y baja tecnificación, entre otros factores. Por ejemplo, en países como Australia y España los resultados han sido poco auspiciosos. La brecha proyectada entre oferta y demanda es significativa.
Chile, por su parte, tiene claras ventajas comparativas en la producción de la avellana premium debido a su clima mediterráneo estable, tipo de suelos y ausencia de enfermedades. Además, cuenta con una cultura empresarial sólida que le permite enfrentar este tipo de desafíos en forma exitosa como ya ha ocurrido, por ejemplo, con las uvas, las cerezas y las paltas. El potencial de este cultivo para nuestro país es enorme.
Es relevante mencionar también que la Región de La Araucanía, que presenta altas tasas de pobreza, posee un tremendo potencial para este cultivo de mayor rentabilidad que los tradicionales por los cambios de temperatura. En la medida en que se logre mejorar la seguridad, se podrán materializar mayores inversiones para aprovechar dicho potencial y generar una fuente de bienestar social y económico para sus habitantes.
Resulta alentador conocer acerca de este tipo de emprendimientos de gran potencial para Chile y que parecen ser una tremenda oportunidad para mejorar la economía nacional.