Sara Blakely inició Spanx, su empresa de ropa interior, con una tijera y US$ 5.000. Su compañía le permitió amasar una fortuna de US$ 1.200 millones y lanzar un nuevo proyecto: un calzado deportivo con taco
Una idea, US$ 5.000 y una tijera fueron todo lo que necesitó la estadounidense Sara Blakely para emprender su propio negocio, con el que años después se convertiría en multimillonaria. La empresaria, de 54 años, tiene una fortuna de US$ 1.200 millones, gracias a su participación accionaria en Spanx, la empresa de ropa interior, leggings y fajas moldeadoras que fundó en el año 2000.
En los 90, antes de dedicarse a la indumentaria, Blakely vendía máquinas de fax a domicilio. Ya en 1998, cuando trabajaba como capacitadora nacional de ventas para Danka -una empresa de artículos de oficina-, un episodio frustrante alumbró la idea de su emprendimiento. Ella tenía una fiesta y quería usar pantalones blancos, «pero no encontraba ropa interior adecuada para lograr un aspecto suave debajo», relata el sitio web de Spanx. Entonces agarró una tijera, cortó los pies de sus pantimedias y resolvió el problema.
El invento se convirtió en el prototipo de su futura línea de productos, que comenzó a producir con sus propios ahorros. «Empecé con US$ 5.000 de la venta de máquinas de fax y me autofinancié durante 21 años», contó Blakely en una entrevista en setiembre pasado, según publicó la revista Fortune. «Me senté y pensé: ¿Quieres gastar tus US$ 5.000 en unas vacaciones? ¿O prefieres apostar por ti misma?», contó.
El año 2000 marcó el despegue. La faja de Spanx fue elegida por la famosa conductora de televisión Oprah Winfrey para su lista de «Cosas favoritas», lo que catapultó las ventas y acercó la marca a estrellas del espectáculo, quienes se volvieron clientas del emprendimiento.
En 2021, Blakely vendió parte de sus acciones de Spanx a la firma de inversiones Blackstone, que valuó la empresa en US$ 1.200 millones. Aún así, mantuvo una participación importante y tomó el rol de presidenta ejecutiva. Para celebrar el acuerdo, le regaló a todos los empleados de Spanx dos pasajes de avión en primera clase a cualquier parte del mundo y US$ 10.000 en efectivo.
«¡Quiero que cada empleado celebre este momento a su manera y cree un recuerdo que les dure toda la vida!», les dijo Blakely.
Con huella propia
Su ADN emprendedor la llevó a crear un nuevo proyecto: en agosto de 2024 lanzó Sneex, un calzado deportivo con taco, que se volvió un sensación entre celebridades como Jane Fonda, Sofía Vergara y Reese Witherspoon, entre otras. Con este producto, Blakely volvió a hacer lo que mejor sabe: detectar una necesidad cotidiana y convertirla en una solución innovadora.
«He soñado con inventar tacones altos cómodos desde que empecé a usarlos. Pero estaba aburrida de las otras opciones en mi armario. Anhelaba un tipo de zapato completamente nuevo, algo que despertara mi lado lúdico y me diera ganas de volver a vestirme», explica Blakely sobre el original calzado.
Sus claves para emprender, asegura, son «ser auténtico», «ser amable», «brindar productos de excelencia a las mujeres» y «liderar con intuición».
Casada con el cofundador de Marquis Jet, Jesse Itzler, la empresaria tiene cuatro hijos.
Entre la familia y sus negocios, Blakely dedica parte de su tiempo y recursos a su fundación benéfica, orientada a brindar oportunidades de superación a mujeres a través de la educación, el emprendedurismo y las artes.
También suele viajar para dar charlas sobre su historia en los negocios. El problema es que volar le aterra, confiesa, aunque eso no la detiene. «La única manera de tener coraje es sentir el miedo y hacerlo de todos modos», afirma. Un consejo también válido para quien inicia un negocio.