Sábado, 06 de Diciembre de 2025

Temor por IA

ColombiaEl Tiempo, Colombia 5 de diciembre de 2025

Gregorio Gandini
Uno de los temas que más ha captado mi atención en el último mes es el aumento de la volatilidad del índice S&P 500 en Estados Unidos

Gregorio Gandini
Uno de los temas que más ha captado mi atención en el último mes es el aumento de la volatilidad del índice S&P 500 en Estados Unidos. Este comportamiento refleja un temor que viene creciendo desde hace más de un año entre los inversionistas: la posibilidad de que la euforia alrededor de la Inteligencia Artificial (IA) esté alimentando una nueva burbuja en el mercado accionario. Es útil detenerse en lo que entendemos por burbuja: un incremento sostenido y no justificado en el precio de los activos, impulsado por expectativas exageradas. Muchos comparan la situación actual con la burbuja de las puntocom del año 2000, cuando compañías sin modelos de negocio sólidos fueron sobrevaloradas, lo que llevó a una caída cercana al 49% en los dos años y medio siguientes. Aunque hoy el panorama es distinto —pues el crecimiento está liderado por empresas con fundamentos reales y balances robustos como Microsoft, Amazon, Nvidia y Apple—, hay cuatro factores que están elevando la percepción de riesgo y que vale la pena seguir de cerca. 1. Aceleración en precios. Desde 2023 se ha visto un impulso especulativo creciente en acciones relacionadas con IA, especialmente tras la consolidación de Nvidia como proveedor clave de chips para estas tecnologías. Esto ha intensificado el apetito por las tecnológicas y provocado nuevas alzas significativas en sus valoraciones. 2. Sesgo tecnológico del S&P 500. El peso del sector tecnológico dentro del índice es ahora cercano al 33%, lo que hace que su comportamiento dependa cada vez más de lo que ocurra en ese sector. Desde enero de 2023, el S&P 500 ha aumentado alrededor de un 76%, impulsado en buena parte por el desempeño extraordinario de Nvidia y por la concentración creciente en pocas compañías. 3. Infraestructura y cuellos de botella. Un aspecto menos visible, pero muy relevante, es el impacto de los datacenters. Tanto la IA como el almacenamiento en la nube requieren de centros de datos con una enorme demanda energética, altos costos y desafíos ambientales. La dificultad para expandir esta infraestructura podría convertirse en un nuevo cuello de botella, similar al que vimos con los semiconductores que afectaría la velocidad de adopción y monetización de estas tecnologías. 4. El interrogante sobre las ganancias. A pesar de las enormes inversiones, persiste la incertidumbre sobre cómo y cuándo la IA se traducirá en mayores ingresos. Este punto ha sido evidente en las reacciones del mercado a los resultados de compañías como Microsoft, donde los retornos inmediatos no siempre son claros para los inversionistas. Aunque el auge de la IA tiene fundamentos mucho más sólidos que los de la era puntocom, también es cierto que existe una capa especulativa alrededor del fenómeno. Si los precios continúan subiendo y la narrativa sigue intensificándose, aumentará la percepción de que podría estar formándose una sobrevaloración. En ese contexto, es probable que la volatilidad en los mercados siga siendo una constante en los próximos meses.
Director Gandini Análisis/ https://gandinianalisis.com/
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