Encuestas: peor... ¡imposible!
Las encuestas del Centro Nacional de Consultoría y de Invamer, divulgadas a finales de noviembre, coinciden en identificar dos punteros en la carrera hacia la presidencia
Las encuestas del Centro Nacional de Consultoría y de Invamer, divulgadas a finales de noviembre, coinciden en identificar dos punteros en la carrera hacia la presidencia. Cepeda y De la Espriella son los únicos con dos dígitos en la intención de voto. Aunque estos sondeos coinciden en su esencia, el de Invamer nos dejó fríos al señalar que el candidato de la reelección petrista se va en solitario, con 31,9 % de intención de voto. A pesar de la ola antigubernamental, no era de esperarse nada distinto. La consulta de la extrema izquierda en el mes de octubre le dio una ventaja coyuntural, mientras torpemente el resto del espectro ideológico dejó sus consultas para marzo. Además, es apenas natural que la intención de voto de Cepeda coincida con el nivel de opinión favorable que conserva el Gobierno (35 %), dado que -como lo dijimos en esta columna- los votos de sus seguidores son totalmente endosables, por tratarse de masas ideologizadas. Sin embargo, le será cada vez más difícil seguir creciendo, porque Cepeda representa el desastre gubernamental que vivimos y es portaestandarte de los escándalos que rodean al Presidente. Le sigue Abelardo de la Espriella, con el 18,2 %, quien no aparecía en las encuestas publicadas antes de la veda informativa. En contados meses se ganó la vocería del antipetrismo y capitalizó la indignación nacional que causó el magnicidio de Miguel Uribe Turbay, lo que no lograron sus compañeros precandidatos del Centro Democrático. Como la segunda vuelta presidencial se realiza, por mandato constitucional, entre los dos candidatos que obtengan en la primera ronda la mayoría de votos, solo entre ellos puede indagarse sobre el resultado del balotaje. No obstante, Invamer construyó una segunda vuelta entre Cepeda y Sergio Fajardo, el tercero en intención de voto con apenas el 8,5 %, lo que es un escenario legalmente imposible. Es evidente que el encuestador le dio una manita a Fajardo, al punto de que la prensa tituló que los ganadores del poll presidencial eran Cepeda, De la Espriella y Fajardo, cuando lo cierto es que mientras Cepeda y De la Espriella suben raudamente en la intención de voto, a Fajardo le ocurre todo lo contrario. Hace un año, en noviembre de 2024, según datos de la misma Invamer, el profesor ocupaba el primer lugar, con un 15,4 % de intención de voto. Viene en caída y hoy solo conserva la mitad de los votos de hace un año. Habrá que esperar a marzo para conocer la suerte de esta candidatura de centro. En las circunstancias actuales es improbable que cambie su tendencia a la baja. Porque el Gobierno ha llevado la política a una polarización sin antecedentes, de la que Fajardo dice estar ajeno, aparte de que, para sorpresa de las barras bravas, se mostró solidario con Petro, después de su inclusión en la Lista Clinton. Difícil sobrevivir como antipetrista dando declaraciones a favor del jefe del Estado. Y para colmo, ha decidido jugar en solitario, con lo cual lo pueden arrasar las consultas del próximo año. El desafío de Abelardo de la Espriella para los próximos meses será demostrar que le puede ganar en segunda vuelta a Cepeda. Hoy pierde, según las encuestas. Tiene campo para crecer: su reconocimiento nacional apenas llega al 54 %, pero tendrá que luchar contra su nivel de imagen negativa (48 %), superior a la positiva (42 %), según el CNC. No le será suficiente mostrarse como baluarte del "antipetrismo", porque esta bandera solo congrega a la mitad del electorado. Cuenta a su favor que, por su carácter, puede liderar la tarea de restablecer el orden público y la seguridad, el principal anhelo de los colombianos. Su oportunidad definitiva dependerá de que logre participar en una consulta de amplio aliento. Por ahora lo único cierto -según las encuestas- es que Cepeda va de primero, que la segunda vuelta sería entre Cepeda y De la Espriella, que la oposición aún no cuenta con una candidatura imbatible, que el balotaje lo está ganando el petrismo reeleccionista y que el centro está hecho trizas. Peor, ¡imposible! Taponazo. ¿Qué podemos esperar los cristianos, si hay ministros que se encuentran impunemente chuzados?
Un complejo panorama
Néstor Humberto Martínez Neira
Cepeda lidera, la segunda vuelta sería con De La Espriella, Fajardo en caída, la oposición sin candidato imbatible y el balotaje lo gana el petrismo reeleccionista.