Asamblea crucial de la Dimayor: dos grandes líos

Redacción deportes - el tiempo @ELTIEMPO
Mientras la Liga entra en su recta final y se conoce mañana el rival del Deportes Tolima en la final, con Junior y Nacional como aspirantes, la Dimayor se alista para una durísima asamblea, que se llevará a cabo el jueves y viernes en Medellín, en la que hay varios temas cruciales para el futuro. La crisis del Deportivo Pereira, al que el martes le fue suspendido el reconocimiento deportivo por parte del Ministerio del Deporte, ya plantea un problema grave: mientras el club trata de salvarse, ya hay varios clubes que exigen esa casilla en la A. El Ministerio del Deporte inició el proceso de notificación al Deportivo Pereira de la suspensión del reconocimiento deportivo tras verificar el incumplimiento de obligaciones laborales y tributarias. La suspensión del reconocimiento deportivo le impide participar en la asamblea. Podría, incluso, ser desafiliado, como ya le sucedió en 2020 al Cúcuta Deportivo, que duró año y medio sin competir, fue readmitido, pero en la B, y apenas esta semana pudo volver a la primera división. Hay un clima de tensión. Por lo pronto, está corriendo el plazo de diez días que le dieron al Pereira para demostrar que se puso al día. Avances no hay. EL TIEMPO conoció varios clubes profesionales están atentos a la situación del Pereira en busca de un eventual beneficio. "Varios clubes quieren su cupo en la A", dijo una fuente consultada. Por un lado estaría el Envigado, que se aferra a la posibilidad de quedarse en la A, lugar que perdió este año al confirmarse su descenso junto a Unión Magdalena. El club naranja, un equipo tradicional de la Liga y que le ha dado al fútbol grandes figuras, se niega a irse a la B y espera que el cupo que eventualmente deje el Pereira sea para ellos. El propio Unión, último en el descenso este año, reclama el derecho a salvarse. No es el único. Del otro lado estaría Patriotas, que este martes se quedó sin ninguna posibilidad de ascender en 2026, luego de que el Cúcuta lograra el segundo cupo en la A para el próximo año. Como fue tercero en la reclasificación de la B, reclamaría ese derecho. Pereira anunció en sus redes que había unos empresarios que iban a comprar el club. Sin embargo, la rueda de prensa en la que se iban a anunciar los dueños se aplazó indefinidamente y la incertidumbre es enorme. Todo esto ocurre en medio de la idea de la administración, en cabeza del presidente Carlos Mario Zuluaga, de reducir la primera división a 18 equipos, una idea que no sería inmediata y que tampoco ha tenido mucho eco. El otro tema delicado es el del Atlético Huila, que anunció en sus redes sociales que cambiará de sede y de nombre, al no poder jugar en Neiva. En sus planes está irse a Yumbo. Sin embargo, para eso necesita la aprobación de la asamblea. Los clubes del Valle, en principio, no estarían de acuerdo en recibir un equipo más allí. El alcalde de Garzón, Francisco Calderón, ofreció el estadio de esa ciudad para recibir al Huila y evitar la desaparición de 35 años de historia. Y un empresario, Felipe Olave, tiene en sus planes hacer un nuevo estadio en Neiva, en una isla en medio del río Magdalena, poniendo todo el dinero para construirlo. Pero cualquiera de las dos soluciones es a mediano plazo, por lo cual Huila tendría que buscar sede. En la asamblea también se debe confirmar el cambio de nombre de La Equidad, que pasará a llamarse Internacional de Bogotá.