Por primera vez la Virgen del Carmen de La Tirana se somete a restauración

La Virgen del Carmen de La Tirana es la imagen venerada más importante del Norte Grande. Su fiesta religiosa, el 16 de julio, una de las más importantes y concurridas en el país. Por eso, el inicio de su restauración no podía ser sino un momento de oración y recogimiento en que la comunidad de "La Chinita" -como cariñosamente se la apoda- fuera testigo de este proceso.
Con una misa, el 4 de noviembre, en el Santuario de Nuestra Señora del Carmen de La Tirana, se presentó a los fieles la imagen en su talla original de madera de cedro rojo, sin vestimentas. Este hecho inédito fue un gesto que la comisión de restauración decidió realizar "para transparentar ante el pueblo peregrino que estamos iniciando este hermoso proyecto con nuestra querida Carmelita", se señaló en la ceremonia.
Luego, la Virgen -que está regularmente ubicada en el altar lateral del transepto occidental del templo como conjunto escultórico con San Simón Stock- fue trasladada hacia un espacio dentro del santuario, donde se están desarrollando los trabajos.
Trabajo comunitario
"Estamos haciendo historia. Por primera vez, en más de un siglo, la Virgen será intervenida para su conservación, con el cariño y respeto que su pueblo le profesa. Es un proceso comunitario que hemos llevado adelante, conformando una comisión de trabajo con la fe como guía y con la mirada puesta en el futuro de nuestras tradiciones y devoción", destacó la directora del Museo de la Vivencia Religiosa del Norte Grande, Karla Aguilera, quien preside la comisión, compuesta por representantes de las organizaciones del santuario. La compañía minera Doña Inés de Collahuasi está financiando este proyecto a través de la Ley de Donaciones Culturales.
Ya se han consolidado las partes estructuralmente comprometidas de la Virgen, "uniendo fragmentos y reparando piezas faltantes con precisión. Y con ello, se está trabajando en la reintegración cromática de las áreas afectadas", señala a "El Mercurio" Karla Aguilera. Agrega que "el trabajo completo se llevará a cabo en un período estimado de dos a tres meses (hasta enero o febrero de 2026)".
La tradición consigna que desde el siglo XVI se veneraba a la Virgen en ese sector de la Pampa del Tamarugal, y desde mediados del siglo XVIII comenzó la expansión del culto y la formación del santuario. "En el siglo XIX, este experimentará un importante desarrollo por el incremento de bailes religiosos que surgen en el ambiente salitrero nortino", comenta Aguilera.
Hoy en el santuario se veneran dos imágenes sagradas de la Virgen. La más antigua tiene una altura de 1,20 m y toda su factura corresponde a los talleres del Cusco del siglo XVII. Esta imagen es conocida como "la pequeña", porque la que está en restauración es "la grande", que tiene una altura de 1,67 m y con pedestal y corona, 2,05 m.
No se tiene clara la procedencia de esta Virgen. Hay diferentes historias que la vinculan a familias de la zona o de las fortunas salitreras. La directora del museo señala que "la imagen grande venerada fue una donación al templo a fines del siglo XIX o comienzo del siglo XX. De todas formas, la imagen constituye una talla de alta calidad artística y de facturación europea. Muy posiblemente tenga su origen en talleres italianos". Los actuales trabajos aportarán más información, estima Aguilera.
El equipo de restauración, de cinco expertos, está liderado por Max Chumbiauca, del taller de arte religioso Todos Santos de Lima. "El equipo fue seleccionado no solamente por su destacada trayectoria en conservación, sino también por su profundo compromiso de fe con la Virgen María", agrega.
-¿Cuál es la situación de la imagen?
"Según el diagnóstico realizado en mayo de 2025, la imagen se encuentra en un estado de conservación regular, lo cual es una buena noticia, ya que no requiere una intervención estructural significativa en su totalidad. Sin embargo, ciertas áreas, como el brazo y la mano derecha, presentan daños más evidentes que sí demandan una restauración. Uno de los aspectos más delicados de esta intervención será el rostro de la Virgen, cuya expresión debe ser cuidadosamente preservada, pues a través de ella los devotos sienten el contacto con lo divino. Este detalle es vital para mantener la esencia espiritual que tanto reconocen y veneran. Un punto crítico adicional es el pie de la Virgen, una parte especialmente venerada por los fieles, quienes lo tocan con frecuencia en su devoción. La madera expuesta de esta zona requiere un trabajo minucioso y una gran delicadeza para preservar su integridad. La intervención no implica únicamente restaurar su forma, sino también detener, en cierto modo, el paso del tiempo, asegurando que continúe siendo el punto de conexión físico y espiritual para los devotos".
Karla Aguilera explica que el proceso de restauración "comenzó con una limpieza profunda de la imagen para eliminar suciedad y capas de materiales antiguos, sin dañar la base original", y se han consolidado las partes estructuralmente comprometidas. "Luego, se procederá con la reintegración de color, restaurando los colores originales de la escultura, utilizando pigmentos específicos para igualar los tonos. Además, se realizará un proceso de dorado, aplicando técnicas tradicionales para restaurar las áreas doradas. Finalmente, se aplicará un barnizado protector que no solamente preservará la imagen, sino que también le devolverá su acabado homogéneo".
-¿Los trabajos incluyen solo la imagen o también el santuario?
"El proyecto original consideraba uno solo, que consistía en la restauración de la imagen y la intervención en el santuario en tres diferentes espacios: habilitación de la Capilla del Niño Dios, terminar el retablo de la Virgen del Carmen peregrina en la cripta y la actualización de la museografía del museo, tras cumplir diez años de funcionamiento. Pero los proyectos se dividieron en dos: uno exclusivo para los trabajos de restauración de la imagen y otro relacionado con infraestructura. A la fecha, ambos proyectos se encuentran en ejecución con importantes avances".