El mayor fracaso
Miguel Gómez Martínez
El desastre de gobierno de Gustavo Petro ha dejado al descubierto el mayor fracaso de la sociedad colombiana: su clase dirigente
Miguel Gómez Martínez
El desastre de gobierno de Gustavo Petro ha dejado al descubierto el mayor fracaso de la sociedad colombiana: su clase dirigente. Por dirigencia entiendo no sólo a los políticos. También a los expresidentes, empresarios, liderazgo gremial, universidades, parte de la prensa y de los líderes de opinión. Más de cien precandidatos ansiosos de figuración, sin posibilidades ni representatividad, son la mejor expresión de este fracaso. La clase dirigente olvidó que su principal responsabilidad es el país. También olvidó que es su deber dirigir. Los políticos están más interesados en mantener sus votos y clientelas, los empresarios por sus estados financieros, las universidades por los escalafones y las becas del Icetex, los líderes gremiales por sus puestos, los periodistas por su audiencia y los líderes de opinión por el número de ‘likes’. Mientras tanto el país naufraga en el desgobierno, la corrupción y la falta de esperanza. A pocos meses de las elecciones, la ciudadanía observa con pesimismo el futuro. No parece que hayamos aprendido las lecciones de estos terribles tres años de populismo. No tenemos un propósito nacional ni existe un verdadero plan de acción para hacer frente a la gravísima crisis que se avecina. La juventud busca oportunidades en el exterior, la inversión está paralizada y el reloj de la bomba fiscal avanza. No basta con poner una plata para financiar una campaña. Tampoco hay que sumergirse como adictos en las malditas redes sociales. Se requiere mucho más que proponer soluciones simplistas o multiplicar los insultos. Tampoco, como lo hacen algunos periodistas, cayendo en la feria del titular y en las trampas de la manipulación mediática plantadas por elGobierno. Lo urgente es construir un escenario en el que el país recupere su gobernabilidad, la seguridad y la estabilidad institucional. No se trata tampoco de regresar al pasado y sus fracasos como el proceso de paz, la justicia, la impunidad de los corruptos, la centralización o la preponderancia de los intereses de unos pocos. Se trata de aprender las lecciones de nuestra historia reciente, llena de frustraciones e injusticias. El objetivo es crear una voluntad nacional para que la próxima campaña sea un punto de inflexión en nuestra historia. Sea quien sea el elegido, el próximo gobierno recibirá un triste legado con una pesadilla fiscal, la seguridad fuera de control, el narcotráfico empoderado, la administración pública desmantelada, la corrupción desbordada y sin apoyos internacionales. No es una crisis; es una mega crisis lo que se avecina. La obligación es crear un futuro para que los jóvenes no busquen emigrar, donde los bandidos vayan a la cárcel y no al gobierno o al Congreso, en el que salir a la calle no sea un riesgo sino un placer, donde el Estado sea parte de la solución y no del problema. Donde el futuro no sea la supervivencia sino el bienestar. Todo empieza por votar con criterio.
Consultor empresarial. migomahu@gmail.com @miguel.gomez.m