Sans culottes y sans cravat

El término "sansculotte" se originó en la Revolución Francesa y aún hoy tiene connotaciones positivas y negativas. Por una parte, se refiere a aquellos libertarios que desdeñaban la vestimenta tradicional de los nobles y vestían desarrapados en nombre de la libertad, la igualdad y la fraternidad. Por otra, a quienes albergaban ideas revolucionarias y eran propensos a violencia y desmanes.
Critilo observa que la vestimenta dice mucho de la cultura. Y desdeñar la corbata tiene, como la oposición a los culottes (prenda de nobles), algún significado positivo y otro negativo. "Sans cravat" quiere significar, para algunos, un acto de pueril rebeldía contra usos entronizados en ciertos sectores sociales. Para otros, libertad de oponerse a modas imperantes.
Ocurre que tanto sansculottes como sanscravat terminan por imponer una moda que termina siendo ortodoxia. Ni mejor ni peor que otras costumbres. Si el genio es la capacidad de crear (ideas, costumbres, usos), el gusto es la capacidad de juzgar.
Al final, advierte un amigo, los atuendos manifiestan convicciones. Y las convicciones, cuando se petrifican, son ideologías. Y las ideologías, como los sueños, suelen ser eso: ideologías.