Pueblos pobres sufren más en temas de catastro
Una de las promesas del Gobierno Nacional que más retos ha enfrentado en los últimos años, es la actualización catastral, un proceso que si bien avanza y ha mostrado resultados, todavía tiene varios puntos pendientes para llegar las metas que se plantearon en el Ejecutivo desde la llegada de Gustavo Petro a la Casa de Nariño
Una de las promesas del Gobierno Nacional que más retos ha enfrentado en los últimos años, es la actualización catastral, un proceso que si bien avanza y ha mostrado resultados, todavía tiene varios puntos pendientes para llegar las metas que se plantearon en el Ejecutivo desde la llegada de Gustavo Petro a la Casa de Nariño. Esta semana se conoció un nuevo análisis sobre el tema y allí se colocó nuevamente el catastro multipropósito sobre la mesa, advirtiendo que más allá de lo que falta por hacer, hay un elemento que no se está abordando como debiera, por cuenta de las enormes brechas entre los municipios del país. José Sánchez, líder de Mercado de Administración de Tierras de Esri Colombia, Ecuador y Panamá, y una de las voces de este informe, sostiene que aunque la política pública busca modernizar la gestión del territorio y fortalecer las finanzas locales, el diagnóstico técnico revela que las capacidades institucionales son profundamente desiguales, dado que en varias de estas localidades persisten restricciones que hacen que "el punto de partida no sea igual para todos", lo que retrasa los objetivos nacionales. "En Colombia, los municipios de categorías 5 y 6, los más pequeños, generalmente con poblaciones cercanas o inferiores a 15.000 habitantes y menos de 10.000 predios, parten de condiciones mucho más restrictivas que las grandes ciudades o capitales departamentales para implementar su catastro multipropósito. Su capacidad fiscal, tecnológica e institucional es limitada, lo que se convierte en barreras sobre los tiempos y con la calidad que exige la política pública", dice el reporte. Así las cosas, resaltaron que dichos obstáculos estructurales que no se resuelven únicamente con voluntad política, ya que la falta de equipos especializados, la limitada disponibilidad presupuestal y los rezagos en formación técnica generan un ambiente complejo para avanzar en esta transformación y partiendo de esto señalan que "las entidades con menor capacidad fiscal tienen más dificultades para asumir los costos y responsabilidades del catastro", un elemento que agrava las brechas territoriales. "De los mil ciento tres municipios que tiene Colombia, 18 son categoría 5 y 267 categoría 6, es decir, el 26% del total nacional. Éstos, especialmente los rurales dispersos, enfrentan un conjunto de retos que hacen cuesta arriba la implementación del catastro multipropósito", acotaron en el informe. Falta de plata Uno de los desafíos más recurrentes es la financiación. En este punto, los analistas siguieren que las normas vigentes exigen que los municipios asuman una parte de los costos del catastro multipropósito, pero en la práctica muchos no cuentan con los recursos suficientes para cubrir las etapas de levantamiento, actualización y mantenimiento. "En estas condiciones, es frecuente escuchar que el esfuerzo fiscal requerido supera la realidad financiera de los entes más pequeños, lo que obliga a depender de transferencias externas", manifestó José Sánchez. En este punto, la dependencia de recursos de la Nación y de esquemas de cofinanciación también genera incertidumbre, ya que los ciclos presupuestales, las disponibilidades anuales y las prioridades cambiantes afectan el ritmo de implementación. Esto explica por qué varios municipios aseguran que "la continuidad del proceso depende de fuentes de financiación que no siempre están garantizadas", por lo que esa inestabilidad se convierte en un freno adicional para cumplir los cronogramas establecidos. Otro punto crítico es la capacidad de gestión, dado que muchos municipios no tienen oficinas catastrales propias y deben apoyarse en terceros o en entidades especializadas. Sin embargo, esta externalización exige conocimiento técnico para supervisar, validar y administrar los productos, algo que no siempre está presente en las administraciones locales y al final, la falta de personal capacitado limita la autonomía y la calidad de la gestión catastral. "La formación técnica sigue siendo uno de los pendientes más grandes. Aunque el Gobierno y algunos organismos de cooperación han ofrecido capacitación, la demanda supera ampliamente la oferta. Además, la rotación frecuente de funcionarios municipales diluye el conocimiento adquirido. Esto ha llevado a advertir que "los procesos de actualización se debilitan cuando los equipos no permanecen en el tiempo", afectando la sostenibilidad de la implementación", dice el informe. La infraestructura tecnológica también representa una brecha significativa en la que mientras algunas ciudades cuentan con sistemas robustos de información geográfica, buena conectividad y equipos adecuados, muchos municipios pequeños operan con tecnología obsoleta o insuficiente que debilitan la base productiva y hacen que el proceso sea mucho más lento e ineficaz. "En muchos territorios persisten cartografías sin georreferenciación, ausencia de formación catastral previa en algunas zonas y registros físicos, jurídicos y económicos sin actualización reciente. Así mismo, las condiciones de seguridad, la presencia de grupos armados ilegales, los conflictos de tenencia de la tierra y las barreras topográficas hacen más costoso y riesgoso el levantamiento de información en campo", resaltaron.