El festejo de la estrella 11 todavía no termina

Junior de Barranquilla seguía anoche la celebración de su undécimo título, en la Aleta del Tiburón, en una fiesta que no ha terminado desde que el árbitro Andrés Rojas pitó el final del partido contra Deportes Tolima. El alcalde Alejandro Char destacó que Barranquilla vivió la final del fútbol colombiano sin sobresaltos. La Policía Metropolitana entregó un balance positivo del dispositivo de seguridad activado durante la transmisión del partido, disputado en Ibagué y seguido por miles de hinchas en distintos puntos de la ciudad. El operativo, coordinado con la Alcaldía Distrital y otras autoridades, contó con el despliegue de 1.300 hombres y mujeres de la Policía Nacional, apoyados por drones, el helicóptero Halcón, patrullas de vigilancia, personal de tránsito y gestores de convivencia. La presencia institucional se mantuvo antes, durante y después del encuentro. Según el reporte oficial, la jornada transcurrió con normalidad, sin alteraciones graves del orden público, pese a la alta concentración de personas en bares, estaderos y espacios públicos donde se instalaron pantallas para seguir el partido. La Aleta del Tiburón, inaugurada en 2021, se ha consolidado como el epicentro de las emociones junioristas. Este monumento, que simboliza fuerza y poco a poco forja identidad del club, se está convirtiendo en un punto de encuentro para los hinchas y en escenario de grandes celebraciones. Esta es la segunda vez que Barranquilla festeja un título en este lugar, después de la histórica noche de diciembre de 2023, cuando Junior levantó el trofeo del Torneo Finalización tras vencer al Independiente Medellín.