Colombia está en alerta ante la resistencia antimicrobiana (RAM)
EDWIN CAICEDO - redacción vida @CaicedoUcros
La resistencia a los antimicrobianos (RAM) dejó de ser una amenaza lejana y ya se siente en la práctica clínica diaria
EDWIN CAICEDO - redacción vida @CaicedoUcros
La resistencia a los antimicrobianos (RAM) dejó de ser una amenaza lejana y ya se siente en la práctica clínica diaria. Así lo advierte el Dr. Hugo Páez Ardila, médico internista, infectólogo, magíster en VIH y Tuberculosis Drogo Resistente y referente de Infectología de la Subred Norte de Bogotá, quien asegura que el país enfrenta una situación de alerta, aunque aún con margen para actuar si se toman medidas inmediatas. "La resistencia a los antibióticos es cuando las bacterias que previamente eran susceptibles o sensibles a ciertos antibióticos cogen fuerza o resistencia y se vuelven difíciles de tratar", explica. Y el problema no es menor: hoy, afirma, "casi 2’000.000 de personas mueren al año en el mundo derivado de esta resistencia antimicrobiana". La dimensión del riesgo es tal que, según recalca, "para el año 2050 la principal causa de muerte puede ser la resistencia antimicrobiana, inclusive por encima de patologías tan importantes como el cáncer". Por eso insiste en que se trata de una problemática global en la que confluyen prácticas inadecuadas de prescripción médica, automedicación por parte de la población y un uso indiscriminado de antibióticos en sectores como la ganadería y la agricultura. El Dr. Páez reconoce mejoras en la capacidad de preparación de Colombia ante esta problemática, pero advierte que las medidas siguen siendo insuficientes. "Hemos mejorado comparado con años anteriores, porque antes teníamos una venta exageradamente libre de antibióticos". Aunque existe mayor regulación, aún persisten brechas graves: "Tú vas a una droguería y te lo venden sin fórmula", dice. Para él, se requiere una directriz estatal mucho más estricta: "Debemos ser más contundentes en que solo la compra de antibióticos sea bajo estricta fórmula médica y comprobada por el farmaceuta que despacha". Pero el reto no termina allí. Páez subraya que se requieren "controles más exhaustivos en la ganadería y en la agricultura", dado que el uso de antibióticos para engorde y crecimiento de animales continúa siendo un factor global que acelera la RAM. "Nos falta bastante, creo que todavía el camino es bastante importante", advierte. Al comparar al país con otros, señala que "no estamos ni en la cola ni en la punta", pero que Latinoamérica en general enfrenta "un problema demasiado importante de resistencia antimicrobial". La preocupación del especialista no proviene solo de los estudios, sino de su día a día atendiendo pacientes. "Ese es el pan de cada día. Cada vez que el tiempo pasa, estamos viendo eso", señala. Lo que antes parecían escenarios excepcionales hoy es parte de la rutina en hospitales: "Cada día vemos más personas que tienen infecciones difíciles o casi imposibles de tratar, casi con una mortalidad cercana al 40, 50 o al 60 por ciento derivado de esa resistencia". Asegura que cuando llega un cultivo, es común hallar "un germen completamente difícil de tratar, que no le sirve ninguna terapia", y que aunque se intenta ajustar el tratamiento "los esfuerzos muchas veces no dan el fruto esperado". El infectólogo evita caer en el alarmismo, pero no minimiza la gravedad: "Estamos en una situación de alerta, sin ser alarmistas. Estamos a tiempo de hacer cosas". Para él, los próximos años son decisivos. Y aunque existen estrategias gubernamentales y científicas —como los Programas Proa, que buscan regular la formulación de antibióticos en hospitales y consultorios—, aún falta un componente esencial: el compromiso individual. "Las medidas muchas veces son simples y nosotros con pequeñas acciones hacemos grandes cosas", afirma. Las acciones urgentes que propone El Dr. Páez insiste en que combatir la RAM no es solo responsabilidad del sistema de salud. Señala varios cambios concretos que deben adoptarse desde hoy en los hogares y en las farmacias: "No presionen al farmaceuta del barrio a que les venda una amoxicilina para una gripa". "No presione al médico de consulta externa a que les formule antibiótico". "El 80 o 90 por ciento de las causas de gripa son virus… para eso están los antigripales, pero no los antibióticos". "Si el médico les formuló antibiótico, por favor termínen. Si al tercer día se siente bien, no lo pare". "No comparta antibióticos con familiares y no los use en animales o mascotas". "Mantener la vacunación al día es una estrategia clave para evitar infecciones". Desde las autoridades, Páez reconoce esfuerzos importantes: "Vamos por buen camino a nivel gubernamental y de sociedades científicas. Tenemos los programas PROA para controlar la formulación de antibióticos". Sin embargo, enfatiza que gran parte del problema sigue ocurriendo fuera de los hospitales: "Nos falta actuar muchísimo más en la comunidad: la gente que se automedica, la que trabaja en el campo, en agricultura, en empresas o que trata de manejar una gripa con antibióticos". El mensaje final del infectólogo es claro: se trata de un fenómeno creciente, visible y peligroso, pero aún reversible si se actúa con decisión. "Si todos sumamos esfuerzos, lograremos cosas importantes", concluye.