Viernes, 26 de Abril de 2024

La batalla contra la contaminación por plástico

PerúEl Comercio, Perú 18 de septiembre de 2018

Aunque se estima que al año menos de 800 mil toneladas de desechos de este material van a dar al océano, estos pueden durar cientos de años.

Por tomás unger



Hace unos días leí sobre una red para ?pescar? plástico. Es un proyecto de la organización The Ocean Cleanup. Su meta es construir una red de 600 metros de largo y tres de profundidad para atrapar desechos de plástico de los océanos.





Si funciona adecuadamente, sus creadores ?que ya cuentan con US$35 millones en donaciones? limpiarán la gran acumulación de basura en el Pacífico. Esta se encuentra entre California y Hawái, a más de 2 mil kilómetros de la costa americana, con no menos de 87 mil toneladas de plástico.





La barrera en forma de red ya ha sido lanzada. De lograr su propósito se espera conseguir los fondos para construir decenas de sistemas similares para limpiar los mares del mundo, en los cuales flotan pequeñas islas de plástico.





?El gran contaminante?





Acabada la guerra, al final de los años 40, comenzó a llegar el plástico. Aparte de las codiciadas medias de nailon, aparecieron correas, billeteras y otros accesorios. No tardó en aparecer la vajilla de plástico. Luego llegó a los autos, y para los años 50 ya era una gran industria. Desde aquella época hasta hoy se han producido más de 6.300 millones de toneladas de plástico en el mundo. Se ha reciclado solo el 9% y el 12% ha sido incinerado. El resto ha ido a dar a los rellenos sanitarios. Actualmente se producen 380 millones de toneladas de plástico al año. En el 2012 había en los océanos 165 millones de toneladas de plástico.





?La degradación?





La basura orgánica no dura, ya que se vuelve comida para animales. Desde las telas de algodón y la lana hasta el papel son comida de insectos. Los metales se funden fácilmente y se vuelven a usar. Las sustancias químicas, subproductos de diversas industrias ?como los plásticos?, causan problemas.





Además de baratos y durables por su estructura química, los plásticos son resistentes a la degradación. La ropa, la vajilla, los productos industriales y los envases duran mucho. Un vasito de plástico puede durar 50 años, mientras que una caja para bebidas puede permanecer 400 años. Los pañales desechables duran 450 años y un cordel de pesca, 600. Sin embargo, ahí no acaba el problema, muchos plásticos cuando se degradan se convierten en polímeros de diferente estructura, pero con los mismos componentes, carbono © e hidrógeno (H).





Otro problema es la forma que afrontan los desechos plásticos. La mayoría se rompe en pequeños pedazos llamados microplásticos ?que miden entre dos y cinco milímetros hasta menos del diámetro de un pelo?.





?En el mar?





A pesar de que solo menos de 800 mil toneladas al año ?una pequeña parte de los desechos que van a los rellenos? se pierden y van a dar al mar, hay otras fuentes. Las islas de deshechos de plásticos que ocupan varios kilómetros cuadrados contienen mucho material generado en el mar.





La basura de los barcos, de los yates y otras embarcaciones no comerciales va a dar al mar. Los naufragios dejan miles de contenedores en alta mar, los buques de guerra de las diversas nacionalidades también conducen grandes cantidades de desechos, entre ellos muchos son o contienen plástico.





Según los investigadores, el 90% de las aves marinas tiene en su cuerpo algo de dicho material. Según los pronósticos más pesimistas, en el 2050 puede haber 300 mil trozos (micropartes de plástico) por km2 de mar y 100 mil por km2 de fondo marino.





?Las corrientes?





Las islas de plástico existentes hoy se han formado debido a las corrientes marinas, y los naufragios han servido para determinarlas. El naufragio en 1990 del barco de contenedores Hansa Carrier fue el primero en iniciar un modo de conocer las corrientes marinas.





En una tormenta al sur de Alaska, perdió 21 contenedores de 12 metros. Llevaba 61 mil ejemplares de calzado Nike. Seis meses más tarde un hombre encontró en la costa oeste de Canadá un montón de esas zapatillas. El siguiente lote fue encontrado entre uno y dos meses más al sur en Oregon.





En 1994, el Hyundai Seattle perdió varios contenedores, incluyendo 34 mil guantes de hockey sobre hielo, cuyo trayecto fue seguido y confirmó una corriente marina. Después de estos dos casos se comenzaron a reportar todos aquellos que podrían ser de interés, con lo cual se completó el estudio de las corrientes del Pacífico. Con esta información los oceanógrafos pueden predecir dónde se están formando islas de plástico y dónde buscar las existentes.





?El futuro?





Es difícil predecir si funcionarán las diversas ideas, como limpiar los mares de plástico y aumentar el reciclaje, ya que los rellenos eventualmente se deshacen y el plástico va a dar al medio ambiente, lo que es peligroso para animales. Así como en el mar se enredan, se intoxican o se atoran los peces y otros animales, en la tierra también se envenenan y atoran.





Todos sufrimos la filtración de los rellenos sanitarios a los acuíferos del subsuelo. En esto las micropartículas son las más peligrosas y, en algunos casos, hasta tóxicas. Esperemos que funcione el ?boliche? de 600 metros que va a probar The Ocean Cleanup. También se está tratando de tener más cuidado con los deshechos que van a los ríos y, eventualmente, al agua potable.





Sin embargo, la solución no está en recoger el plástico ya esparcido, sino en reciclarlo antes. En ese sentido se está tomando conciencia y, además, se está tratando de reducir el uso del plástico donde este se puede reemplazar, como en las bolsas del mercado. Todos debemos contribuir si queremos que nuestro planeta sea habitable a largo plazo.

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