Tratamientos estéticos no invasivos le ganan al quirófano

REDACCIÓN DOMINGO Y María Paula Bandera - La nación ( argentina) @paubande
Se podría decir que hoy una máxima de la estética podría ser ‘tratamiento mata cirugía’. Según datos de la Asociación Americana de Cirugía Plástica, en 2015 se llevaron a cabo 14,2 millones de tratamientos mínimamente invasivos y solo 1,7 millones de intervenciones quirúrgicas. "Cada vez más personas buscan opciones para reemplazar las cirugías. En muchos casos, se eligen procedimientos que retrasan diez años la entrada al quirófano y, en otros, los resultados son tan efectivos que esa opción se descarta", cuenta María Rolandi Ortiz, cirujana y directora de RO Medical Art. "Los pacientes ya no quieren ni anestesia, ni posoperatorio, ni incapacidad", añade la doctora Gina Ricardo, de la Clínica Láser de Piel, un centro ubicado en Bogotá. Es que la tecnología actual permite obtener resultados similares a los que ofrece el bisturí con el beneficio de no interrumpir las actividades cotidianas ni soportar largos periodos de incapacidad médica. "Si bien las cirugías son ambulatorias en su mayoría , no dejan de ser estresantes para el paciente", explica la médica cirujana Cristina Sciales. Sin embargo, en algunos casos, el quirófano es la única opción, como sucede con la mastoplastia (aumento de mamas) y la blefaroplastia (cirugía para corregir el exceso de piel y bolsas en los ojos). De hecho, Colombia es el cuarto país del mundo donde más procedimientos quirúrgicos estéticos de este tipo se realizan a nivel mundial, según datos recientes de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (Isaps por sus siglas en inglés). Aun así, los tratamientos no invasivos siguen ganando terreno. Estas son algunas de los que están en el mercado. Para tratar la incómoda flacidez facial se recortaba la piel por detrás de la oreja mediante un lifting. Este procedimiento la estiraba, pero no la nutría ni la regeneraba y además dejaba cicatriz. Desde hace unos años se viene utilizando una tecnología no invasiva de ultrasonido microfocalizado llamada Ultraskin. La doctora Gina Ricardo, de la clínica láser de piel, explica que se trata de un aparato que genera calor hasta la capa profunda que recubre el músculo. No solo se contrae el colágeno, sino que se nota un efecto de estiramiento en el rostro. Es una técnica que no requiere incapacidad y que muestra resultados entre una y tres sesiones durante dos meses. Al lifting también lo reemplazaron opciones como la toxina botulínica (una neurotoxina que se inyecta), el ácido hialurónico (sustancia que aumenta el volumen e hidratación de la piel) y la colocación de hilos. Estos tratamientos, combinados, aportan luminosidad y combaten los poros dilatados. Los hilos tensores, por ejemplo, son un boom. Para Julieta Bettatis, miembro de la Clínica Lemel, "logran un efecto lifting en el momento y sin cicatrices". Según explica Rolandi Ortiz, "estos hilos crean una red vectorial que actúa como soporte de los tejidos; favorecen la formación de colágeno y revitalizan los tejidos de la zona tratada". Están hechos de un material llamado polidioxanona o PDO, el mismo que se utiliza para suturas cardíacas. A los seis meses se pueden reforzar con un nuevo tratamiento. Otra cirugía que se ha visto desplazada es la liposucción o lipoaspiración, que removía la grasa corporal. En los últimos años aparecieron el coolsculpting, BTL Vanquish Me y Smartlipo Triplex. El CoolSculpting es un aparato que actúa por criolipólisis, es decir, destruye los adipocitos mediante un enfriamiento controlado. En cada sesión se llega a perder entre un 20 y un 25 por ciento de grasa en la zona tratada, pero para ver los resultados finales hay que esperar tres meses. Y como cuenta con diferentes cabezales, se puede realizar en zonas como la papada. Más novedoso aún es el BTL Vanquish Me, un sistema de radiofrecuencia selectiva que destruye hasta un 60 por ciento del tejido adiposo de la zona media. Su principal beneficio es que el equipo no entra en contacto con el paciente, así que no genera dolor ni molestias. Los efectos se perciben a partir de la segunda semana y se requiere un mínimo de cuatro sesiones. El lanzamiento del Smartlipo Triplex marcó un hito en materia de reducción de grasa, porque esta tecnología, además de eliminar los adipocitos, trata la flacidez. Mediante una incisión mínima -un punto- se coloca una cánula con una fibra láser que emite energía en el tejido adiposo para romperlo y coagular al mismo tiempo. Arrugas del pasado El avance de los tratamientos es tal que hasta se pueden mejorar zonas impensadas, como la nariz. Así, la clásica rinoplastia -una de las cirugías de mayor demanda- encuentra una alternativa en la rinomodelación, que perfila la curvatura de la nariz con ácido hialurónico de alta densidad. "Es un procedimiento que tiene aceptación porque rectifica, levanta la punta de la nariz y hasta corrige el perfil aguileño y con doble curva", indica Julia Bettatis. Este efecto permanece intacto hasta dos años. Hay tratamientos nuevos que con un efecto sutil mejoran la calidad de la piel en poco tiempo. Como el de la armonización facial, que además elimina y atenúa arrugas y reduce la flacidez; se realiza en consultorio, dura una hora, no deja cicatrices, hematomas ni hinchazón. El procedimiento consiste en introducir dosis de toxina botulínica, ácido hialurónico reticulado e hidroxibenceno. "Estos tres pasos tienen un resultado elegante, de rejuvenecimiento, sin efectos secundarios ni reacciones adversas y como se realiza con productos reabsorbibles, los efectos duran entre 9 y 12 meses", dice Gonzalo Wiersba, médico especialista en Medicina Estética, Biológica y Reconstructiva. Para el cabello también hay opciones no invasivas. Antes se llevaba a cabo una cirugía de transplante capilar con una recuperación difícil que dejaba cicatriz, según explica la doctora Yeimi Álvarez, directora de Yeimi Álvarez Medical, en Barranquilla. Hoy en día existe la técnica FUE de extracción pelo a pelo. Se trata de un procedimiento en el que solo se utiliza anestesia local, y en el que el paciente permanece despierto. "Es una jornada de seis a ocho horas en donde se extrae cabello de una parte de la cabeza y se implanta donde se necesite. El resultado definitivo se ve a partir del año y son hombres los que más lo solicitan", concluye Álvarez.