Martes, 19 de Marzo de 2024

Corrupción: espacios de ocurrencia

ChileEl Mercurio, Chile 22 de abril de 2019

Tan imprescindible como atacar la corrupción es erradicar de las instituciones los espacios donde se pueda alojar.

Altamente estudiada y comprobada está la capacidad de socavamiento de las instituciones que tiene la corrupción. El primer paso es el impacto en el prestigio, pues aquellos órganos del Estado que dan muestras de corrupción sufren inmediatamente una merma en su crédito y reputación. El paso siguiente, sea porque los episodios continúan o porque se muestra extendida o generalizada, es la pérdida de confianza de los ciudadanos en ellas. El tercer momento y más grave dice relación con la falta de vigencia o respeto por sus actuaciones o resoluciones. Este último estadio extiende su impacto también al Estado de Derecho, y por ende genera una inseguridad institucional que afecta a todos los ciudadanos. Es por ello que resulta imprescindible salir al atajo inmediato de los episodios de corrupción y, en definitiva, dar muestras de decidida intolerancia con ella desde el primer momento. Cuando los episodios se normalizan y dejan de impresionar, se abre un camino irreversible en el resquebrajamiento del Estado y la robustez de sus instituciones.
Por esta razón, los supuestos episodios de corrupción que han salido a la luz pública y que afectan a magistrados de la Corte de Apelaciones de Rancagua merecen una muy rigurosa atención e investigación. El Poder Judicial es una institución fundamental respecto de la cual no puede haber dudas de imparcialidad y probidad. Los jueces de nuestro país tienen una larga tradición de honestidad y apego al Derecho que no puede verse mancillada por acciones de unos pocos. Sin perjuicio de que las investigaciones están en curso y es un imperativo el respeto a los procedimientos judiciales y a la presunción de inocencia, resulta urgente que estos hechos se investiguen con rigor y se sancionen con intensidad si se prueban ciertos.
Pero, adicionalmente, tan imprescindible como atacar la corrupción es erradicar de las instituciones los espacios donde se pueda alojar. En una reciente entrevista, el exministro de la Corte Suprema Pedro Pierry ha vuelto a recordar que existe un nicho muy preocupante que se refiere a la confección de ternas para los cargos de notarios y conservadores por parte de las Cortes de Apelaciones del país e indirectamente por la Corte Suprema. Actualmente está en tramitación un proyecto de ley que se hace cargo de algunas de estas cuestiones, estableciendo requisitos objetivos para el nombramiento y reduciendo algunos de sus espacios de actuación. Sin embargo, mientras el sistema de nombramiento siga siendo el actual y se sigan considerando auxiliares de la administración de justicia, su selección continuará siendo "un foco de prácticas inaceptables de tráfico de influencias y germen de corrupción".
La lucha contra esta no se agota en la sanción de los hechos corruptos, sino muy especialmente en cerrar los espacios de ocurrencia. Y esta clausura debe ser una prioridad en todos los diseños orgánicos que se emprendan y que pretendan avanzar en la modernización del Estado.
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