Dueño de exfábrica Bellavista Oveja Tomé pide a Estado comprar recinto y cuenta planes
Empresario textil Juan Carlos Sabat señala que el alcalde de Tomé le envió una carta manifestándole la intención de adquirir la planta. Actualmente, está produciendo en China, desde donde se abastece y exporta telas a mercados como el boliviano.
Juan Carlos Sabat, empresario y socio de la firma que compró -mediante leasing con el Banco de Chile- en 2010 la entonces quebrada fábrica Bellavista Oveja Tomé, en el Biobío, afirma que decidieron invertir en esa propiedad para potenciar el negocio textil al cual ha estado ligada su familia por cerca de 70 años y también para generar empleo en esa zona.
"Yo nací escuchando el ruido de los telares. Soy textilero de toda la vida y me consideré en condiciones de levantar esa fábrica. Hicimos la oferta y la compramos", comenta. La adquisición fue realizada a través de la sociedad Inversiones Puerto Madero.
Pero hoy afirma no tener el mismo ánimo y quiere cerrar una historia difícil que le impidió levantar esa industria en Tomé. Eso, debido a que en 2017 el Consejo de Monumentos Nacionales declaró Monumento Histórico esa propiedad que cuenta con un terreno de 62 mil m {+2} , 42 mil m {+2} construidos, y cuya historia partió en 1865.
Sabat es socio y gerente general de Bellavista Oveja Tomé, firma se está reordenando y sigue produciendo, aunque en China -hasta donde trasladaron máquinas de Tomé-, para seguir abasteciéndose de telas y exportando a mercados como Bolivia.
Junto con recordar parte de la historia más reciente de la exfábrica y su difícil travesía en el Biobío (ver recuadro), Sabat plantea soluciones para su empresa y las instalaciones que apenas alcanzaron a operar unos años hasta la declaración de Monumento, y donde llegó a tener unos 200 trabajadores.
"Tiré la toalla en cuanto a producir en Tomé, es imposible", asegura el empresario. Ello, porque la calidad de Monumento Histórico le impide -afirma- realizar obras dentro de las instalaciones sin el permiso del Consejo, el que no tiene predeterminados plazos de respuestas para autorizar labores tan simples como podrían ser cambiar techumbres o ventanas en mal estado, añade.
Por ello, espera que el Estado compre la propiedad en Tomé para que sea preservada. "Legalmente el Estado tiene la primera opción de compra y estamos esperando que conteste", explica.
Agrega que el alcalde de Tomé, Eduardo Aguilera, "presentó una carta donde formaliza la intención de comprar el bien, ahora el problema es financiero". Recuerda que en un momento le plantearon al municipio que eligiera un área de la exfábrica para que se preservara como monumento, pero eso no prosperó y el Consejo afectó a toda la propiedad.
Sabat comenta que el terreno donde está la exfábrica es la mejor ubicación que puede tener el posible futuro hospital que anunció el Gobierno para Tomé.
Juan Carlos Sabat y su abogado Pablo Méndez señalan que el valor de venta de la planta está por sobre la tasación fiscal actual. Recuerda que la inversión inicial por la compra fue de unos US$ 3 millones del año 2010.
Mientras esperan una respuesta del Estado, los dueños de Bellavista Oveja Tomé mantendrán activo el proceso judicial iniciado a fines de 2017 por el Banco de Chile -se involucró por aspectos formales como titular del leasing -, que presentó un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones, para dejar sin efecto la declaración de Monumento Histórico. Afirman que se trata de una medida inconstitucional, pues pueden perder "el uso y goce" de las instalaciones, debido a deterioros que escapen a las intenciones de ellos por evitarlos y que se produzcan, por ejemplo, por la tardanza de parte del Consejo en la autorización de obras.
En materia de negocios, Sabat asegura que su empresa seguirá produciendo en China u otro lugar y que próximamente lanzarán una línea para el segmento de decoración bajo la marca Bellavista Home.
Huelga de trabajadores de Walmart cumple su cuarto día y aumenta el número de locales afectados por bloqueos de manifestantesCuatro días cumple hoy la huelga legal iniciada por el Sindicato Interempresas de Lider (SIL), que agrupa a 17 mil trabajadores de la empresa supermercadista Walmart Chile, tras no llegar a acuerdo con esta última en el proceso de mediación obligatoria.
Durante la jornada de ayer, las partes no reanudaron negociaciones. De hecho, cercanos al proceso aseguraron que a los 124 locales cerrados por el paro -de los cerca de 400 que opera la empresa en el país- se sumaron 20 salas cuyo acceso ha sido bloqueado por manifestantes del SIL.
La situación, señalaron las mismas fuentes, habría emplazado a que Walmart Chile optara por no realizar nuevos acercamientos con la agrupación liderada por Juan Moreno hasta que los trabajadores cesen estas acciones de obstaculización al ingreso.
La situación complica aún más las relaciones entre ambas partes. Ello, luego que el miércoles el líder sindical, Juan Moreno y Mónica Tobar, vicepresidenta de Recursos Humanos de Walmart Chile, intercambiaron declaraciones en las cuales la ejecutiva aseguraba que Moreno no habría consultado a las bases del sindicato la última oferta presentada por la empresa el martes.
"Sus intereses personales primaron en la negociación", fueron las declaraciones de Tobar. En tanto, el presidente del SIL manifestó que la decisión fue tomada con el respaldo del directorio, delegados y los socios que componen el sindicato: "Tomar la decisión por 17 mil trabajadores es complejo", contestó en ese minuto.
En medio de la huelga, Walmart está enfrentando mermas relacionadas con la gestión de alimentos perecibles de salas cerradas, para las cuales cuenta con una dotación de emergencia de 600 trabajadores, que no sería suficiente, declaró la firma.
El crédito que frenó la declaración de monumentoJuan Carlos Sabat recuerda que en diciembre de 2010 tomaron posesión de la exfábrica Bellavista Oveja Tomé, que había superado sin daños importantes el terremoto de febrero de ese año. Recuerda que la planta venía de una quiebra por problemas que tuvo su anterior propietario -Kaufmann-, que si bien invirtió fuertemente en maquinarias nuevas, tuvo un problema de abastecimiento -entregas- de telas con Brooks Brothers.
Señala que en marzo de 2011 ya estaban exportando telas desde Tomé y que para reforzar la empresa buscaron obtener un apoyo de US$ 600 mil de Corfo, pero esa entidad no se los concedió. Luego, en 2016, estuvieron a punto de lograr un crédito bancario de US$ 6 millones para mejorar las maquinarias e inyectar capital de trabajo, pero los ruidos por la declaración de monumento botaron esa opción.