Las cinco comidas que más engordan, según la ciencia
Carlos F
Carlos F. Fernández y Ronny Suárez - unidad de salud de EL TIEMPO @SaludET
En la pelea frontal que está dando la humanidad contra el sobrepeso y la obesidad hay varios frentes de batalla. El primero, visibilizar los riesgos que representan estas condiciones. Luego, dar a conocer conceptos básicos de nutrición como funciones del metabolismo y nutrientes. Y, más adelante, promover la actividad física y la independencia de las pantallas. En eso parecen estar de acuerdo todos los interesados en tener sociedades más saludables. Pero según deja ver Iván Darío Escobar, endocrinólogo, en paralelo a estas luchas está el hecho de que millones de personas, por perder peso, se someten a cualquier tipo de dieta o recurso, sin el acompañamiento médico necesario. Y si bien en el tema de nutrición mandan los nutricionistas y profesionales afines, y un régimen alimentario se debe construir a partir de las necesidades e intereses de cada persona, sí se puede hablar de comidas que hay que abandonar, de una vez por todas, para espantar la obesidad. Todo, claro, a partir de la evidencia científica. Por ejemplo, un estudio hecho en 170 países y publicado en BMC Nutrition confirmó que el azúcar es el principal factor que explica el aumento sostenido de peso en el mundo, seguido muy de cerca por las carnes procesadas, tal como ratificó un análisis avalado por la Universidad de Harvard y publicado hace poco en The New England Journal of Medicine. Pero no son los únicos culpables, porque en la medida en que la humanidad se ha industrializado, las comidas procesadas ocupan gran parte de las dietas de las personas en áreas urbanas. A esto se suma que la facilidad para obtenerlas ha desplazado la forma de acceder a la comida natural, afirma el cardiólogo Gabriel Robledo. "Hoy muchas personas basan su alimentación en estos productos, que, tal como se ha probado, son factores de riesgo de obesidad cuando son altos en ingredientes como sal, grasa y azúcar", apunta. Por el otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recalcado insistentemente en la necesidad de velar por una dieta saludable que, además de proteger contra la mala nutrición en todas sus formas, prevenga enfermedades no transmisibles, como la diabetes, las cardiacas, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer.