En Chile viven tres especies de armadillos, pero presentan una disminución preocupante
El más amenazado es el quirquincho de la puna, diezmado por la fabricación de charangos con su caparazón, pese a que está prohibido. El piche, en tanto, se creía que vivía en la cordillera central y sur, aunque solo se le ha visto en Aysén y Magallanes.
Pese a que los armadillos son parte de la fauna de Chile, es muy poco lo que se conoce de ellos y muchas personas ni siquiera saben de su existencia en el país. Es por eso que la veterinaria de la U. de Chile Romina Pasutti inició hace cuatro años lo que llama una cruzada personal en favor de estos animales. "Cuando pensaba sobre qué podía hacer mi tesis, se me ocurrió hacerla con los armadillos, pero cuando empecé a buscar información, me di cuenta de que no había nada". Fue entonces que se le ocurrió hacer el proyecto "Armadillos de Chile" para ponerlos a la vista y para que la gente supiera lo importantes que son evolutiva y ecológicamente.
"Tienen una historia evolutiva muy larga. De hecho, son de los primeros mamíferos que tuvieron placenta", cuenta.
Además, son muy útiles al ecosistema. "Al hacer madrigueras, oxigenan el suelo, y como se alimentan de insectos, son buenos controladores de plagas", agrega. Sus madrigueras también son empleadas como refugio por otras especies.
No obstante, hoy al menos dos de las tres especies que viven en el país presentan serios problemas de conservación que podrían llevarlos a la extinción.
El que lo ha pasado peor es el quirquincho de la puna ( Chaetophractus vellerosus ). Hasta hace muy poco tiempo era la materia prima para la fabricación de charangos, pero hoy la ley de caza, que prohíbe la captura de especies nativas, lo protege.
La demanda por su uso ilegal no ha cesado, asegura, lo que amenaza con acabar con su presencia. La razón es que en Bolivia los siguen capturando para fabricar este instrumento musical. La población allá no es muy grande, por lo que los artesanos recurren a contrabandistas que los consigen ilegalmente en Chile. Muchos de los charangos que se venden en el país altiplánico a los turistas y también en ferias fronterizas estarían hechos con quirquinchos chilenos secuestrados.
Entre 2014 y 2017 el SAG registró más de 10 decomisos de Charangos hechos con piel de quirquincho y de animales embalsamados en la región de Tarapacá. En Arica tuvieron lugar dos en el mismo período. Este año además fueron incautados en el entorno del terminal agropecuario de Iquique tres ejemplares del armadillo Tatu de nueve bandas (que no está presente en Chile) recién faenados para consumo humano. Se cree que su carne es buena para el asma o el reumatismo.
Sensibles al clima
Hay también un uso cultural que conspira contra su supervivencia. "El animal es considerado sagrado, ya que en el altiplano creen que les trae buena suerte económica. Lo tienen embalsamado en las casas porque aseguran que los protege de los ladrones. El mito es que si un ladrón entra a una casa y ve al quirquincho, se transforma en el animal". Son creencias milenarias que es muy difícil revertir, reconoce.
El otro con problemas es el piche (pequeño, en mapudungun, y de nombre científico Zaedys pichiy ). Se creía que vivía desde Viña del Mar al Sur, en la zona cordillerana, pero en los últimos 40 años su población ha desaparecido de la zona centro sur y hoy solo se lo ve en Aysén y Magallanes. "Pensábamos que tenía rangos bien amplios y estaba bien, pero la verdad es que no es así. Es que los armadillos son especies muy sensibles a los cambios de temperatura y con el cambio climático se está viendo bien afectado".
Relativamente abundante es el peludo ( Chaetophractus villosus ), que vive en Aysén y Magallanes, incluyendo Tierra del Fuego. En lugares como Torres del Paine es común verlo porque se acostumbró a los humanos y, si se descuidan, les roba la comida, ya que rompe las mochilas. Pero también es una de las víctimas más habituales de atropellos al ser un animal nocturno, pero con muy mala visión.
Pasutti destaca que les ha ido muy bien con el proyecto; además del apoyo del SAG y Conaf, ahora cuentan con la ONG FIAA,de EE.UU. "Tenemos más de 7 mil seguidores en redes sociales y nuestros eventos se llenan", destaca. Cree que ha mejorado la percepción de los armadillos respecto de cuando empezó. "A la gente les gustan, imagínate que lo eligieron como la mascota del mundial de Brasil. Tienen el potencial de ser populares y carismáticos, solo falta que la gente sepa que existen y para eso estamos haciendo divulgación e investigación".
Endémicos de AméricaLos armadillos surgieron en América del Sur hace unos 60 millones de años y solo se han desarrollado en este continente. Los países que concentran mayor número de representantes de las 20 especies conocidas son Brasil y Argentina. Los registros fósiles más antiguos en Chile datan de hace 40 mil años. Entre las especies extintas destaca el gliptodonte, que alcanzó el tamaño de un auto pequeño.
Los armadillos forman parte del superorden de los xenartros, que incluye a perezosos y osos hormigueros, también endémicos de las américas.