Jueves, 25 de Abril de 2024

Terreno boricua en las 135 libras

Puerto RicoEl Nuevo Dia, Puerto Rico 23 de septiembre de 2019

Esta semana se cumplen 33 años de la gesta lograda por los púgiles boricuas Héctor ‘Macho’ Camacho y Edwin ‘Chapo’ Rosario, quienes salieron airosos en peleas de título mundial en una misma cartelera celebrada en el Abel Holtz Stadium, en Miami Beach, Florida

Esta semana se cumplen 33 años de la gesta lograda por los púgiles boricuas Héctor ‘Macho’ Camacho y Edwin ‘Chapo’ Rosario, quienes salieron airosos en peleas de título mundial en una misma cartelera celebrada en el Abel Holtz Stadium, en Miami Beach, Florida.
Fue un viernes 26 de septiembre de 1986 cuando Camacho (24 años y registro de 29-0-0, 15 KO's), en su segunda defensa como monarca divisional del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), despachó y defendió su cetro ligero de la 135 libras al vencer por decisión unánime a Cornelius Boza-Edwards (30 años y marca de 44-5-1, 34 KO's) en una pelea a 12 giros.
Por su parte, Rosario (23 años y marca de 28-2-0, 24 KO's) mostró el poder de sus manos al no darle tregua a Livingstone Bramble (26 años y registro de 24-1-1, 15 KO's), a quien noqueó en el segundo asalto de su combate y se agenció el cinturón de las 135 libras de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), por lo que dos boricuas pasaron a dominar el escenario mundial de las 135 libras en el boxeo rentado.
Tres meses antes, en junio de 1986, Camacho había vencido a Rosario en una discutida decisión dividida, cuando éste último lo retó por su título ligero del CMB.
Así que la escena grande para los promotores del evento ese 26 de septiembre de 1986 en Miami, apuntaba a que Camacho y Bramble salieran por la puerta ancha para entonces medirse ambos en el 1987 en una pelea unificatoria.
Pero ‘Chapo’ se dejó de ‘chiquitas’. Su golpe de ‘uppercut’ fue su arma principal para desequilibrar a Bramble, y para el segundo giro, la poderosa mano derecha del boricua se dejó sentir y noqueó a su rival a los 2:28 del segundo asalto. Rosario no dio tregua y lanzó sobre 40 golpes a Bramble en esa etapa del combate, quien trató de manejar el ataque de su rival, pero tiró muy poco o casi nada antes de caer de rodillas.
La pelea de Camacho no fue del agrado del público (alrededor de 5,000 fanáticos), quienes abuchearon a los peleadores a lo largo del combate.
Tras un primer giro en donde Camacho le propinó una caída y conteo a Boza-Edwards, el resto de la pelea fue desabrida, y se notó a un Camacho falto de distancia, sin la energía y rapidez que lo caracterizaba.
El monarca puertorriqueño dijo tras la pelea que tuvo que hacer un gran sacrificio en su entrenamiento para poder marcar el peso, desde incluso tres días antes del combate, por lo que dejó ver su intención de subir de categoría, lo que finalmente hizo.
Los jueces Vince Delgado (118-109), Arsenio García (120-108) y Carlos Cartaya (115-112) le dieron su veredicto a Camacho.

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