"Midsommar" Infierno sueco
PELLE (VILHELM BLOMGREN), EL JOVEN QUE INVITA, es sueco y universitario en Estados Unidos, con una oferta tentadora: viajar y conocer a su familia que vive en comunidad y participar de una celebración anual que se extiende por nueve días
PELLE (VILHELM BLOMGREN), EL JOVEN QUE INVITA, es sueco y universitario en Estados Unidos, con una oferta tentadora: viajar y conocer a su familia que vive en comunidad y participar de una celebración anual que se extiende por nueve días.
Son tres los compañeros que se embarcan en la aventura que, en principio, solo implica diversión masculina. Mark (Will Poulter), Josh (William Jackson Harper) y Christian (Jack Reynor), con un problema que lo aburre y del que no sabe cómo desprenderse, porque aún no encuentra valor para terminar su noviazgo con Dani (Florence Pugh), una joven atormentada y además de luto.
Dani no sospecha de las intenciones de Christian y tampoco de los amigos que lo aconsejan sin remilgos, porque el acuerdo colectivo es que debe abandonarla y botarla cuanto antes. En estos tiempos, con el auge del movimiento y la reivindicación feminista, hay cosas que no se perdonan. Quizás esta es una de ellas.
Son estudiantes egresados, necesitan una tesis y como su especialidad es la antropología, lo del viaje a una comunidad rural sueca, donde utilizan alfabeto rúnico, plantas alucinógenas y se guían por el libro sagrado de Rubi Radr, es una oportunidad única. Ese trío de universitarios son capaces de olvidar su amistad y hasta de competir entre sí, deseosos de aprovechar el viaje y realizar la tesis sobre un grupo aislado que practica ritos paganos, habla de Hagar, visten de blanco y se dividen por etapas y años.
Pelle, el joven sueco que invita, está entre los 18 y 36, es un integrante en etapa de peregrinación, y por eso viaja. Se diría más: de caza y peregrinación.
El director Ari Aster, elogiado por "El legado del diablo" (2018), se mantiene en el género del terror y quizás tiene en la mira "El hombre de mimbre" (1973), pero con una diferencia original que modifica las conclusiones. En la película de los años 70, el afuerino que investiga la secta es un policía creyente y un buen hombre. Ahora es lo contrario, porque ese trío de estudiantes lo que comparte es miseria, tontería y cobardía.
"Midsommar", que se distribuye con el subtítulo "El terror no espera a la noche", remarca lo diurno de una historia que no evita los apuntes carniceros con vocación morbosa, y que se obnubila con un clima de fanatismo soleado, personajes infectados de droga y un coro aupado por las risas y alaridos colectivos.
Es una película con desequilibrio y en la resta y suma lo que sobra es metraje.
Hay ritos demás y bailes en exceso, en cambio, faltan secuencias que atornillen y pulan la historia, que expliquen la densidad de la comunidad y el destino de alguno de los visitantes.
"Midsommar", eso sí, logra sostenerse sobre el género de la secta y los visitantes, y deja una estela que mezcla horror, justicia pagana y también tintes de comedia cruel, donde cada personaje recibe lo que le corresponde y merece.
"Midsommar". EE.UU.-Suecia-Hungría, 2019. Director: Ari Aster. Con: Florence Pugh, Jack Reynor, Vilhelm Blomgren. 147 minutos. Mayores de 18.