Viernes, 26 de Abril de 2024

Orientaciones éticas para hospitales

ChileEl Mercurio, Chile 6 de abril de 2020

El rector de la Universidad Católica de Chile, Dr

El rector de la Universidad Católica de Chile, Dr. Ignacio Sánchez, ha redactado un texto en que se resumen los lineamientos éticos que deben guiar la conducta de quienes atiendan a los pacientes afectados por la pandemia actual. El trabajo fue solicitado por la Mesa Social Covid-19 y fue el resultado de la colaboración de expertos en bioética que pertenecen a diversas sociedades médicas y científicas, universidades y otras instituciones. La revisión de la literatura internacional fue otro puntal que dio origen a esta maciza reflexión.
Lo primero que se destaca es que las decisiones deben basarse en las evidencias científicas, para lo cual se subraya la necesidad de constituir mesas de expertos en distintas áreas, a quienes se debe consultar. Junto con ello, se debe recalcar la importancia de la protección a los equipos de salud y la buena comunicación con la comunidad, sin olvidar las consideraciones de respeto a la privacidad. También afirma la centralidad de la persona y requiere de la gestión hospitalaria una planificación con el debido tiempo. Las evidencias sugieren que habrá un aumento sustancial en el número de casos, lo que obliga a estar preparados mediante la conversión de camas, crecimiento de áreas de cuidados especiales, mayor equipamiento médico y otras acciones.
El trato a los pacientes es una preocupación fundamental. Su autonomía, el tratamiento proporcional a su gravedad e independiente de su situación económica adquieren especial importancia en una pandemia en que se enfrentan situaciones muy difíciles, con alta incertidumbre y escasez de recursos.
Todo parece indicar que se ha ido imponiendo en la práctica médica una ética consecuencialista, destinada a buscar las conductas que proporcionen el máximo de salud al mayor número de personas. En medicina, el mayor bienestar es más fácil de definir que en otros campos y quizá eso ha contribuido a elucidar debates sobre ética que en otras áreas del saber aún son muy disputados. En general, los estudios de salud pública han ido convergiendo a medir el número de años en que se prolonga la vida de una persona, ajustados por la calidad de vida de esos años, como patrón universal para medir los efectos de las diferentes acciones.
Puede advertirse en el documento que existen distintos valores contrapuestos que deben ser debidamente aquilatados antes de resolver. La transparencia de la información y el respeto a la privacidad, por ejemplo, pueden quedar en contraposición, lo que ilustra la enorme dificultad que enfrentan los médicos en ciertos casos. Por ello, deben valorarse las orientaciones éticas que se han hecho hoy, antes de que el país esté enfrentando situaciones críticas. Es mucho más fácil acordar en términos generales la forma de guiar las decisiones que resolver casos individuales y concretos. La sugerencia de recurrir a segundas opiniones o a comités de ética que pueden analizar los casos con distancia y objetividad representa un punto crucial en estas recomendaciones que se adelantan a las decisiones más difíciles.
La Nación Argentina O Globo Brasil El Mercurio Chile
El Tiempo Colombia La Nación Costa Rica La Prensa Gráfica El Salvador
El Universal México El Comercio Perú El Nuevo Dia Puerto Rico
Listin Diario República
Dominicana
El País Uruguay El Nacional Venezuela