Coronavirus: con Johnson internado, la reina llamó a enfrentar la pandemia con coraje

PARÍS.- En una iniciativa que reconoce solo cuatro precedentes desde que accedió al trono, hace 68 años, la reina Isabel II de Inglaterra apeló anoche a sus súbditos a actuar "con templanza y coraje" frente a una pandemia que ya provocó 5000 muertos en su país. Casi simultáneamente se supo que el primer ministro Boris Johnson había sido hospitalizado anoche, diez días después de haberse visto infectado por el coronavirus.
"Espero que en el futuro todos podamos estar orgullosos de la forma en que hicimos frente a este desafío", dijo la soberana, de 93 años, en una intervención grabada desde el castillo de Windsor, donde se encuentra confinada junto con su esposo, el príncipe Felipe.
En un mensaje aparentemente decidido para cubrir el vacío de poder dejado por la prolongada ausencia del primer ministro, y en un país profundamente dividido por tres años y medio de enfrentamientos entre partidarios y adversarios del Brexit, la soberana agradeció a los miembros del sistema sanitario británico y a aquellos que desempeñan otras tareas esenciales en este dramático momento.
"Les hablo en momentos de grandes desafíos. Momentos de disrupción en la vida de nuestro país que han provocado dolor para algunos, dificultades financieras para muchos y enormes cambios en la vida de todos", dijo la soberana.
La intervención de Isabel II se produjo en momentos en que las autoridades tienen serias dificultades para convencer a los británicos de permanecer en sus casas. El país sale de un largo y agitado invierno y las temperaturas -cercanas a los 20°- invitan a la vida al aire libre. Ayer, una multitud de londinenses aprovecharon el buen tiempo para inundar los parques de la ciudad, mientras el secretario de Salud Pública, Matt Hancock, los urgía inútilmente a quedarse en sus casas. Hancock indicó que el gobierno evaluará endurecer las medidas de confinamiento si la población no "obedece las normas" dictadas.
Esta fue la quinta vez en su largo reinado que Isabel II se dirigió a sus súbditos fuera de su tradicional discurso de Navidad y para la apertura de cada período de sesiones del Parlamento. En este último caso, además, su discurso está escrito por el jefe del gobierno. La primera de esas intervenciones excepcionales se produjo el 24 de febrero de 1991, cuando comenzó la operación "Tempestad del desierto", en el marco de la guerra del Golfo, donde tropas británicas combatieron junto a Estados Unidos.
La reina se vería forzada a hablar por segunda vez a la nación el 5 de septiembre de 1997, después de que su silencio de una semana tras la muerte de la princesa Diana hiciera vacilar la monarquía. El 8 de abril de 2002, volvió a tomar la palabra desde el castillo de Windsor cuando falleció su madre, Isabel Bowes-Lyon, a los 101 años. Dos meses antes, la soberana había perdido a su hermana, la princesa Margarita.
Su última alocución televisada excepcional data del 5 de junio de 2012, para sus 60 años de reinado.
Esta vez, sin embargo, su intervención fue diferente. Mucho más ambiciosa, designada para tranquilizar e inspirar. La intención de la soberana, la personalidad más respetada del Reino Unido, fue convencer a sus súbditos de que la nación se encuentra en un momento crucial, que será recordado como "un esfuerzo colectivo para salvar la vida de los más vulnerables".
"Quienes respetan la consigna de quedarse en casa están ayudando a proteger a los más frágiles y ahorrando a muchas familias el dolor que sienten aquellos que han perdido a sus seres queridos", dijo.
En su mensaje, la soberana evocó otros momentos difíciles de la historia de Gran Bretaña. Entre ellos, la primera vez que tuvo que dirigirse a sus súbditos, en 1940, cuando era una adolescente de 14 años, para explicarles la necesidad de enviar a los niños fuera de Londres, bombardeada por los nazis. "Fue tan difícil entonces como ahora. Pero en ambos casos todos supimos qué era lo que había que hacer", afirmó.
En momentos en que las críticas arrecian contra Boris Johnson y su equipo de gobierno por la forma errática y desordenada de enfrentar la pandemia, la reina llamó a todos a una "necesaria unidad".
"Juntos enfrentaremos la enfermedad. Y quiero asegurarles que, si permanecemos unidos y firmes, conseguiremos vencerla", dijo.
El mensaje de Isabel II se produjo una semana después de que su hijo y heredero del trono, el príncipe de Gales, terminó su cuarentena, después de ser diagnosticado positivo de coronavirus. Carlos, de 71 años, pasó siete días en aislamiento domiciliario en Escocia con leves síntomas de la enfermedad.
Con 49.000 casos registrados y 5000 decesos, Gran Bretaña -al igual que España, Italia y, en menor medida, Francia- se ve sumergida en la pandemia. Los hospitales están desbordados, faltan medicamentos, respiradores y personal médico. Sobrecogedoras fotos publicadas por los medios de comunicación muestran al personal hospitalario improvisando delantales y gorros de protección con bolsas de basura.