Martes, 01 de Julio de 2025

UCR podría generar al país los hisopos médicos para hacer pruebas diagnósticas del nuevo coronavirus

Costa RicaLa Nación, Costa Rica 18 de abril de 2020

Estos hisopos empezaron a escasear a nivel mundial porque una de las casas proveedores más importantes está en la región norte de Italia, en Lombardía, donde todo está cerrado por la pandemia.

Con la intención de unir esfuerzos en la lucha contra el nuevo coronavirus, en la Universidad de Costa Rica (UCR) pusieron manos a la obra para trabajar en la confección del prototipo de los hisopos (aplicadores largos y especializados) que se utilizan para efectuar diversas pruebas de diagnóstico, entre ellas, la del nuevo coronavirus.

Estos hisopos empezaron a escasear a nivel mundial porque una de las casas proveedores más importantes está en la región norte de Italia, en Lombardía, donde todo está cerrado por la pandemia.

El decano de la Facultad de Ingeniería de la UCR, Orlando Arrieta, explicó que ellos se dieron a la tarea de buscar diseños y desarrollar los propios para que en el país se puedan producir.

Los ingenieros unieron esfuerzos con la Facultad de Microbiología de la misma universidad, con el objetivo de empezar a tener los primeros prototipos en impresión 3D, pero con resina y no con PLA, que es el material con el que desarrollan los protectores faciales en los que también trabajan.

"Hemos tenido la colaboración de laboratorios dentales por ejemplo, que utilizan ese tipo de resina para el hisopo y estamos en la etapa de evaluación de la dureza y la flexibilidad del hisopo, para proceder luego a hacer una prueba y ver si en el material se pueden pegar adecuadamente las células que vayan a analizarse", expresó Arrieta.

Cuando superen ese paso, entrarían en la etapa de esterilización y empaque aséptico para una prueba clínica con el personal sanitario, ya sea de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) o de laboratorios privados.

Arrieta contó que para este proyecto en concreto, él efectuó una consulta a través de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (CINDE) para que les ayuden a establecer una alianza con empresas que tengan una capacidad para moldeado por inyección.

"Nosotros estamos queriendo desarrollar el prototipo, pero cuando eso ya esté aprobado, la idea es que las empresas que tengan capacidad industrial de moldeado por inyección tomen el diseño que nosotros proveamos y lo fabriquen ya a escala industrial", apuntó.

En su criterio, se trata de un proyecto bastante innovador que está muy adelantado.

"Se les está haciendo pruebas, porque como se meten por la nariz es nasofaríngeo, el dispositivo debe tener flexibilidad para seguir la curva del canal, pero a la vez no puede ser tan flexible como para que se rompa".

Es decir, deben encontrarle un punto exacto y para tenerlo en el diseño, todas las especificaciones las proporcionó la Facultad de Microbiología.

"Después de que a uno se lo meten por la nariz y que le raspan un poquito, el hisopo sale, se mete en un tubo de ensayo y se le quiebra el palito, porque es más largo que el tubo. Entonces, al palito hay que hacerle una partecita más delgada para poder quebrarlo, cerrarlo en el tubo de ensayo y enviarlo".

Se estima que la Caja va a requerir más de 50.000 de esos hisopos, porque no solo se utilizan para las pruebas de la covid-19, sino también para otros exámenes.

"Eso solo la Caja, sin contar que ya están empezando a escasear en laboratorios privados y que son necesarios para otras pruebas clínicas de otros tipos, hasta para la investigación que están haciendo en el Instituto Clodomiro Picado".

Actualmente, el Instituto trabaja en un suero a partir de la sangre de personas recuperadas de covid-19.

Arrieta insistió que la idea de la UCR es establecer alianzas con empresas que puedan imprimir los hisopos en nylon o dacrón, que son los materiales que se utilizan mayoritariamente en ese tipo de dispositivos, catalogados como clase 1 de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) que es la que los regula.

Más de 1.500 protectores faciales entregados

Arrieta recordó que cuando empezó la pandemia, en la UCR previeron que habría un faltante de dispositivos de protección lo primero que pensaron fue trabajar para fabricar las mascarillas N95, que son las que tapan la nariz y la boca.

Sin embargo, al no contar con equipos industriales no podían ofrecer un producto bueno. Hicieron unas pruebas, pero las desecharon y eso dio pie para generar protectores faciales.

"Lo que se fabrica en la impresión 3D es la diadema principalmente, lo imprimimos y le colocamos el acetato que es la pantalla transparente que protege y un elástico para sujetarlo a la cabeza".

Comenzaron antes de Semana Santa y junto con la Oficina de Divulgación e Información (ODI) crearon una campaña que se llamaba ‘UCR Solidaria’, que invitaba a todas aquellas personas que tuvieran una impresora 3D a ayudarles, porque cada pieza duraba tres horas y era un proceso bastante lento.

"Nosotros les facilitábamos los archivos con los diseños y las personas imprimían esas partes, nos las dejaban en un punto que se estableció para recolección en la Universidad y ahora nosotros ya continuamos armando, agregando las otras partes y empacándolos en cajas de 15 unidades".

Antes de Semana Santa le habían donado a la Caja 720 unidades y otras 15 al INS, que las habían solicitado de primero para probarlas.

"Este viernes hicimos entrega de 850 dispositivos más, que fueron entregados en diferentes laboratorios y unidades de la misma UCR. Al Instituto de Investigaciones Farmacéuticas le dimos 25, porque ellos están ayudando con diferentes pruebas que requiere la Caja", citó.

También distribuyeron 90 protectores faciales al INS para el Hospital del Trauma; 15 a la Cruz Roja y directamente a la Gerencia Médica de la Caja le dieron 330 más.

"Inclusive, a los hospitales Calderón Guardia, México y San Juan de Dios les proporcionamos 45 adicionales a los que se les dio a la Caja".

Ellos también le entregaron protectores faciales al personal de seguridad de la UCR y al personal de transportes que está colaborando con la Caja con la distribución de medicamentos.

"En total hemos hecho más de 1.500 protectores faciales que ya están distribuidos y continuamos fabricando nosotros y haciendo el llamado a los makers para que nos den las piezas y nosotros poderlos terminar de fabricar".

El decano de la Facultad de Ingeniería señaló que para eso ha habido participación de empresa la privada y ayuda de diferentes partes de la Universidad con las impresoras; así como ProtoLab de la Fundación UCR, sedes Don Bosco y la Universidad Nacional (UNA) con un laboratorio.

"La campaña ‘UCR Solidaria’ ha hecho que muchas personas nos ayuden, desde 100 piezas que entrega una empresa grande hasta dos piezas que nos da una persona a título individual. Hay que resaltar que un solo protector salva vidas, no solo de la persona que protegemos, sino la vida de las personas que ellos están cuidando".

A esos esfuerzos se suma la iniciativa de la Escuela de Física de la UCR para crear respiradores.

"Nosotros estábamos trabajando en otro prototipo y habíamos sido un poco conservadores, pero compartimos información y el prototipo que nosotros tenemos ha sido más desarrollado con una alianza entre la UCR y la empresa privada, porque la idea nuestra no es que en la UCR se fabriquen los respiradores, sino que se establezca el conocimiento, pero que se aproveche la capacidad industrial", finalizó Arrieta.

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