Piden listar la mariposa arlequín

El Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (USFWS, en inglés) recomendó la clasificación de la mariposa arlequín -endémica de Puerto Rico- como una especie amenazada bajo la Ley federal de Especies en Peligro de Extinción.
Igualmente, propuso la designación de hábitat crítico para la mariposa, con miras a salvaguardar los pocos espacios naturales en los que se encuentra.
Marelisa Rivera, subdirectora de la Oficina de Servicios Ecológicos del Caribe del USFWS, explicó que, cuando una especie se lista como amenazada, significa que, en un futuro previsible (30 o 40 años), pudiera estar en peligro de extinción si no se toman medidas para aumentar y proteger su población.
En esa línea, precisó que -al momento- solo se conocen seis poblaciones de mariposa arlequín (Atlantea tulita) en la isla: cuatro en el noroeste, una en Maricao y otra en Sabana Grande.
"No hay conexión entre una población y otra, y en ningún caso se han visto más de 100 individuos por población a la misma vez. Esto quiere decir que son poblaciones sumamente pequeñas", dijo Rivera, al detallar que esta mariposa es de tamaño mediano y familia de las monarcas.
Añadió que las principales amenazas para la especie incluyen la modificación del hábitat, así como su fragmentación y pérdida causadas por el desarrollo urbano y prácticas agrícolas. Los incendios forestales de origen humano contribuyen a la modificación, fragmentación y pérdida de hábitat.
"Estamos proponiendo también la designación de hábitat crítico para la mariposa de cerca de 41,266 acres (42,488 cuerdas). Esto significa que es un área ocupada por la especie al momento de listarse y que tiene unas características que son esenciales para su conservación", expuso Rivera, quien indicó que la mariposa tiene una "movilidad limitada" (de un kilómetro a kilómetro y medio)
La propuesta de hábitat crítico no incluye terrenos ocupados por personas o "perturbados", ni casas o carreteras. Edwin Muñiz, director de la Oficina de Servicios Ecológicos del USFWS, señaló, por su parte, que la designación solo protegería a la mariposa cuando alguna agencia federal quiera financiar, autorizar o realizar un proyecto o acción en su hábitat. No se imponen restricciones a los dueños de terrenos privados.
"Con esta designación, a través de una consulta con nosotros, se determinaría si hay que tomar acciones de conservación, pero solo si hay fondos federales envueltos. El Estado tendría que, por su cuenta, designar también el hábitat crítico para que le apliquen los mismos procesos cuando sean proyectos de fondos estatales", explicó Muñiz.
El USFWS aceptará, hasta el 14 de diciembre, comentarios públicos sobre la propuesta de clasificar a la mariposa arlequín como una especie amenazada y su designación de hábitat crítico.
Rivera y Muñiz resaltaron que solo se considerarán comentarios sobre la biología de la especie, información genética o sobre sus amenazas y detalles del hábitat crítico que no estén ya en la propuesta original. En otras palabras, debe ser información nueva y pertinente.
Dijeron, además, que el proceso se rige por un documento conocido como "evaluación del estado de la especie", que está publicado en www.regulations.gov. Los comentarios públicos deben someterse por escrito en ese mismo portal. El número de expediente es FWS-R4-ES-2020-0083.
Reclasificaciones
Por otro lado, el USFWS está aceptando comentarios sobre las propuestas para reclasificar como especies amenazadas el arbusto Eugenia woodburyana (sin nombre común) y la boa de Islas Vírgenes (Chilabothrus granti).
Ambas están designadas como especies en peligro de extinción, pero sus poblaciones han aumentado gracias a las acciones tomadas desde que se listaron en 1994 y 1970, respectivamente.
En el caso del arbusto, de 45 individuos que había hace 26 años, ahora se calcula que hay 3,262 y el 73% de ellos está en áreas de conservación públicas y privadas, dijo Rivera. Es una especie que habita en el sur y suroeste del país, entre Yauco y Cabo Rojo.
Mientras, en el caso de la boa, sus poblaciones aumentaron de dos a seis en los pasados 50 años, ubicándose en cayos y áreas protegidas de Islas Vírgenes y Puerto Rico (Río Grande y Culebra, por ejemplo). "Los proyectos de reintroducción y de control de ratas han sido exitosos", resaltó Rivera.
Todos los comentarios deben hacerse a través de www.regulations.gov. Para el arbusto, la fecha límite es el 21 de diciembre bajo el expediente número FWS-R4-ES-2019-0070. Para la boa, la fecha límite es el 30 de noviembre bajo el expediente número FWS-R4-ES-2019-0069.