Conozca cuáles son las diversas situaciones a las que podría verse expuesto y sepa cómo reducir la posibilidad de infectarse con SARS-CoV-2.
A pesar de tenerse ya algunas vacunas que prometen una alta efectividad, la pandemia está en pleno desarrollo y ?hasta que no se tengan vacunas disponibles para la población en general? todos debemos aprender a vivir sabiendo cómo manejar el riesgo de contagio del virus. Este artículo le dará una idea de cómo hacerlo en la vida diaria.
El SARS-CoV-2 es un virus que se contagia de persona a persona por la vía respiratoria, y es muy eficientemente transmitido a través de aerosoles [gotitas microscópicas de secreciones que se producen al hablar, gritar o cantar]. Esos aerosoles son tan pequeños que se ha comprobado que pueden quedar flotando en el aire de una habitación cerrada y sin ventilación.
?Intensidad de contagio?
Si usted es aficionado a la música, sabe que un ecualizador modifica las frecuencias de sonido de una pieza musical, al permitir escuchar una canción en el tono adecuado a su gusto. Para eso, se suben o bajan los diferentes tonos de sonido hasta lograr el que más le gusta.
Igual es el riesgo de contagio con el nuevo coronavirus. Ecualizando, o sea subiendo y bajando la intensidad de cuatro situaciones, usted podrá subir o bajar el riesgo de contagio. Veamos cuáles son los cuatro elementos que determinan el contagio.
?Los elementos?
Sabiendo que la manera más eficiente de contagio del virus es por la vía respiratoria, la probabilidad de contagio está determinada por la interacción de cuatro elementos: el ambiente en que me encuentro [cerrado y sin ventilación o al aire libre], la cercanía con las personas que están en ese ambiente, el tiempo que se pasa con esas personas en ese ambiente, y si las personas que se encuentran en ese ambiente usan una mascarilla.
Al igual que con el ecualizador musical, subiendo y bajando la intensidad de esos cuatro elementos, podemos tener mayor o menor riesgo de contagio.
El ambiente se refiere al lugar en el que uno se encuentra. No es lo mismo, en términos de riesgo de contagio, estar al aire libre o en una habitación que tiene las ventanas abiertas o cerradas. Tampoco es lo mismo que ese ambiente cerrado sea pequeño, como la sala o el comedor de una casa o un amplio supermercado o tienda comercial.
La cercanía implica cuán cerca están las personas en ese ambiente. No es lo mismo estar en la sala o comedor de la casa con cuatro o cinco personas, guardando distancia social, que tener en ese mismo ambiente a 15 o veinte personas aglomeradas. En ambas situaciones, el abrir las ventanas podrá ayudar, pero en el segundo caso, es poco probable que disminuya el riesgo de contagio.
El tiempo. Según los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades de EE.UU. (CDC), si alguien pasa más de 15 minutos con una persona infectada, la probabilidad de contagiarse es mucho mayor.
La protección se refiere al hecho de que las personas usen o no una mascarilla que les cubra completamente la boca y la nariz.
?Diversos escenarios?
Las combinaciones de los cuatro elementos mencionados son muchas y, por tanto, son también innumerables las posibilidades de riesgo. Veamos algunas situaciones, pero estoy seguro de que usted podrá desarrollar muchas más:
?Corolario?
El riesgo de contagio puede manejarse subiendo y bajando la intensidad de los cuatro elementos descritos. Al salir de casa pregúntese: a dónde voy, cuánta gente va a haber en ese lugar, cuánto tiempo me voy a quedar y si se usarán mascarillas.
El Comercio no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.