Viernes, 26 de Abril de 2024

Abierto de Palermo. Se larga el "mundial" de polo, con dos diferencias grandes

ArgentinaLa Nación, Argentina 28 de noviembre de 2020

Hace 127 años nació Polo Association of the River Plate Polo Championship

Hace 127 años nació Polo Association of the River Plate Polo Championship. Difícil saber con precisión en qué condiciones, cuánto interesaba ese certamen. Más claro es que, una vez fundada la Asociación Argentina de Polo (AAP, 1922), vio la luz el Campeonato Argentino Abierto. Torneo que, una vez creado el Campo Argentino de Polo, pasó a tener lugar ahí, en Palermo. Y que se volvió el mejor del mundo, y transformó a ese lugar en "La Catedral".
Difícil saber también desde hace cuánto no sucede lo que ocurrirá desde este sábado. O si alguna vez se dio en la historia. Hoy comenzará el Abierto de Palermo, con un rasgo especialísimo: no estará accesible para el público. La pandemia de coronavirus deriva en que, por ahora, no haya venta de entradas. Existe esperanza de la AAP en que más adelante las autoridades gubernamentales autoricen que haya algunos espectadores, pero el momento será un Argentino de tribunas vacías, salvo por escasos allegados a los jugadores protagonistas de cada día.
A las 11, abrirán el fuego RS Murus Sanctus (35 de handicap), subcampeón del Abierto de Hurlingham, y el clasificado La Irenita II (29), que tiene tres debutantes. La zona A continuará a las 16, con el esperado estreno de La Natividad-Monjitas (36) y La Irenita (30), equipo hermano del anterior. Las 9000 localidades permanentes de la cancha 1 estarán desiertas, salvo las pocas que ocuparán familiares de los polistas. Un entorno raro para Palermo. No para Palermo como lugar, que durante el año acoge muchos certámenes que no atraen concurrencia, sino para Palermo como campeonato. Es el más grande del planeta. Nadie, salvo ese puñado de allegados y alguno que otro miembro de la organización, estará allí como testigo.
¿Cuán importante es que haya gente en el Argentino Abierto? Mucho. El público hace a gran parte de la identidad del certamen. Palermo es lo máximo en su deporte porque tiene el nivel más alto que existe y porque todo apunta ahí: los jugadores ponen a punto a sus caballos para que exploten allí, la concentración y la motivación están a tope. Y porque a La Catedral va más gente que a cualquier otro lugar del mundo.
Alguna vez Bartolomé Castagnola, ex campeón argentino y ex 10 goles, equiparó a los abiertos de Tortugas y Hurlingham con la Copa América de fútbol, y a Palermo con el Mundial. Por la relevancia, lo que despertaban. En lo estrictamente deportivo, hay menos diferencia en el polo, porque la Copa América no tiene a los seleccionados europeos, y en cambio las dos primeras joyas de la Triple Corona reúnen a todos los mejores equipos. ¿Qué diferencia a esos certámenes respecto a Palermo, entonces? El público, en gran proporción.
Como se dijo, de por sí los protagonistas apuntan con todo al Argentino, y lo esperan expectantes durante el año entero. El resto de sus compromisos es trabajo (mayormente en el exterior) y platos de entrada (en su país); el principal es servido en Libertador y Dorrego. Y lo devoran cuatro polistas, apenas.
Pero lo disfrutan muchísimo porque se lo come en público. Porque hay quien aprecia in situ, y reacciona a, las destrezas y las hazañas de los actores que están en la cancha. Porque existen ovaciones, aplausos, aliento como no los hay en otros lugares. Porque se organizan hinchadas en las etapas más trascendentes del torneo. Porque concurren muchos extranjeros a presenciarlo. Porque fuera de la cancha existe toda una estructura de entretenimiento y servicios que acompaña la grandeza de lo que sucede de las tablas de madera hacia dentro. Palermo está casi en el centro de la ciudad y es accesible, por cercanía e incluso por precios de localidades, para una gran cantidad de gente.
No será lo mismo sin todo eso, aunque lo que pase en el campo de juego sea prácticamente igual a lo de siempre. De hecho, parte de la duda de La Dolfina sobre si ésta será, efectivamente, la última temporada de su gloriosa formación radica en eso: no habrá casi nadie para verla en acción en su despedida. Gane o pierda. Demasiada historia como para que se termine ante cemento despoblado, por más que en las pantallas haya miles siguiendo el espectáculo.
"Estamos acostumbrados a jugar en Palermo siempre con público. Va a ser bastante distinto esta vez. Hasta que me pase, no sé cuál será la sensación", comentó a LA NACION Facundo Pieres, el capitán de Ellerstina, equipo que no se reconoce ni se desconoce favorito para lo que viene: ni piensa en eso. Mentalmente va partido por partido. Pero es claro que lo que pasará sobre el césped tiene un panorama bastante diferente este año. Cambia el candidato principal, nada menos. Ellerstina, renovado con Hilario Ulloa (en lugar de Pablo Pieres), campeón en Tortugas y Hurlingham e integrante de un grupo (el B) mucho menos exigente que el otro, aparece en condiciones ideales. Máxime porque La Dolfina está lejos de su máximo potencial: el cuarteto Cambiaso-Stirling-Mac Donough-Nero no jugó como tal ni un encuentro en la Triple Corona, por diversas lesiones de sus integrantes. Recién este sábado hará una práctica de equipo, con Juan Martín Nero aparentemente recuperado de fracturas en el hombro y la muñeca izquierdos. El conjunto heptacampeón consecutivo (2013 a 2019) se presentará el martes.
También los hermanos Pieres y Ulloa tienen algo más de tiempo para ajustar detalles, porque se estrenarán el miércoles, aunque ciertamente parecen no tener nada por calibrar. Conquistaron con suficiencia y buen juego los dos certámenes anteriores, y por una particularidad reglamentaria (el ranking del año pasado) les toca esta vez una zona menos inquietante, en la que ningún contrincante debería complicarles mucho la vida: La Dolfina Polo Ranch, Cría Geté, Los Machitos y La Ensenada-La Aguada. En cambio, justo en su año más difícil La Dolfina pisará campo minado cuando se enfrente con Murus Sanctus y La Natividad-Monjitas, a los que se agregan La Irenita y La Irenita II.
Seguramente las batallas del grupo A van a estar muy interesantes, al igual que la final, del 19 de diciembre. Lástima que, en caso de no reducirse las restricciones sanitarias, no habrá aficionados como para disfrutar lo más espectacular del torneo allí, con el sabor que da hacerlo en persona y hasta interactuar. Porque los de afuera -perdón, gran Obdulio Varela- no son tan de palo. Y el Abierto de Palermo no es tan Abierto de Palermo si no está su público.
Los cruces de la jornada inicial, por la zona A
El programa del campeonato
El siguiente es el fixture del Argentino Abierto de 2020. La principal novedad es que ahora la organización determinará con poca antelación a qué hora y en cuál cancha será cada uno de los encuentros de las fechas 7 a 10, según el desarrollo del torneo.
Sábado 28/11 (fecha 1), zona A
Miércoles 9/12 (fecha 8), zona B
Sábado 12/12 (fecha 9), zona A
Domingo 13/12 (fecha 10), zona B
Sábado 19/12 (fecha 11), final

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