Reducen la cantidad de vacunas

La Guardia Nacional de Puerto Rico insistió ayer en que ha mejorado la logística operacional en el primer centro regional de vacunación contra el COVID-19, ubicado en el coliseo Pedrín Zorrilla, en San Juan, a pesar de que profesionales de la salud se ven obligados a hacer filas en sus vehículos a las afueras del predio desde tempranas horas de la madrugada.
La cantidad de vacunas que estarán disponibles diariamente en la instalación se redujo ayer, en preparación a la apertura de más centros regionales de vacunación y la cercanía de la fecha en que se comenzarán a administrar las segundas dosis a los ya vacunados, indicó el general de brigada Miguel Méndez. Ahora, se vacunarán entre 600 y 650 personas al día.
"Hicimos los ajustes pertinentes para poder garantizar la seguridad de los participantes y de los proveedores, con la expectativa de que vamos a estar abriendo varios centros alrededor de la isla en las próximas semanas", sostuvo.
El pasado miércoles, en plena apertura del centro, el ayudante general de la Guardia Nacional, José Reyes, indicó que estaban preparados para vacunar entre 3,000 y 4,000 profesionales de la salud al día. El caos que se reportó durante las horas siguientes provocó que esa misma tarde Reyes ajustara ese número a 1,000.
Méndez indicó que el centro de San Juan está dirigido principalmente a profesionales de la salud de San Juan, Guaynabo, Trujillo Alto, Loíza y Canóvanas, "una región de mucha densidad de profesionales de la salud". Pero, en una revisión de las redes sociales de la Guardia Nacional y el Departamento de Salud, así como de comunicados de prensa, este medio no encontró que, de manera oficial, la convocatoria estuviera dirigida solo a los profesionales en esos municipios. Tampoco se encontró esa información en el portal cibernético de Salud.
Wanda Torres, una terapista física de 55 años, logró vacunarse ayer tras no poder el jueves. Aunque la semana pasada llegó a las 5:00 a.m., la Guardia Nacional cerró los portones cuando se alcanzó el límite de espacios ese día, antes que ella pudiera entrar.
"Todo está bien organizado aquí (adentro), lo único es que uno tiene que amanecerse allá afuera. Yo llegué antes de las 2:00 a.m., yo no he dormido nada. Eso creo que lo deberían mejorar, quizás citando por colegio (profesional u organización de salud) o algo, porque de verdad que está bien fuerte estar allá afuera esperando", relató Torres.
También ayer se vacunó Samira Ayala, una tecnóloga veterinaria de 25 años que llegó desde Río Grande, respondiendo a la convocatoria abierta a los profesionales de la salud.
"Es el primer día que vengo", dijo a este medio, añadiendo que llegó a la fila de vehículos a las 2:00 a.m. Este diario supo que hubo vehículos esperando, al menos, desde las 11:30 p.m. del sábado.
Méndez reconoció que la comunicación de parte de las autoridades encargadas de los procesos de vacunación, entiéndase Salud y la Guardia Nacional, pudo haber sido confusa, y lo adjudicó a "una mezcla de factores". Pero no atribuyó las largas filas y la cantidad de personas que no han podido ser atendidas a esos problemas de comunicación, sino al "gran deseo de la población de ser vacunada". "Creo que ese es el gran mensaje que hemos recibido, que Puerto Rico está listo para vacunarse y quiere vacunarse", sostuvo.
"Estoy seguro de que podemos seguir mejorando en cuanto a cómo pasamos la información, en cuanto a cómo seguimos trabajando los centros. La buena noticia es que miles de personas quisieron venir el primer día", manifestó.
La Guardia Nacional planifica abrir su próximo centro esta semana en Caguas, para cubrir a los profesionales de la salud de 12 municipios que serán anunciados luego. El plan, indicó Méndez, es abrir 10 centros en las próximas dos semanas.