Martes, 14 de Enero de 2025

Tensión por caso Navalny

ChileEl Mercurio, Chile 23 de enero de 2021

La evolución del caso dará señales sobre la línea que seguirá la relación Rusia-EE.UU.

Convocadas para hoy, la magnitud de las protestas que se desarrollen en Moscú y otras ciudades rusas medirá la popularidad del opositor Alexei Navalny, arrestado el domingo pasado apenas pisó suelo moscovita, de regreso de Alemania, donde fue tratado luego del intento de asesinato con Novichok, un agente nervioso supuestamente usado por los servicios secretos rusos. La convocatoria por redes sociales rompió récords de visitas.
Navalny es el opositor más tenaz que tiene en la actualidad Vladimir Putin, quien a pesar de gozar de una popularidad alta, sobre el 60 por ciento, ha visto sus números descender por los efectos de la pandemia y las dificultades económicas. En septiembre, los rusos deben elegir nuevos legisladores, y para el Presidente sería un duro golpe perder la alta mayoría de que goza en la Duma, con la que ha podido aprobar leyes como la reforma constitucional que, en la práctica, le permitiría gobernar hasta 2036. Navalny es una amenaza para ese proyecto, y por eso su estadía en la cárcel podría prolongarse más allá de las legislativas.
Preocupa en Europa la represión que ejerce el Kremlin sobre la oposición democrática. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, llamó a Putin directamente para plantearle que la UE está unida frente al caso, que Navalny debe ser liberado y que la investigación sobre el intento de asesinato debe ser "sin demora" y "totalmente transparente". En octubre, la UE impuso sanciones a seis altos funcionarios rusos por el envenenamiento, y algunos europeos querían además otras, como suspender la construcción del gasoducto Nord Stream, medida extrema a la que Alemania se opone.
También en Estados Unidos se ha criticado la detención. Antes de asumir su cargo, Jake Sullivan, ahora flamante asesor de seguridad nacional, apenas dos horas después del arresto pidió en Twitter la liberación inmediata. Agregó que "los ataques del Kremlin contra Navalny no solo son una violación a los derechos humanos, sino una afrenta al pueblo de Rusia que quiere que su voz sea escuchada". Este mensaje es una clara referencia a que la política del Presidente Joe Biden hacia Rusia tendrá un componente importante de defensa de los derechos humanos.
Las relaciones entre EE.UU. y Rusia han estado tensas durante años. La supuesta cercanía de Donald Trump y Putin no se reflejó en la solución de problemas que ahora Biden deberá resolver. El primero, la extensión del acuerdo de control de armas nucleares, New Start, que caduca en febrero. Trump pretendía incorporar a China, lo cual fue desechado por Beijing. Moscú ofreció prorrogarlo por cinco años, sin condiciones, y al parecer se negociará ese lapso.
Este es el tema menos conflictivo. Otros, como la interferencia rusa en las elecciones de 2016, el hackeo a agencias de gobierno estadounidenses, la supuesta recompensa que ofreció Moscú a talibanes para matar soldados de EE.UU. en Afganistán, o la oposición de Washington al proyecto Nord Stream necesitarán de gran habilidad diplomática y una estrategia clara del gobierno demócrata. En ese contexto, el caso Navalny -que será una prioridad para Biden- también medirá la capacidad y la voluntad de ambas partes para mejorar los vínculos bilaterales.
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