La música experimental que salió a hacerle frente a la pandemia

Intente usted decir en voz alta, sin repetir ni equivocarse, el título de este disco: "Trillariquelmereviriego". Una sola palabra, formada por los apellidos de tres solistas que exploran aquí la música improvisada. Son los españoles Vasco Trilla (percusión) y Alex Reviriego (contrabajo), además del chileno Matías Riquelme (chelo), quien desde hace tres años reside en Bilbao, y desde allí ha puesto en marcha un proyecto editorial nuevo.
El sello discográfico Tayül -más que nada una plataforma de creación y una red de vinculación entre músicos- se consolidó en medio de la pandemia, haciéndole frente a la crisis sanitaria con un trabajo sostenido entre Europa y Chile. Uno de los seis álbumes que publicó durante 2020 fue, justamente, ese "Trillariquelmereviriego".
"Son sesiones de improvisación libre, una práctica musical que hemos desarrollado en profundidad", dice Riquelme desde España. "Nuestro objetivo es publicar música de gente que sabemos que está haciendo investigación, buscando una salida distinta. Tayül tiene que ver con las músicas que toman riesgos y están a contracorriente", define como síntesis de su manifiesto político.
La línea editorial de Tayül, voz mapudungún que significa cantos rituales, considera además trabajos que tengan al menos un músico sudamericano. Su primer catálogo ha incluido a músicos franceses y españoles en contraste con chilenos, uruguayos, argentinos y mexicanos. Y sus áreas de investigación son la música contemporánea, la improvisación, jazz y las fusiones actuales.
Como proyecto tiene su centro en Santiago, en la casa familiar de los Riquelme. Entre ellos, el músico de mayor trayectoria es el padre, Alejandro "Mota" Riquelme, percusionista clásico y baterista de Concepción, partícipe de las escenas jazzísticas de los años 70 en adelante. Suyo es el primer disco del catálogo de Tayül, que se publicó hace un año, ad portas de la pandemia: "Al cielo daré mis quejas".
"En el Archivo Sonoro de Música Tradicional (U. de Chile) había descubierto varias canciones campesinas versionadas por Margot Loyola, Gabriel Pizarro, Héctor Pavez. Elegí siete tonadas de autor anónimo, una cueca y un canto a lo humano para hacer arreglos contemporáneos, con instrumentos como el guitarrón chileno, rabel, tormento, oboe, flauta traversa, bajo y batería", dice Alejandro Riquelme. "Fue una grabación de hace 20 años, que había quedado perdida. Tayül publica música nueva, pero también busca recuperar y restaurar material valioso", agrega Matías Riquelme, quien junto a sus hermanos Sebastián y Javier completa el equipo.
Publicado en diciembre, "Memorias de cielo y viento" es el último disco del catálogo. Se trata de composiciones del flautista y académico Leonardo García, un músico con más de 20 años en Francia, que explora el contacto de los vientos andinos, quenas y sikus, frente al piano, el contrabajo e incluso el kaval, aerófono búlgaro, con músicos europeos.
"La pandemia nos imposibilitó hacer un trabajo en terreno, de grabar, de ir a ver conciertos y conocer músicos, pero todo eso se trasladó a las plataformas en línea donde estamos publicando la música. La distribuimos en Bandcamp, que ha sido una herramienta clave frente a una corriente anti Spotify que existe en Europa. Nos hemos adaptado a la crisis para seguir adelante. El hombre se adapta a todo, incluso a la imbecilidad", comenta Riquelme.