Huachipato se agiganta y pone de rodillas a San Lorenzo en Argentina

U n final de locura, casi de infarto, con fuego en ambas áreas. En el segundo minuto del tiempo agregado, el poste salvó a Huachipato, cuando Nicolás Ramírez desvió un centro de Lucas Melano y segundos después el zaguero Alejandro Donatti desviaba un cabezazo en inmejorable posición. De inmediato, la ráfaga llegó al otro lado: Israel Poblete apuntó al palo izquierdo del meta Sebastián Torrico y sobre la misma el portero le atrapó un cara a cara a Nicolás Silva.
Al desasosegado Juan José Luvera se le salía el corazón al borde de la cancha. El técnico que ha confesado "amar el fútbol de ataque" tuvo premio y grande, porque planificó con acierto la parada en el Nuevo Gasómetro y no se amilanó con el escenario.
Huachipato jugó sin complejos en Buenos Aires. Una cancha muy grande, con las medidas máximas, que suele ser insufrible para equipos que juegan mal, pero a los colectivos armónicos, como la escuadra acerera, no les apoca el césped del "Ciclón".
En esa tónica, muy buen partido de Poblete y del zurdo Javier Altamirano. El ex-Cobresal fue solidario en los recorridos y mostró picardía con la pelota. El gol que definió el partido tiene su sello, porque transformó un saque de banda insignificante en un centro de gol para el paraguayo naturalizado Cris Martínez.
Sin el control del partido, a San Lorenzo le quedaba grande su feudo y Jalil Elías no alcanzaba a tapar las grietas. Por fuera, Mazzantti y Martínez le proponían el uno contra uno permanente a Pitton y Peruzzi, mientras Donatti y Braghieri, pesados de envergadura, se perturbaban cuando los volantes chilenos rompían de más atrás.
En el complemento, el anfitrión tiró la carrocería encima (Peruzzi tuvo el empate a los 56'), hasta que el "Campeón del Sur" se volvió a organizar, pero la visita nunca entró en pánico y en vez de dar un paso atrás, trató a achicar hacia arriba.
Cris Martínez valoró la victoria histórica, casi tan importante como el triunfo conseguido ante Gremio en Porto Alegre en la Copa Libertadores 2013. "El primer tiempo fue muy inteligente, tuvimos las mejores ocasiones. Tenemos un plantel súper joven y en la cancha somos todos uno, corremos por todos y vamos pelear hasta el final por el objetivo", vaticinó el goleador.
El técnico Luvera también valoró la hazaña sureña. "En la primera parte presionamos alto, en el segundo lapso el rival creció, pero no estuvimos finos en los últimos 25 metros", admitió.
Desperdicio calerano
Por la Copa Libertadores, dos veces estuvo en ventaja Unión La Calera y dos veces la desperdició. En su debut en el certamen, los cementeros igualaron 2-2 con Liga de Quito en el Nicolás Chahuán Nazar.
Andrés Vilches entró en la historia del club al anotar los dos primeros goles en el torneo internacional, ratificando su gran momento goleador. El primero, sacándole trote al mejor momento calerano en el partido y el segundo, cuando parecía que los ecuatorianos tomaban el control.
Pero los cementeros no pudieron sacarle partido a la ventaja. Recién comenzaba el segundo tiempo cuando Billy Arce derrotó a Alexis Martín en un descuido defensivo y, cuando los visitantes parecían fuera de combate con el segundo tanto (Octavio Rivero estrelló un remate en el poste segundos antes) y La Calera reforzaba su zaga, Arce lanzó un centro que se le coló por la espalda a Arias y ya no quedaba tiempo para más.
"Doblamos la entrega ante la jerarquía de San Lorenzo. En la primera parte presionamos alto, en el segundo lapso el rival creció, pero no estuvimos finos en los últimos 25 metros. Fuimos entendiendo el partido, dónde y cómo lo teníamos que jugar".
JUAN JOSÉ LUVERA, DT de Huachipato.