Diario íntimo de Lulú Petite

Lulú Petite

EL GRÁFICO



Adoro gustarte

Querido diario: A todos nos gusta "gustar". Es algo propio de la naturaleza humana. No necesariamente ser el centro de atención, pero sí ganarte algunas miraditas. En buena medida, parte de ese exhibicionismo, lo desahogo en mis redes sociales, colgando una que otra foto coqueta o video cachondo en mis cuentas de Twitter, WhatsApp, Telegram o Instagram, viendo sus reacciones, leyendo comentarios, sonrojándome con sus piropos. Pero, nada le gana a la adrenalina de exhibirse en público, en vivo.

El otro día atendí a un cliente. Llovía a cántaros. El agua pegaba con tanta fuerza en los cristales, que era casi imposible ver lo que sucedía afuera. Empezamos a fajar frente a la cama, sus labios recorrían con urgencia la piel de mi cuello, sus manos se deslizaban por mi espalda, comenzando a quitarme la ropa. Miré hacia un lado y vi en el espejo nuestra imagen, nos veíamos tan cachondos fajando de ese modo. Giré la mirada y vi, mucho más sutil, el reflejo de nuestra silueta en la ventana, medio cubierta por la cortina de lluvia.

Entonces, le di la mano y aventando mi sostén a la cama, tomé un condón del tocador y lo jalé hasta la ventana. Puse mis tetas contra el cristal y le pasé el condón para que se lo pusiera, el lobito hizo a un lado mi tanga y de una sola estocada me empaló.

Puse mis manos en el cristal, mis pezones también quedaron atrapados allí, él empujaba su cuerpo contra mí moviéndose delicioso. Yo cerré los ojos. Aunque la calle estaba desierta por la lluvia, yo imaginaba a peatones con paraguas y gente manejando sus coches, que volteaban de pronto a la ventana y me veían, con las tetas al aire y la cara al cielo, sintiendo el orgasmo fulminante que ese hombre me estaba fabricando.

Hasta el martes, Lulú Petite