Con Sammis Reyes como ejemplo: Los chilenos que buscan romper barreras
El arribo del exbasquetbolista a la NFL establece un hito para el país. Como él, hay otros deportistas buscando acceder a ligas más importantes del baloncesto y el béisbol en Estados Unidos, o del rugby en Europa y Oceanía, torneos que nunca han contado con presencia nacional. ¿Qué chances concretas tienen? Acá, sus historias.
La inesperada irrupción de Sammis Reyes en la NFL, la liga deportiva más millonaria del mundo, abre nuevos horizontes. El caso del oriundo de Talcahuano rompió una barrera y plantea la pregunta: ¿Hay otros deportistas chilenos en camino a alcanzar la élite en circuitos como la NBA o la MLB?
En el béisbol, Diego Mendoza (21 años) partió jugando a los cinco años en el club santiaguino Metros y a los 16 se instaló en Florida (EE.UU.) persiguiendo el sueño de llegar a las Ligas Mayores (MLB en sus siglas en inglés), la meca de la disciplina.
Mendoza es producto del diamante del Estadio Nacional, el mismo que será comprimido por la remodelación para los Panamericanos Santiago 2023. El scout de Baltimore Orioles, Joe Bradley, lo vio en Ñuñoa y le dijo que tenía una posibilidad de ser profesional. "Ese siempre ha sido mi sueño, me encantaría. Todo depende de cómo me vaya en los dos años que me quedan de universidad. Si me va bien, creo que sería algo posible, obvio", responde.
Pablo Ossandón, beisbolista de los Huskies de Rouen (Francia) y el primer chileno en jugar de forma rentada en Europa, diagnostica: "Diego es un receptor que acaba de cumplir 21 años y continúa destacándose en el Florida State College. Es el chileno que en estos momentos nos representa al más alto nivel, porque la competencia universitaria estadounidense es fuertísima".
Registrado en la MLB
En el norte, y principalmente en Tocopilla, se respira béisbol. En ese entorno se formó Javier Araya (18 años). "Empecé a los ocho años. Un día me invitaron a entrenar y ahí estaba Ingrismey Bolívar (entrenador venezolano), a quien le gustó como jugaba y así empezamos", cuenta el lanzador.
"Lo conocí cuando tenía 15 años. Él se me acercó y me dijo que jugaba y quería mejorar. Lo único que le pedí es que fuera responsable, ya que entrenaríamos al alto rendimiento. Tuvo una gran explosión. Tiraba en 70 millas por hora (112 km/h) y en unos meses ya estaba en 85 (136 km/h)", describe Bolívar, exjugador con pasado en las Ligas Menores con Cleveland Indians.
El progreso del pitcher siguió y actualmente está arrojando la pelota entre 90 y 91 millas (146 km/h). "Como soy agente en Venezuela, decidí hacerle un código y lo inscribí en la MLB. Es el primer chileno registrado en aquella liga", asegura. "Tiene chance hasta los 20 años de entrar a la MLB. Yo tengo contactos en Francia, España, Italia, República Dominicana, en muchos lados. También en las Grandes Ligas, donde cinco clubes querían venir a verlo solo a él. Jamás he visto a un niño de 18 años lanzar así. Tiene un brazo rápido, fuerte", destaca.
"Mi sueño es llegar a las Grandes Ligas y cambiar el béisbol en Chile, que lo vean en otro nivel, pero todo paso a paso, con humildad", asegura Araya.
Otro sueño de NFL
Además de Reyes con el Washington Football Team, hay otro chileno que juega fútbol americano profesionalmente: Felipe Castro defenderá a Columbus Lions, de la National Arena League -que parte a fines de mayo-, modalidad indoor con equipos formados por ocho jugadores.
La ruta que tomó Castro (23 años) fue muy disímil. "La mayor parte de mi entrenamiento lo he realizado en Chile, en la Development Sport Academy, donde se han encargado de desarrollar mi carrera deportiva. Mi experiencia en este deporte comenzó a los 12 años en el club Espartanos del Sur en la LFA (Liga de Football Americano de Chile)".
Bryan Steinsapir, último chileno en jugar fútbol americano a nivel universitario, calibra el presente para futuros jugadores: "El logro de Sammis es histórico y sin precedentes. Además que su camino fue poco convencional, viniendo del básquetbol. Sin duda, es una inspiración no solo para los chilenos, sino para todos los latinoamericanos. En cuanto a abrir caminos, sigue siendo muy difícil estando lejos de Estados Unidos, pero su historia demuestra que con sacrificio y perseverancia se puede lograr".
¿La NBA o la ACB?
En los cestos, el máximo deseo nacional es claro: ver a un chileno en la NBA, la mejor liga del orbe. Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela e incluso Bolivia, con el boliviano-estadounidense Josh Reaves, han tenido representantes en la afamada competición.
"No sé si Chile está más cerca, pero sí se puede decir que la NBA se está fijando en nuevos nombres. Lo que ha pasado con los argentinos (Facundo) Campazzo y (Gabriel) Deck es una señal, porque son jugadores FIBA y salidos de la liga de su país. Esto posibilita que la NBA se abra más a jugadores que hayan tenido estas cualidades. Es complicado dar nombres, pero creo que Felipe Haase (22 años, Mercer University), por las universidades en las que ha pasado, donde hay programas de desarrollo de jugadores, podría estar en alguna órbita de la NBA", explica Rodrigo Espinoza, exseleccionado y analista.
¿Más opciones? "Lo hecho por Sebastián Herrera (23 años, Oldenburg) en la primera división alemana es notable. Hablamos de la NBA, pero tenemos un Ignacio Arroyo (21, Estudiantes) que cuando le salga la ciudadanía española va a tener muchos minutos en la ACB de España", dice Espinoza.
El técnico Pablo Ares es optimista. "Creo que estamos más cerca. La mentalidad del jugador se ha modificado y se ve más atrevimiento por salir. Hay jugadores haciendo la escala de la universidad en Estados Unidos o yendo a Argentina u Europa. Sí, la NBA se roba la mirada por la espectacularidad, pero la ACB es muy potente. Te diría que un jugador con muchos minutos en España sería muy meritorio para el básquetbol nacional".
Sobre los candidatos, Ares dice que "Haase, Nicolás Carvacho (24, Rilski búlgaro) y más atrás Marcelo Pérez (22, Barry University), que es un chico joven de proyección, pueden estar en la vitrina de estas grandes ligas".
La élite del rugby
Un puñado de chilenos ya ha jugado en el Top 14 de Francia (Sergio Valdés, Sebastián Guajardo y Pablo Huete, entre otros). Sin embargo, ligas como la inglesa (Premiership) o el Super Rugby, el campeonato profesional más importante del hemisferio sur, siguen siendo escenarios que ningún nacional ha pisado.
José Ramón Ayarza, el último en jugar en la máxima división gala (Bayonne) y hoy sin club, analiza: "A nivel individual, creo que el Top 14, la Premiership, el Pro 14 o el Super Rugby están en una categoría más o menos similar".
¿A quién ve como potencial jugador en una liga de renombre? "Está Simón Pardakhty (29 años) con el Albi en Nationale (3ª división gala), lleva varios años, y lo más probable es que suba a Pro D2 y él se quede ahí. También mi hermano Iñaki Ayarza (21) en los Espoirs (categoría de proyección) de Bayonne", explica Ayarza.
El mencionado Pardakthy sentencia que "como extranjero y chileno, sobre todo, debes trabajar el doble. Muchas veces la parte mental no está preparada y sucumbimos. Estamos dispuestos a soñar, pero no a ponerlo en práctica. Es un camino largo con muchos altos y bajos".
En otro plano, Ayarza cree que una clasificación mundialista abriría puertas: "Vemos a los uruguayos que fueron a un mundial, jugaron bien y varios se fueron a Pro D2 y alguno a Top 14. De que se puede, se puede", reafirma.
"Sammis Reyes se fue muy chico a EE.UU., y lo mismo pasa en el rugby. Los españoles se van chicos a Francia, porque les queda al lado y es otra mentalidad", resume Ayarza.