Explican por qué se ha afectado la pureza y biodiversidad del lago Vichuquén
El fenómeno se ha acelerado especialmente en los últimos cincuenta años debido a los cambios de uso de suelo, revela un análisis de sedimentos en la cuenca.
"N i los indígenas precolombinos que habitaban la zona, ni la colonización española, ni siquiera el período desde inicios de la república hasta mediados del siglo pasado, ninguno de esos períodos de influencia humana en la cuenca ha logrado alterar tanto los aportes de nitrógeno y de carbono al lago como ocurre ahora". Así lo asegura la investigadora del Instituto de Ecología y Biodiversidad Magdalena Fuentealba, quien realizó, como parte de su doctorado, una investigación de cómo las actividades humanas a través de los cambios de uso de suelo han alterado los ciclos biogeoquímicos del carbono y nitrógeno en el lago Vichuquén -situado en la costa norte de la Región del Maule-, durante los últimos 700 años.
Menos oxígeno
Para ello obtuvo testigos sedimentarios que dató con carbono 14 y con su equipo construyó un modelo computacional.
"El nitrógeno es un nutriente esencial para la vida, pero este incremento lo ha llevado a ser un lago eutrófico", sostiene Fuentealba. Es decir, el aumento del nitrógeno en el lago ha llevado a un aumento de la productividad biológica, particularmente de las algas, agrega la experta, quien también está ligada a las universidades Católica y de Tarapacá.
Estos brotes o blooms , cada vez más habituales, implican una pérdida de oxígeno disuelto en el fondo del lago y a la vez va haciendo que otras especies no pueden seguir viviendo, por ejemplo, los peces.
En el lago hoy se pueden encontrar lisas, pejerreyes y roncadores. Además hay especies introducidas como el pejerrey argentino, la trucha, la carpa y la gambusia.
A esto se suma una importante presencia de aves acuáticas, entre las que destacan el cisne de cuello negro.
Fuentealba reconoce que todavía no han hecho una evaluación cuantitativa de las especies que se están perdiendo y que por ahora se han concentrado en determinar cómo han aumentado los aportes de nitrógeno desde la cuenca producto de los cambios de uso de suelo.
"En los últimos cincuenta años, el aumento ha sido bastante radical y ha estado ligado a las plantaciones forestales, que actualmente ocupan el 60% de la cuenca", señala. Esta abarca la superficie comprendida por el lago y sus afluentes.
El reemplazo de la cobertura vegetal nativa por monocultivo de pino radiata desde 1974 trajo el uso de fertilizantes, que principalmente contienen nitrógeno, y que cuando se usan de manera ineficiente, en vez de ir al suelo cuando llueve, terminan siendo arrastrados a los afluentes y al lago.
"También hay que tener en cuenta que estas plantaciones tienen tiempos de cosecha y durante ellos el predio queda al descubierto y esto genera un aporte de sedimentos y materia orgánica que también termina en el lago cuando llueve, lo que ocurre principalmente durante el período invernal". Algo parecido ocurre con las podas.
Otra fuente de sedimentos son los incendios forestales, como los que hubo entre 2016 y 2017, al igual que el manejo de los bosques que se hizo posteriormente, ya que implicó desmalezamiento y construcción de cortafuegos.
Admite que no han evaluado si los vecinos que viven en torno al lago contribuyen al proceso de eutrofización con sus descargas domésticas, pero no lo descarta.
La eutrofización también puede afectar la disponibilidad de agua potable para consumo local.
La investigadora califica a su estudio como "un llamado de alerta, pensando que estamos en un contexto de escasez hídrica debido a la sequía y que hay que preservar los sistemas de agua dulce".
Opina que se debería hacer un estudio para intentar volver la cuenca al estado anterior a la introducción del monocultivo, "cuando existían actividades humanas en la cuenca, pero coexistían con un ambiente más natural".