El documental ?Odisea amazónica? obtuvo el premio del Jurado del Ministerio de Cultura a la Mejor Película Peruana. Sus denuncias sobre las pésimas condiciones del transforme fluvial resultaron terriblemente proféticas.
Por Diego y Álvaro Sarmiento
Pocas denuncias del cine peruano resultan tan urgentes como ésta. Cuando se informa de 20 muertos y más de 50 desaparecidos como trágico saldo del impacto entre un bote de motor contra una barcaza la madrugada de ayer, en las aguas del río Huallaga, cerca de Yurimaguas, el notable documental ?Odisea amazónica?, realizado por los hermanos Álvaro y Diego Sarmiento y presentado en el Festival de Cine de Lima, nos muestra la precariedad del transporte fluvial en el Perú.
Para ambos, el proyecto de este documental nació cuando compartieron su primer viaje por el río Amazonas, hace 15 años, en una de estas frágiles embarcaciones que confunden carga y pasajeros en un cambalache de hamacas y sacos trasladados por recios estibadores. A ambos les sorprendió aquella realidad que, más allá de la postal exótica, nos habla de injusticias naturalizadas y evidentes peligros. El filme acaba de recibir el premio del Jurado del Ministerio de Cultura a la Mejor Película Peruana. Y como sugiere su título, se trata de un viaje homérico, filmado a lo largo de cuatro años. En 2019 obtuvieron un fondo del MinCul para largometrajes en construcción que les permitióconcluir un filme que hoy resulta especialmente doloroso. Hablamos con los cineastas días antes de la tragedia en Loreto.
? Más allá de su estética contemplativa, la película también plantea una denuncia de la miseria en la que viven las poblaciones al borde del río…
Álvaro: Precisamente por ser un documental contemplativo no buscamos direccionar una crítica directa. Queremos que sea el espectador quien construya el sentido de la película.
DIEGO: En el puerto vemos a gente cargando pesos que para cualquier persona de la ciudad resultaría imposible, o la carga de botellas de gaseosa, lo que más beben los niños, que sufren altos índices de desnutrición. Pero no queremos dar al espectador un mensaje masticado. Es importante que la gente empiece a reflexione sobre esta realidad.
? ?Odisea amazónica? nos da la ilusión de que se trata de un solo recorrido. ¿Cuántos viajes se necesitaron para realizarlo?
Álvaro: Comenzamos a grabar el 2015 hasta el 2019.
Diego: Los barcos que van de Moyobamba a Iquitos son los ?Eduardos?. Y los que van de Iquitos a Pucallpa son los ?Henrys?. El que va de Iquitos a la frontera es el ?María Fernanda?. Han sido varios.
Álvaro: Estábamos en el puerto de Iquitos y no sabíamos hacia dónde ir. El próximo barco podía salir en un día o una semana. Como debíamos grabar material para acabar la película, decidimos tomar el barco que salga, no importaba su dirección.
? Se suele conocer sus filmes como ?una película de los hermanos Sarmiento?. ¿Cómo es su relación profesional y creativa?
Álvaro: Yo trabajo más en términos de lenguaje cinematográfico. Yo decidí, por ejemplo, que en esta película cada plano sea lo más largo posible. Y Diego lo logra plasmar a través de su cinematografía. Aquí la cámara se mueve y hace largos recorridos, se crean diferentes escenas dentro de un mismo plano. El personaje de este filme es el propio barco y sus tripulantes.
? Jugando con la idea de ?La odisea?, Ulises se amarró a su barca para no escuchar los cantos de sirena. ¿Cómo evitar que la propia selva no se convierta en un elemento distractor?
Diego: No queríamos ver la Amazonía como una imagen de postal. El primer bloque, por ejemplo, muestra el duro trabajo humano de los estibadores del puerto. De allí vamos a las relaciones humanas en el barco mismo. La Amazonía es el telón de fondo mientras nos enfocamos en ciertas personas durante el viaje, tanto pasajeros como tripulación.
Álvaro: Como la película fue naciendo en cada viaje, viajábamos al río y luego volvíamos al Cusco a editar. Íbamos escogiendo algunos planos que funcionaban como núcleos dramáticos.
? A pesar de que imagen del cargador está muy presente en la historia del arte peruano, es un personaje invisible para la sociedad…
Diego: Solemos retratar a personas que no aparecen en los medios. En este caso, queríamos darles voz a los estibadores. Se trata de un trabajo muy duro y sacrificado, realizado por un mínimo pago. Queremos revalorar su trabajo cuando podamos difundir esta película en los puertos mismos. Queremos que ellos se vean reflejados y reconocidos.
Álvaro: Si hubo un momento clave en mi vida fue, luego de mudarme al Cusco, descubrir el libro ?el cargador? de Gregorio Mamani. Es la biografía de un cargador cusqueño, presentada en edición bilingüe, quechua y español. Luis Figueroa tiene un cortometraje dedicado al cargador Chambi también retrató cargadores. De forma inconsciente, todo esto quedó en mi memoria, y al hacer esta película, ellos aparecieron.
?Acostumbrados como estados a filmes de edición rápida y planos cortos, ustedes plantean una estética contemplativa, como el mismo viaje por el río…
Diego: Desde la primera secuencia de la película ya estamos planteando cuál será su ritmo y su tiempo. Sé que ?Odisea amazónica? es una película lenta para un público acostumbrado al ritmo de Hollywood, pero es necesario aprender a desconectarnos de eso. Esta es una película muy sensorial.