Tras 26 años, instalan segundo monitor que ayudará al registro de pólenes en la capital

Durante los últimos 26 años, un solitario monitor en la comuna de Providencia ha permitido identificar cuáles son los pólenes de árboles, pasto y malezas que circulan por la ciudad, sus cantidades y variaciones según cada estación. Una tarea que ahora se verá optimizada gracias a un nuevo equipo instalado en Las Condes y cuya información facilitará, por ejemplo, hacer pronósticos semanales y mejorar el manejo de los síntomas en quienes sufren alergias.
"Todos los países que realizan labores de monitoreo de pólenes cuentan con varios de estos aparatos distribuidos en diferentes zonas geográficas. La red más completa está en Madrid, con once monitores en la ciudad. En Santiago, a mediados de los 90 contamos con otro monitor en la zona norte y otro en el centro, pero dejaron de funcionar al cabo de un año por falta de financiamiento", comenta Pedro Mardones, inmunólogo del Centro del Alérgico y presidente de la Fundación de Aerobiología, Medio Ambiente y Salud (Fundamas). "Lo ideal sería contar con uno en cada punto cardinal y otro en el centro", agrega.
Por ahora, cada lunes por la mañana Mardones es el encargado de manipular los dos monitores disponibles y procesar en laboratorio las muestras que estos recogen (esta información está disponible en el sitio polenes.cl). Se trata de equipos de unos 60 cm de alto por 40 cm de ancho, que en su interior tienen una bomba de aspirado. El monitor instalado en el Centro Comunitario Padre Hurtado, en la comuna de Las Condes, fue importado desde Inglaterra gracias a financiamiento municipal.
"Desde el municipio queremos potenciar el talento y las buenas ideas que nos permitan aumentar el bienestar y el cuidado de los vecinos. Por eso, a través de este proyecto, estudiaremos y monitorearemos los niveles de pólenes alergizantes para crear un sistema de alerta para la comunidad, que funcionará vía smartphones y permitirá prevenir, diagnosticar y tratar estos cuadros", comenta la alcaldesa Daniela Peñaloza.
Precisamente, Mardones explica que manejar más información sobre alérgenos presentes en el aire permite a los especialistas mejorar el manejo de las personas que sufren alergias. "Conociendo los niveles de pólenes, se pueden hacer pronósticos para anticiparse a alzas y potenciar los tratamientos", por ejemplo.
Solo en Las Condes se estima que hay alrededor de 82.500 personas que sufren de alergias, "lo que corresponde al 25% de la población de la comuna", precisa la alcaldesa. "Este proyecto viene a ayudar a aquellas personas y también a la población flotante de alérgicos en la comuna, que se estima serían unos 50.000. Es decir, se verán beneficiados cerca de 132.500 personas".
E incluso más, agrega Mardones. "Esto puede beneficiar a otras comunas en la medida en que se puedan establecer patrones de circulación de pólenes por la ciudad". Así, en la medida de lo posible, los pacientes pueden evitar moverse hacia aquellos sectores que presenten mayores niveles polínicos, en ciertos días u horarios.
En las tres semanas que ya lleva de análisis con los dos monitores, Mardones ha observado una menor concentración de pólenes en Las Condes, que no llega a la mitad de lo que se halla en Providencia, y distribuidos de manera diferente según especie: en la primera predominan los de ciprés, roble y liquidámbar, mientras que en la segunda la fuente indiscutida es el plátano oriental.
"Estamos en temporada de alergias causadas por árboles urbanos; esto quiere decir que probablemente hay una arborización más intensa en Providencia".
Mientras en Providencia se encontró que hay en promedio 900 granos de pólenes de plátano oriental por metro cúbico, en Las Condes el nivel fue de 400 granos. "Pese a que no es una especie que cause mucha alergia, se han plantado en tal magnitud en la ciudad que el organismo de muchas personas se ha hecho sensible y ya no necesitan grandes cantidades para tener síntomas".
También se ha podido advertir el efecto de la ciudad y de los vientos: hubo días en que se registró mayor cantidad de pólenes de plátano oriental en Las Condes. "Eso puede tener relación con los vientos que transportan pólenes hacia el sector oriente y con un efecto racha, en que edificios y autos en movimiento generan turbulencias que hacen que los pólenes persistan más tiempo en un lugar", explica el inmunólogo.
El experto estima que a partir de las próximas semanas la tendencia podría cambiar, con el aumento de pólenes de pastos y malezas, mucho más presentes en áreas verdes y en lomas de cerros en Las Condes.
Alérgicos todo el añoEn la población de Santiago se da un fenómeno que llama la atención del inmunólogo Pedro Mardones: desde hace una década es más común ver casos de personas que están con síntomas alérgicos todo el año. "Antes había casos estacionales, que comenzaban en primavera y se extendían hasta fin de año y ahora lo hacen hasta marzo o abril, o incluso más".
Según las observaciones del especialista, hay dos grupos de personas. En una están los que, además de pólenes, se han sensibilizado a alérgenos como ácaros del polvo, pelos de mascotas o esporas de hongos. En el otro, que corresponde al 30% a 40% del total de casos, se relaciona con una inflamación a nivel nasal. "Al parecer la contaminación ambiental genera una reacción inflamatoria de la mucosa que probablemente provoca el cuadro clínico característico de una alergia". De hecho, agrega, las muestras de polen que recoge en la capital suelen estar muy sucias en comparación a la que se encuentran en otras ciudades o países.