Viernes, 06 de Junio de 2025

Deterioro urbano

ChileEl Mercurio, Chile 20 de mayo de 2022

Pese a reiterados discursos, no se observa una real voluntad política por recuperar para la comunidad los espacios públicos.

Con una concentración poblacional cada día mayor en las grandes ciudades, la calidad de vida urbana se ha convertido en una expectativa transversal, que demanda áreas verdes, espacios de recreación y de encuentro comunitario en armonía con el cuidado del medio ambiente. De allí que la ciudadanía reclame ciclovías, planificaciones urbanas estrictas -que incluso han llevado a algunas autoridades a detener proyectos en curso, afectando gravemente la certeza jurídica-, parques y servicios básicos accesibles.
Este discurso no se condice, sin embargo, con la realidad que se observa en los centros urbanos de varias capitales regionales del país, los que evidencian un serio deterioro de su entorno desde el estallido de octubre de 2019 y las sucesivas protestas y manifestaciones posteriores. Como símbolo de los destrozos, rayados y vandalismo, se exhibe la Plaza Baquedano, donde la base que sustentara la estatua del general que dio nombre al lugar ostenta todo tipo de leyendas y pinturas, rodeada de un secano que alguna vez fue un jardín. Cada viernes los vecinos del sector reviven el tormento de la violencia, lo que se ha traducido en un explicable éxodo tanto de los comerciantes como de los habitantes del sector.
Pero el fenómeno está afectando no solo a este foco urbano, sino a todo el centro de Santiago. Según cifras de expertos inmobiliarios, en los últimos años se evidencia un traslado de las sedes corporativas de bancos y empresas, además de oficinas profesionales, hacia otros barrios, debido a la inseguridad que se vive en el sector, las dificultades de operación producto de los constantes cortes de tránsito y la violencia derivada de las manifestaciones. A lo anterior se agregan los desórdenes originados por un comercio ambulante explosivo que ha inundado las calles y los paseos peatonales. Todo ello ha contribuido a la vacancia de oficinas y locales comerciales, con la correspondiente baja en su valoración comercial, siendo hoy las reparticiones públicas las mayores ocupantes de esos espacios.
Pese a los reiterados discursos en favor de la calidad de vida urbana, no se observa una real voluntad política por recuperar para la comunidad los espacios públicos. La proliferación de carpas que copan parques y plazas, los rayados de muros y frontis, además de los signos de vandalismo que afectan a los edificios patrimoniales, son una preocupante señal de abdicación por parte de la autoridad de la tarea de recuperar el respeto por la convivencia pública.
Este entorno de deterioro, que según se puede leer en los mensajes callejeros responde muchas veces a una visión anárquica de ciertos grupos identitarios, cunde en muchos barrios, ahuyentando la actividad privada y condenando a sus vecinos a la inseguridad.
El estallido primero y la pandemia después han sido golpes severos para la vida urbana, especialmente en el centro de Santiago, por causa tanto de los periódicos episodios de violencia como de las prolongadas cuarentenas que afectaron al comercio, echando por tierra los esfuerzos que autoridades edilicias hicieron en el pasado por atraer nuevas inversiones privadas mediante un mejoramiento de la vida vecinal. Tales empeños habían incentivado un positivo repoblamiento habitacional del centro, el que, por la calidad de sus servicios y su conectividad, se había convertido en un polo atractivo para la vivienda.
Como es habitual en muchas de las principales ciudades del mundo, migraciones hacia sectores residenciales suelen ser una constante, pero ello no se traduce en un abandono del sector céntrico, sino que, por el contrario, los esfuerzos se concentran en cuidar un entorno que simboliza el núcleo patrimonial más representativo de la comunidad. De allí la urgencia por detener este deterioro tanto en Santiago como en las capitales regionales que han corrido igual suerte, y recuperarlas para la ciudadanía en su conjunto.
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