Muletillas
Mis hijos me advierten que estoy usando la frase "a Dios gracias" con tanta frecuencia que se ha transformado en una muletilla irritante
Mis hijos me advierten que estoy usando la frase "a Dios gracias" con tanta frecuencia que se ha transformado en una muletilla irritante. Dan como ejemplo que en la conversación reciente que tuvimos la usé más de 5 veces. Y para probarlo me citan: "a Dios gracias no me he contagiado del virus ese", "a Dios gracias llovió", y suma y sigue. Me defiendo señalando que nada negativo hay en agradecer a Dios, pero contraargumentan que perfectamente puede hacerse de manera íntima, sin expresarlo verbalmente en forma tan reiterada. Sinceramente no me había dado cuenta de que había adoptado este tic verbal. Y me sorprendo de mí mismo, ya que siempre he odiado las muletillas ajenas.
Investigando acerca del proceso que me ha llevado a generar esta muleta verbal, descubro que una de las teorías más aceptadas es que las muletillas son apoyos inconscientes utilizados para recuperarse de los bloqueos mentales, ganando tiempo para redondear mentalmente una idea, buscar una respuesta o recordar un dato. Analizo el tema con mi mujer, quien me señala que no cree que sea mi caso, ya que la uso más bien para dar énfasis al relato y mantener el interés de los espectadores. Sería entonces solamente un mal hábito y me pongo en guardia para eliminarlo, acogiendo la sugerencia de mis hijos de agradecer al Creador silenciosamente. Y me baja un secreto alivio de que no sea un truco para recuperarme de bloqueos mentales. !A Dios gracias¡